Quién era el policía acusado de abuso que se suicidó en Bogotá

En la noche del 2 de agosto se reportó la muerte de un patrullero de la Policía Nacional cuando estaba siendo capturado por un presunto abuso carnal contra una menor de edad, por lo que durante el proceso, el uniformado, que no estaba en labor, le quitó el arma de dotación a uno de los agentes que estaba oficializando la detención y se suicidó con un disparo en la cabeza.

El hecho se registró sobre las 8:01 p. m. dentro de un restaurante ubicado frente a la URI de Puente Aranda, en la calle 19 con carrera 40, lugar en el que un grupo de uniformados de la Sijín estaba tramitando la captura de Anderson Javier Gil, un policía de 32 años adscrito a la estación de Fontibón, señalado de abusar sexualmente a una menor de 14 años.

Cabe destacar que Gil no estaba en labores con la institución en el momento de la captura, ya que se encontraba con excusa total de servicio por una fractura en un dedo, por lo que estaba en condición de civil cuando se registraron los hechos dentro del establecimiento.

Luego de que se registrara el suicidio, hasta el sitio llegaron unidades de criminalística del CTI y la Fiscalía General de la Nación para realizar el levantamiento del cadáver, además de incautar el arma con la que el patrullero Gil se quitó la vida ante la mirada de los demás uniformados presentes en el restaurante.

Debido a que el hecho se registró en un establecimiento comercial, el momento en el que el patrullero Gil despojó de su arma a uno de los uniformados presentes fue captado por las cámaras de seguridad del restaurante, grabación que fue publicada en redes sociales.

En el video se observa la presencia de un gran número de uniformados de la Policía Nacional ubicados en las diferentes mesas del establecimiento, mientras el patrullero Anderson Gil se queda en una mesa en la parte baja del enfoque de la cámara en compañía de otra persona también vestida de civil.

Es allí cuando, luego de que la mujer que acompañaba a Gil en la mesa se levanta y camina hacia afuera del restaurante, el patrullero aprovechó el descuido de los uniformados para, sobre las 8:01 p. m., tomar el arma de dotación de uno de los agentes.

Esta acción generó temor en el restaurante, por lo que varias personas intentaron salir del lugar, sin embargo, el uniformado, que estaba de civil, tomó la decisión de terminar con su vida ante la mirada de los presentes.

Hasta el momento la Policía Nacional no se ha pronunciado respecto a este hecho en el que murió el uniformado Anderson Javier Gil, y tampoco respecto a los cargos que este tenía en su contra.

En la tarde del 2 de agosto, la patrullera Paula Cristina Ortega fue asesinada cuando esperaba a bordo de su motocicleta el cambio de color en el semáforo que conecta a la calle 8 con la carrera 17 en el barrio Calixto de Neiva, capital del Huila.

Paula Ortega estaba adscrita al CAI de Ipanema, tenía una hija y llevaba un año en la institución; su muerte habría sido orquestada por un presunto plan pistola a nivel nacional ordenado por las disidencias de las Farc al mando de Iván Mordisco.

Una hora después del crimen, fueron capturados Nelson Ocampo Morales y Yeison Ramírez, señalados de haber asesinado a la patrullera Ortega, que de acuerdo con las autoridades, son oriundos del Caquetá y habrían llegado a la capital del Huila para asesinar a la mujer de 27 años de edad.