Menor de edad fue asesinado cuando sicarios ingresaron a su vivienda en Cartagena

El joven de 17 años fue identificado como Ángel Miguel Ávila Baldovino. Lo presuntos delincuentes no han sido capturados

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Un menor de edad y un comerciante fueron asesinados en hechos aislados por sicarios en Bolívar.
Imagen de referencia: iStock
Un menor de edad y un comerciante fueron asesinados en hechos aislados por sicarios en Bolívar. Imagen de referencia: iStock

Hay conmoción entre los habitantes del barrio Villa Hermosa de la ciudad de Cartagena, luego de que se presentó un acto sicarial que cobró la vida de un menor de 17 años en la noche del viernes 28 de julio.

Iris Ávila Baldovino habló con El Universal sobre el homicidio de su hijo Ángel Miguel Ávila Baldovino. La mujer manifestó que los sicarios esperaron que ella saliera para poder ingresar a su vivienda y matarlo. “Si yo hubiera estado ahí me habría hecho matar por él”, dijo Iris al medio anteriormente citado.

Al mismo tiempo, la mujer aseguró que sentía rabia, ya que en las redes sociales circula una información que, según ella, es totalmente falsa. Algunos internautas indicaron que el Monito, como lo llamaban sus familiares y amigos, lo estaban acechando porque estaba robando por el sector. “Eso es falso. Mi hijo no estaba robando”, aseguró la madre de la víctima.

No obstante, Iris Ávila, reconoció que Ángel Miguel, al parecer, se hizo amigo de una persona adulta que lo estaría llevando por malos pasos y ella se lo advertía.

“Pero mi hijo, a sus 17 años, se dedicaba a oficios varios y precisamente ese día había llegado a la casa a buscar su documento de identidad porque le habían conseguido un trabajo de albañilería”, explicó la familiar.

En otros detalles, Iris contó que el adolescente tenía poco tiempo de haber llegado del municipio de Arjona, donde vivía con su mujer, quien quedó embarazada del menor.

La madre del hoy occiso precisó que ella salió de su casa sobre las 10:00 p. m., hacia la farmacia a comprar una pastilla puesto que se sentía mal de salud. Manifestó que una vez llegó al establecimiento escuchó los disparos. Sin embargo, cuando iba de regreso a su residencia, ubicada exactamente, en el sector conocido como Central 2, los vecinos le avisaron que le habían disparado a su hijo.

Cuando Iris Ávila entró a la casa, explicó que al joven ya lo habían trasladado al Centro de Atención Permanente (CAP) Arroz Barato para recibir los primeros auxilios. “Eran dos y dejaron la moto afuera. Entraron hasta el patio de la casa y le dispararon cinco veces, pero solo una bala lo alcanzó. Fue remitido al Hospital Universitario del Caribe y allí murió”, añadió.

Sobre este caso, la Policía Metropolitana de Cartagena no entregó ningún reporte, ni señaló si hubo capturas.

Otro caso de sicariato en Bolívar

El hecho ocurrió en el corregimiento de Retiro Nuevo, en zona rural de Marialabaja, donde asesinaron a un comerciante a plena luz del día.

Sobre las 3:00 p. m., del viernes 28 de julio, un sujeto que iba de parrillero en una motocicleta desenfundó su arma de fuego y atacó a bala a Gustavo González Díaz quien murió en el acto. El responsable le disparó a quemarropa.

Algunos testigos les confirmaron a la Policía de Bolívar que los sicarios atacaron cuando a la víctima departía en una vivienda con amigos y que luego de impactarlo emprendieron la huida hacia vía nacional.

Sobre su homicidio hay varias hipótesis; sin embargo, nada está esclarecido aún, sin embargo, las autoridades conocieron que el hombre supuestamente estuvo recibiendo amenazas. Esa declaración y las anotaciones que tenía Gustavo en el Sistema Penal Oral Acusatorio serán el punto de partida de los investigadores para esclarecer el crimen.

Una ojiva y una vainilla calibre 9mm son los elementos que encontraron los uniformados que llegaron a la escena del crimen, donde realizaron las respectivas labores de recolección de información, inspección técnica a cadáver y entrevistas.

Finalmente, se conoció que el comerciante de ganado, de 43 años, tenía dos anotaciones por abigeato, una por lesiones culposas, una por violencia intrafamiliar, una más por lesiones personales y otra por inasistencia alimentaria.

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