Un alarmante dato fue revelado por la subdirectora nacional de Migración de Panamá, María Isabel Saravia, al señalar que en los primeros siete meses del 2023 se superó la cifra de migrantes que cruzaron por la selva del Darién durante el año pasado. De acuerdo a los datos arrojados por la funcionaria internacional alrededor de 250 mil migrantes cruzaron la hostil jungla colombo-panameña del 1 de enero al 30 de julio.
Los riesgos cómo los climas hostiles, los peligros de la jungla y el accionar de los grupos criminales acechan a las personas que transitan la selva del Darién. De acuerdo con los registros de los 248.901 migrantes, más de la mitad son de nacionalidad venezolana, seguidos por los ecuatorianos y haitianos. De igual forma se destaca que en el peligroso tramo del sur hasta el centro del continente se han visto numerosos asiáticos y africanos.
Pero otro porcentaje que preocupa aún más es la cantidad de niños, niñas y adolescentes que son conducidos en la temeraria travesía, de acuerdo con lo afirmado por la directora de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Martha Keays, los infantes que afrontan este duro viaje “viven un sufrimiento inimaginable”.
Respecto a la participación de organizaciones internacionales comentó Keays las graves secuelas físicas y emocionales con las que llegan los pequeños migrantes cuando son atendidos con ayuda humanitaria: “Con heridas, deshidratadas, en shock, con reacciones alérgicas severas y complicaciones de embarazos o enfermedades crónicas que pueden agravarse en los miles de kilómetros que aún tienen por delante para llegar a su destino”.
Entretanto afirmó la directora de la Federación Internacional de la Cruz Roja sobre la utilidad de las ayudas que vienen de organismos humanitarios internacionales
“Es insuficiente, pero es y seguirá siendo urgente si, como estimamos, el número de personas que cruza el Darién llega a duplicarse en los próximos meses”.
De acuerdo con lo establecido por las autoridades migratorias panameñas sí continúa así el paso de personas por los 266 km de largo y las 575.000 hectáreas de superficie de la jungla, para final de año se estima que hayan cruzado alrededor de 400.000 personas.
Migrando la infancia
En los últimos cuatro años cerca de 612.705 personas han transitado por la espesa jungla, y de esos el 20% son niños; o sea, un aproximado de 120.000 menores.
Precisamente los menores de edad forman parte de las poblaciones más afectadas por este panorama. El ministerio de Seguridad Pública de Panamá informó que durante los meses que han transcurrido del 2023 han cruzado más 40.000 niños la selva del Darién, en total han sido 40.458 menores migrantes: 21.135 niños y 19.323 niñas.
Las autoridades internacionales han señalado el riesgo que corren los menores de edad debido a las hostiles condiciones climáticas, la venenosa flora que puede haber y la peligrosa fauna que abunda en el paraíso selvático. Al respecto la directora del Servicio Nacional de Migración Zamira Gozaine mencionó un desgarrador panorama en el que han llegado a encontrar las autoridades internacionales: “niños abandonados y otros, junto al cadáver de sus madres”.
“Algunos no se sientan en un centro educativo desde hace dos o tres años y otros, por este trayecto, son víctimas de delitos contra su integridad, sufren las inclemencias del tiempo, pasan hambre, frío, miedo o son separados de sus padres en la selva”.
Desde Panamá José Manuel Pino, ministro de Seguridad Pública, aseguró que los menores de edad migrantes no sólo afrontan los riesgos de la selva, sino de otros factores que complican seriamente su crecimiento: “Hay mucha preocupación porque son niños migrantes de su entorno social y sacados de sus escuelas para hacer una travesía peligrosa, en donde quedan expuestos a grupos criminales”.