Tras once días de debatirse entre la vida y la muerte, murió María del Carmen Cárdenas, una mujer de 36 años que el pasado 26 de julio, en la noche, decidió saltar de un taxi en movimiento, luego de que el conductor la amenazara con devolverla al punto de partida si no pagaba el costo total de la carrera que, por cuenta del “recargo nocturno”, le habría parecido excesivo.
Según informó El Heraldo, María del Carmen solicitó el servicio por la aplicación 322, desde su lugar de trabajo en el norte de Barranquilla hacía su casa, minutos antes de la media noche.
En el trayecto, desde el edificio Torcoroma (calle 51B con calle 82) hasta el sector de Alameda del río se habrían demorado cerca de 10 minutos, pero, tan pronto como María recibió la notificación de estar próxima a llegar a su destino, iniciaron una discusión por el costo total de la carrera.
“Cuando entramos a la urbanización a mí se me olvidó el conjunto, por lo que le pregunté. Ella lo repitió y me preguntó el precio, yo le respondí que 17.000 pesos, a lo que responde que por qué le voy a cobrar tanto y yo le mencioné que por el recargo nocturno”, detalló el conductor del vehículo para el medio citado.
Al parecer, en viajes anteriores, la tarifa habría sido menor. Así que, en un intento por no salir “estafada”, evitó darle más indicaciones al taxista y le pidió que se detuviera antes de que llegaran al destino.
“Le pregunté el por qué no me había preguntado antes. Ella se molestó un poco y me dijo que la dejara allí (aún no estaba en el edificio al que iba), que no me iba a pagar. Yo le contesté que no me pagara, que entonces la iba a devolver a donde la recogí”.
Esa habría sido la copa que rebasó el vaso. Mientras para el conductor era lo más apropiado tras no recibir su pago, para María fue una señal de alerta que la llevó a tomar medidas desesperadas.
“Cuando ella ve que yo hago el retorno para regresarme, ella dice: ‘para o me tiro’, pero yo no le creí, porque siendo honesto eso es una locura. Abrió la puerta y se lanzó, pero me imagino que como llevaba las manos ocupadas no las metió y se golpeó la cabeza”, lamentó el conductor quien se habría detenido para ayudarla llamando a la línea de emergencias.
En declaraciones entregadas a la prensa y a las autoridades explicó que tomó la decisión de devolverla al punto de partida; ya que, su empresa sanciona a los conductores que “dejen tirados” a los pasajeros. E, incluso, tras el incidente quiso hacerse responsable por ella.
“Yo esperé la ambulancia, nunca escapé. Recogí las pertenencias de ella, y me fui detrás de la ambulancia. Hicimos el ingreso a la Portoazul. Le dije al vigilante lo que pasó y le sugerí que llamara a la Policía. Fue atendida con el seguro del carro. Yo nunca me fuí. Al rato llegó la Sijín, el Tránsito y di la versión. Estuve hasta las 5 de la mañana y me hicieron distintas pruebas y demás”.
Por desgracia, el golpe en la cabeza fue lo suficientemente grave como para que, luego de dos semanas siendo tratada, María falleciera debido a un trauma craneoencefálico, en medio de dudas, que su familia intenta resolver con ayuda de las autoridades.
Y es que, según dijeron a El Heraldo, “no era una mujer de un temperamento vulnerable, si ella se tiró de ese carro fue porque se vio en bastante peligro. Desde que se tiró es porque ella pensó en su momento que hacía eso o hasta allí llegué”. Pero, de momento, solo cuentan con la versión del taxista.