
Contestar llamadas de números desconocidos o no identificados es toda una ruleta rusa: operadores móviles ofreciendo paquetes de datos, bancos recordando a sus clientes deudas o beneficios y, más recientemente, estafadores que buscan tener acceso a su teléfono y datos personales.
Sin embargo, hay quienes sienten el impulso de contestar, pensando que podría tratarse de una emergencia familiar o una llamada importante, como cuando se está en la búsqueda de trabajo o a la espera de una respuesta.
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Pensado en ellos, expertos en seguridad móvil habrían identificado algunos números de los que deberían sospechar, y evitar contestar. La primera señal de alerta pueden ser aquellos números de teléfono demasiado extensos o con un indicativo distinto al de su país de origen. (+57) para el caso de Colombia.
Aunque es imposible afirmar que todos los números que cumplan con estas características sean utilizados por bandas de estafadores. Caso contrario a los que inician con los dígitos 00881 o (+811), ya que no corresponden a ningún país o zona geográfica.
Al igual que con los llamados ‘números fantasmas’ –con indicativos válidos, pero que no dejan registro– pueden ser un intento por acceder a su teléfono y los datos personales que en él esconde: dígase contraseñas, conversaciones, historiales, contactos y aplicaciones de billetera móvil que, a la larga, podrían conectar a los delincuentes con su cuenta bancarias.
El primer paso, entonces, siempre será no contestar estos números, pero si por despiste u olvido llega a hacerlo, lo mejor es colgar de inmediato y revisar que todo se encuentre en orden.
Recordando nunca devolver la llamada, ya que este gesto puede ser utilizado por los delincuentes para tomar el control de su dispositivo o contarle alguna historia con la que intenten estafarlo.
Se conocen, por ejemplo, múltiples denuncias de bandas que, a través de la imitación, se hacen pasar por familiares cercanos para conseguir que las victimas realicen transacciones o consignaciones a sus cuentas. Utilizan una coartada en la que, usualmente, participan dos personas: una haciéndose pasar por familiar de la víctima y la otra por un delincuente (secuestrador la mayoría de las veces) o agente de Policía, que necesita dinero para ayudar a sacar de apuros a su hija, tía, sobrino...
Una nueva modalidad de robo que podría prevenirse con aplicaciones como ‘Truecaller’, diseñada para identificar llamadas y prevenir a sus suscriptores de números sospechosos.
Otras aplicaciones, sin embargo, son utilizadas para estafar
Así como también lo han venido haciendo los denominados “gota a gota” con aplicaciones de préstamo disponibles en dispositivos con sistema operativo Android o iOS. Al lograr acceder al teléfono de sus víctimas realizan depósitos para luego exigirlos de vuelta con cuotas de interés del 100% o más.
Liliana Zambrano, de la dirección jurídica de legaltech y experta en seguridad, le dijo a Infobae Colombia que “esta es una nueva modalidad que están utilizando. Le dicen a una persona que le consignaron y con sus datos básicos a muchos les están haciendo instalar aplicaciones y, al hacerlo, logran secuestrar su información. Se convierte en un ir y venir porque la persona lo que haces es, primero, tratar de resolver su situación financiera devolviendo la plata, pero, después lo que hacen es un hackeo de su información o de su cuenta bancaria”.
Y agregó que “desde hace más de dos semanas se vienen identificando estas aplicaciones, también conocidas como apps, que les están diciendo (a quienes necesitan préstamos): instálenla (nuestra app) y se da cuenta de la información. Entonces la persona lo que haces es instalar la app y cuando se da cuenta ya tiene un mardware en su teléfono”.