La historia de Nicolás Petro y Daysuris Vásquez tiene tintes de telenovela. Los dos personajes que tienen en jaque la presidencia de Gustavo Petro estuvieron juntos desde que no tenían dinero, escalaron en la política, obtuvieron estatus social, se relacionaron con las élites del país, se dejaron seducir por la corrupción y, por culpa de un triángulo amoroso, terminaron su relación, ruptura que llevó a Vásquez a revelar las movidas ilegales de Petro Burgos que ahora salpica la campaña electoral de su padre.
En entrevista con Olímpica Estéreo Liceth Castro, madre de Daysuris Vásquez, reveló que Nicolás Petro llegó a su casa en el barrio Santo Domingo de Guzmán, de Barranquilla, y vivió con ellos un año, cuando no tenía dinero ni trayectoria política.
“Él no era nadie cuando llegó aquí, ese muchacho vino con su maletica y más nada. Mi hija lo ayudó, le hizo campaña, yo de mis ahorros le di la plata a ella para que comprara camisetas, gorras, eso no lo sabe él porque mi hija me dijo: ‘No lo vamos a hacer sentir mal’”, dijo la madre de Day Vásquez.
Las vidas de Nicolás Petro y Day Vásquez siempre estuvieron ligadas con la política. Por un lado, el hijo del presidente nació cuando su padre estaba preso en la cárcel La Picota de Bogotá por su militancia en la guerrilla del M-19, razón por la que Katia Burgos debió llevarse al recién nacido a Ciénaga de Oro (Córdoba).
Contrario a lo que esperaba Kathia Burgos, su familia, con tradición política en la región, la desterró por emparentarse con un guerrillero. La madre del primogénito del presidente fue recibida por Juan Fernando Petro y Clara Nubia Urrego de Petro, tío y abuela de Gustavo Petro, quienes también eran oriundos de Ciénaga de Oro.
Por otra parte, de Day Vásquez se sabe que nació en un humilde barrio barranquillero y empezó desde abajo trabajando con políticos de Barranquilla. Se relacionó con la familia Char y se convirtió en una de sus principales promotoras en las campañas electorales, a tal punto que la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, es la madrina de su primer hijo, quien no tiene vínculo sanguíneo con Nicolás Petro, según contó la señora Liceth Castro.
Mientras Vásquez daba sus primeros pasos en la gestión política, Petro Burgos se graduaba como abogado en la Universidad Pontificia Bolivariana de Montería (Córdoba) y tenía sus primeros acercamientos con las campañas de su padre. En 2011 Petro Burgos recogió firmas para que Gustavo Petro se lanzara a la Alcaldía de Bogotá.
Justamente Petro y Vásquez se conocieron en la capital de Colombia, a donde la barranquillera llegó en 2015 como contratista de la Unidad de Trabajo Legislativo del entonces concejal Hollman Morris, según afirma la revista Semana; sin embargo, Morris Rincón aseveró que Daysuris Vásquez nunca trabajó para él en el Concejo de Bogotá y que tampoco fue él quien la presentó con Nicolás Petro.
Pese a sus relaciones políticas, tanto Vásquez Castro como Petro Burgos eran simples asalariados, sin poder adquisitivo, tanto así que cuando iniciaron su relación vivieron por un año en el barrio Domingo Guzmán, un sector de estrato 1 de Barranquilla, donde la pareja residió en la casa de la familia Vásquez Castro.
En 2019 Nicolás Petro, con el apoyo de su padre, se lanzó a la Gobernación del Atlántico y Day Vásquez se convirtió en la segunda de su campaña, en la que se tuvo que enfrentar a su comadre, Elsa Noguera, quien fue elegida gobernadora. Ese mismo año, Petro y Vásquez contrajeron matrimonio en Barranquilla.
Con Nicolás Petro como Diputado del Atlántico (al quedar de segundo en la elección a gobernador ganó por ley un escaño en la Asamblea) las cosas empezaron a cambiar para la pareja, pues el estatus político adquirido y su relación con el entonces senador Gustavo Petro Urrego, los llevó a mejorar su estilo de vida.
Fue así como Vásquez y Petro pasaron de vivir de un barrio estrato 1 a un mejor sector de Barranquilla, empezando una vida de pequeños lujos, que se multiplicaron con la aspiración presidencial de Gustavo Petro, quien le asignó a su hijo coordinar la campaña en el Atlántico junto a Armando Benedetti.
En medio de las contiendas políticas, Petro Burgos y Benedetti lograron que el candidato Gustavo Petro tuviera un gran impacto en el Atlántico y en la costa Caribe; sin embargo, al parecer ese impacto positivo fue el resultado de alianzas corruptas en la región. El primogénito de Gustavo Petro se reunió con cuestionados políticos de esa zona del país.
Entre las reuniones que se hicieron públicas está la polémica visita a Musa Abraham Besaile, hijo del condenado político cordobés Musa Besaile Fayad, vinculado con el caso Odebrecht y el cartel de la toga.
Tras la elección de Gustavo Petro como presidente, Nicolás Petro le fue infiel a Daysuris Vásquez con Laura Ojeda, para entonces mejor amiga de la barranquillera. Meses después de su ruptura, Day Vásquez decidió revelar decenas de chats con su exesposo en los que hablan de la recepción de dinero para la campaña presidencial por parte de Alfonso del Cristo ‘el Turco’ Hilsaca, empresario vinculado con casos de corrupción, y Santander Lopesierra ‘el Hombre Marlboro’, condenado por narcotráfico.
En las conversaciones Petro y Vásquez hablan de administrar cientos de millones de pesos y comprar un apartamento de 1.600 millones de pesos; a la pareja también se le vio en eventos públicos con prendas de marcas lujosas como Carolina Herrera y Ferragamo. Adicionalmente, la Fiscalía evidenció que la los esposos compraron cinco vehículos: dos Mercedes Benz, una camioneta Toyota RAV, un Mazda 6 y una camioneta Chevrolet Tahoe.
Así, la pareja que empezó desde cero, sin dinero y sin bienes, que construyó su carrera política con perseverancia y que llegó a la élite colombiana, cayó en picada por una traición amorosa y la suntuosa vida de lujos y comodidades que llevaba, que puso en evidencia incongruencias entre sus ingresos y sus gastos.