El exnarcotraficante Samuel Santander Lopesierra, mejor conocido como el ‘Hombre Marlboro’, causó polémica al inscribir su candidatura a la Alcaldía de Maicao, La Guajira, tras recolectar más de 63.800 firmas, luego de haber permanecido 19 años detenido en Estados Unidos por narcotráfico, motivo por el que la legalidad de su aspiración sigue siendo discutida.
Aquellas firmas, radicadas bajo el partido Movimiento Alternativo Independiente, todavía están bajo revisión por parte de la Registraduría y el controvertido candidato necesitaría que solo 27.000 sean válidas para respaldar sus intenciones políticas.
Sin embargo, al Consejo Nacional Electoral (CNE) llegó una demanda para que no se revisen las firmas al considerar que Lopesierra está evidentemente inhabilitado para cualquier cargo de elección pública, debido su condena en Estados Unidos. El problema es que el CNE necesita documentación oficial que demuestre la condena, pues los registros en medios de comunicación no son suficiente para ello.
Aunque en la campaña del Hombre Marlboro aseguran estar tranquilos, existe un documento de la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, conocido por la Revista Semana, que podría ser la prueba que tumbe su candidatura. Allí se demostraría que, en efecto, existió la condena, que la defensa del exnarcotraficante apeló, y que el fallo se ratificó.
Los abogados habían alegado que el juez que estuvo a cargo del proceso presionó a los jurados para que dieran un veredicto unánime de culpabilidad, pero la Corte rechazó tal argumento.
Se trata de un oficio de 24 folios con el que se demostraría una clara violación al artículo 122 de la Constitución, que dice que no podrán ser inscritos candidatos a cargos de elección popular ni elegidos quienes hayan sido condenados por cargos de narcotráfico tanto en Colombia como en el exterior.
De todas maneras, los abogados de Lopesierra, de ser elegido alcalde de Maicao, acudirían a la Convención Americana de Derechos Humanos para alegar que no se puede destituir a ningún servidor público electo mediante voto popular si no hay una sentencia en firme proferida por un juez penal. Por eso, se avecina toda una discusión jurídica que tendrá de fondo la posibilidad de que personas que hayan sido condenadas por diferentes delitos puedan aspirar a cargos políticos.
Sobre Lopesierra también pesa la presunta relación que tendría con Nicolás Petro, el hijo del presidente Gustavo Petro, por supuestamente haber entregado 600 millones de pesos para financiar la campaña presidencial de su padre, aunque el dinero nunca llegó a su destino y en su lugar fue utilizado para comprar una lujosa mansión a las afueras de Barranquilla.
“Hombre Marlboro” buscó anular su condena mientras estaba preso en Estados Unidos
La Revista Semana dio a conocer también una “jugada” que ejecutó Santander Lopesierra mientras que cumplía su condena en los Estados Unidos. Mediante un recurso que interpuso ante la justicia norteamericana, el exnarcotraficante buscó anular su estadía en el penal en el que permanecía retenido.
La razón que el ahora aspirante alegó para que el recurso tuviera validez era que su proceso había registrado demoras en la etapa de juicio y, además de ello, eso había desencadenado en una privación injusta de su libertad. A pesar de que los abogados de Santander Lopesierra presionaron durante varios meses buscando la salida de su cliente de la cárcel, la justicia negó dicha posibilidad.
La Corte de Apelaciones de Columbia, distrito en el cual cumplió su condena, indicó en aquella oportunidad que en el recurso interpuesto por el criminal no era válida como una vulneración alegada, razón por la cual el tribunal rechazó la medida. El ente judicial señaló además que no había razones suficientes para probar que el juez que llevaba adelante su proceso hubiera emitido algún tipo de presión sobre los miembros del jurado para que Santander Lopesierra fuera declarado culpable bajo unanimidad.
Al no ser aceptado su recurso, el Hombre Marlboro cumplió la condena que le fue inicialmente impuesta por haber traficado más de dos toneladas de cocaína hacia los Estados Unidos y regresó al país en 2021. Tras su regreso, al narcotraficante se le ha visto relacionado con el presidente de la República, Gustavo Petro, por quien además hizo campaña política en La Guajira antes de las elecciones presidenciales del 2022.