Después de 20 años, un alcalde municipal tuvo que renunciar y salir del país por amenazas de grupos armados

La Federación Colombiana de Municipios reprochó que el alcalde de Playa de Belén (Norte de Santander), Ider Humberto Álvarez, tuviera que abandonar su cargo por falta de garantías, algo que no ocurría desde la época más álgida del conflicto colombiano

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El alcalde de Playa de
El alcalde de Playa de Belén se fue del país y renunció a su cargo por las amenazas de grupos armados. (Twitter @VOZPORLAPLAYA)

Para la Fedemunicipios la situación de orden público en Colombia está en franco declive, luego de que por primera vez, después de 20 años, un alcalde del país tuviera que renunciar a su cargo porque no cuenta con las garantías por parte del mismo Estado para ejercer su labor.

“La renuncia de un mandatario local por amenazas a su integridad física y familiar no se veía en el país desde hace más de dos décadas cuando vivimos el primer fracaso del proceso de paz con las FARC; el día de ayer el Alcalde de La Playa de Belén en Norte de Santander, Ider Humberto Álvarez, renunció a la primer magistratura local en aras de proteger su vida y la de sus familiares”, señalaron en un comunicado.

El mandatario local, en la mencionada población de la región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, salió del país por las constantes amenazas y atentados que perpetraron en su contra grupos armados que delinquen en esa zona del país desde que inició su mandato en 2020.

Álvarez incluso fue extorsionado por disidencias de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), quienes le exigieron hasta 150 millones de pesos por no acabar con su vida.

Asimismo tomó la decisión de renunciar a su cargo como alcalde por medio de una carta enviada al gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, en la que resaltó que la situación para ejercer su trabajo resultaba insostenible por las graves amenazas y acciones violentas en su contra.

“Los grupos al margen de la ley no dan muestras de paz, por lo tanto, resulta muy complejo retar a los grupos para poder ejercer nuestro oficio. Yo no seré un mártir de una guerra sin sentido; se debe garantizar la seguridad de toda la comunidad en los territorios, que estemos cómodos y tranquilos”, expresó Álvarez.

El alcalde lamentó la falta de apoyo por parte del Gobierno Nacional, pues el mandatario del municipio de Tibú (en Norte de Santander), Nelson Leal, también tiene amenazas por los grupos armados que operan en el Catatumbo, y despacha en remoto desde Cúcuta.

Ante este triste fin de la gestión del alcalde de Playa de Belén, Fedemunicipios le insistió al presidente de la República, Gustavo Francisco Petro, en su petición de proteger a los gobernantes municipales, en especial por el inicio de las elecciones regionales.

“(Reiteramos el) pedido al Gobierno Nacional de reforzar la seguridad del país, especialmente la de los mandatarios locales, y de brindar garantías para el ejercicio electoral que se realizará el próximo 29 de octubre”, afirmaron.

Incluso reprocharon que la política de paz total del mandatario no estaría mostrando resultados para proteger a quienes son elegidos popularmente en sus poblaciones.

“La Federación Colombiana de Municipios en conjunto con la Defensoría del Pueblo realizó un encuentro con alcaldes y alcaldesas de las zonas más afectadas por la violencia en la actualidad donde los mandatarios locales denunciaron la difícil situación que se vive en la “Colombia Profunda” y a la fecha la situación no ha cambiado; al contrario vemos como el país está retrocediendo en materia de seguridad y los mandatarios locales vuelven a ser objetivo militar de los grupos armados ilegales que están “cogobernando” en algunas regiones”, agregaron.

Atentados contra el alcalde de Playa de Belén

La primera arremetida hacia Álvarez ocurrió el año pasado y se produjo en la vía que comunica los municipios de La Playa con Ocaña, cuando su vehículo recibió 15 disparos que le hicieron hombres que se desplazaban en motocicleta. En este hecho el ahora exalcalde resultó ileso, pero uno de los hombres que los acompañaba en su esquema de seguridad fue herido.

“He recibido amenazas de muerte en varias oportunidades, por eso me ha tocó despachar desde Cúcuta”, dijo a los medios de comunicación el funcionario en esa oportunidad.

Por este hecho, el mandatario se vio obligado a ejercer su labor desde Ocaña, pero cuando quiso volver a su pueblo, a inicios del mes de junio, fue hostigado a ráfagas de fusil desde los cerros aledaños. Álvarez se refugió en la Alcaldía y luego escapó por una ventana.

En un reciente consejo de seguridad realizado en Cúcuta, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, había dado la orden a los gobernantes locales de que ejercieran sus labores desde sus municipios, a pesar de que no hubiera garantías de retornar seguros.

(Con información de EFE)

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