Una vez más tambalea el entrenador del Junior por los malos resultados. Un hecho que se ha vuelto recurrente en los últimos años sin importar la persona que se siente en la “silla caliente”, pues arranca con una expectativa muy alta, como ocurre actualmente con Hernán Darío Gómez, y termina yéndose por la puerta de atrás.
Solo en el último año, desde agosto de 2022, el cuadro barranquillero tuvo a cuatro técnicos, todos ellos reconocidos y con perfiles distintos, pero con el mismo resultado y frustración: no cumplir con los objetivos en una institución que sabe conformar nóminas con inversiones altas para el fútbol colombiano.
De esta manera es que la frase “proyecto deportivo” se convirtió en una promesa tanto vacía como olvidada en un Junior, que tuvo un momento de gloria entre 2017 y 2020, se encaminó a ser superior sobre sus rivales y ahora vive del recuerdo por las malas campañas y no tener un camino claro.
Sin confianza en los procesos
Al ser un equipo histórico del fútbol colombiano, todo técnico que llega al Junior sabe que debe lidiar con la presión, no solo de lo que significa la institución, sino con su afición y una ciudad que se involucra demasiado con el entrenador, jugadores y directivos.
Esa tensión en los Tiburones con los barranquilleros para conseguir buenos resultados provocaron que los procesos a largo plazo sean una ilusión, prueba de ello es que entre 2016 y 2023 se han tenido 13 proyectos deportivos, nueve timoneles y ninguno de ellos dejó una guía para que su sucesor continuará el trabajo.
La cosa se complica si se mira el tiempo que han durado los técnicos en Junior en las últimas ocho temporadas, porque ninguno alcanzó un año completo. Solo Julio Comesaña entre mayo de 2019 y septiembre de 2020, pero no trabajó durante seis meses por la pandemia del covid-19.
Otro dato a destacar es que los rojiblancos han tenido a tres técnicos con más de un ciclo entre 2015 y 2022: Alexis Mendoza (2015-2016 y 2018), Arturo Reyes (2021 y 2023) y el uruguayo Comesaña (2017, 2018, 2019-2020 y 2022).
El último proyecto serio
Tal como se referenció previamente, es difícil hablar de un proyecto deportivo serio, a largo plazo y con futuro en el Junior de Barranquilla, a excepción del que lideró Alexis Mendoza, consiguió un título y estuvo a punto de alcanzar otro, pero las diferencias con la junta directiva acabaron todo.
En noviembre de 2014, cuando el equipo se quedó afuera de los cuadrangulares del campeonato colombiano, el ídolo del club llegó en reemplazo de Julio Comesaña para afrontar el Apertura 2015, pero lo eliminaron en los playoff con el polémico partido que perdieron en el escritorio por 3-0 al tener cuatro extranjeros en cancha ante Medellín, cuando la norma indicaba un máximo de tres foráneos.
No obstante, las cosas mejoraron en el segundo semestre porque consiguieron la Copa Colombia ante Santa Fe, en el estadio El Campín y rompieron una racha de cuatro años sin títulos oficiales, después pelearon por el torneo Finalización y cayeron en penales ante Atlético Nacional.
Los buenos resultados de 2015 le habían dado un voto de confianza a Alexis Mendoza al mando del Junior, repitió la fórmula y nuevamente alcanzó la final en el Apertura 2016, cuando fue derrotado por el Medellín, pero el 19 de julio acabó su proceso porque Fuad Char, máximo accionista, no quiso contratar a Teófilo Gutiérrez, el entrenador se disgustó y renunció tras 92 partidos.
Comesaña, el que apaga los incendios
Para nadie es un secreto que la relación del Junior con Julio Comesaña es de las más polémicas, llamativas y extrañas del fútbol colombiano, porque el uruguayo ha dirigido al club en 10 ocasiones entre 1991 y 2022, ganando tanto amores como odios en la hinchada, jugadores y directivos.
Pese a ser el único entrenador que consiguió más de un título de Liga, incluso logró tres y el subtítulo de la Conmebol Sudamericana 2018, siempre lo han llamado para cumplir una tarea: reemplazar un técnico que dejó al club en una crisis deportiva, mejorar las cosas, quedarse unos meses y salir por resultados adversos.
Solo en una ocasión el uruguayo salió de la mejor manera en el Junior y fue en diciembre de 2018, cuando renunció tras conseguir la octava estrella y anunciado su retiro, cosa que solo duró cinco meses porque retomó el cargo en 2019 y alcanzó la novena liga.