Siguen las renuncias en la Superintendencia Financiera: ¿qué está pasando?

Tras la llegada de César Ferrari a la entidad en mayo, más de 12 funcionarios renunciaron. La mayoría lo hizo por protocolo

Sede de la Superintendencia Financiera de Colombia en Bogotá.

Siguen las renuncias de funcionarios de la Superintendencia Financiera de Colombia. Además de las que pidió en mayo el superintendente César Ferrari, el 31 de julio renunciaron más personas a esta entidad.

Esto, tras una solicitud hecha en la Secretaría General de la entidad en la que se solicitó la renuncia de algunos funcionarios de la dirección de la Diid, la Secretaría General, la Jefatura de Delegados Adjuntos, la de Delegados, la Dirección Jurídica y la Jefatura de Control Disciplinario.

Una de las renuncias es la de la directora de investigación, innovación y desarrollo, Camila Quevedo Vega, que estuvo siete años en la entidad, en la que tuvo varios roles, según cuenta La República: asesora - superintendente delegada para Riesgos y directora de investigación, innovación y desarrollo.

Además, en 2012 ya había sido parte de la Superintendencia Financiera por dos años y ocho meses en el cargo de asesora - superintendente delegado para Riesgos.

Otra que dio un paso al costado es la subdirectora de Regulación, Diana Castañeda, quien es abogada.

Hace unos días también renunció la directora legal, Jeannette Santacruz. El medio cuenta que en diciembre de 2017 fue nombrada en este cargo de la Superintendencia Financiera y llevaba allí más de 30 años. También, que había trabajado en diversas funciones como asesora del director legal, jefe de la División Legal Bancaria y abogada de la oficina legal. Y se desempeñaba también como profesora de legislación financiera en la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, cuando fue nombrada como directora legal.

Las renuncias de César Ferrari

El superintendente financiero, César Ferrari, tras asumir el cargo, solicitó la renuncia protocolaria a seis jefes de área. Se trata del director de la Diid, el secretario general, el jefe de delegado adjuntos, el de delegados, el director jurídico y el jefe de control disciplinario.

Una situación de este tipo no sucedía desde hace 15 años, tiempo en el que no se habían hecho cambios de técnicos de ese nivel en la entidad financiera. En algunos casos, como el adjunto institucional, el director de la Diid y tres delegados, no renunciarán porque no se habían posesionado en esos cargos en calidad de interinos.

César Ferrari, superintendente Financiero de Colombia. Foto: Superintendencia Financiera de Colombia.

Esta solicitud fue hecha por Ferrari en una reunión en la Secretaría General que tuvo lugar en la tarde del 9 de mayo, menos de una semana después de haberse posesionado como superintendente financiero tras la renuncia de su antecesor, Jorge Castaño, que estaba en ese cargo desde hacía siete años.

Algunos expertos comenzaron a especular acerca de las razones que habrían llevado al nuevo superintendente a tomar esta decisión. Jhon Torres Jiménez, analista económico, le dijo al diario La República que “es muy difícil saber las razones por las que se pidió la renuncia a los seis funcionarios, pero va más con el perfil de lo que él quiere que se haga en una entidad tan importante como la Superfinanciera”.

Jorge Castaño renunció a la Superintendencia Financiera

Jorge Castaño renunció como superintendente Financiera de Colombia el 4 de mayo del 2023. En la entidad duró 17 años, de los cuales, seis fueron en el cargo.

El ahora exfuncionario venía de hacer fuertes declaraciones en el reciente Congreso de Asofondos. Primero recalcó la importancia del ahorro en el sistema pensional para que de ahí “se generen alternativas de liquidez en el mercado, se profundice el mercado de deuda privada y se desarrollen los fondos de capital privado”.

Jorge Castaño, exsuperintendente Financiero. Foto: Asofondos.

Luego, hizo un llamado a los inversionistas institucionales para que dejen de especular y apoyen las emisiones de deuda para contribuir al desarrollo del mercado de capitales. Por eso, les pidió que trabajen “sobre lo fundamental” y no sobre “sesgos coyunturales” para así recuperar la confianza de la economía y de los mercados, dejando el miedo de lado.

Una de las decisiones más polémicas de Castaño en los últimos meses fue el alza en la tasa de usura, que es el interés máximo que se puede cobrar por morosidad en los créditos de consumo y los ordinarios. Esto, para evitar el endeudamiento de los colombianos y contrarrestar la inflación. La misma estuvo en 47.09% en abril tras varios meses al alza, pero para mayo tuvo una disminución de 1,68% y quedó en 45,41%.