Esto se sabe del empresario de automóviles que se quitó la vida en Bogotá: una deuda, un enredo con criptomonedas y una denuncia por extorsión

El fallecido ciudadano había asegurado, ante la Fiscalía General de la Nación, que un hombre con el alias de “El africano” lo había amenazado de muerte en nombre de la Oficina de San Andresito de la 38

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El final de la vida
El final de la vida del empresario Carlos Mauricio Cortés Hernández ocurrió en medio de la continuación de amenazas en su contra. El caso sigue siendo materia de investigación Imagen de referencia de iStock

El 21 de julio del año en curso fue hallado el cuerpo sin vida del empresario Carlos Mauricio Cortés Hernández. El ciudadano, que habría decido provocarse la muerte por ahorcamiento, tenía un reconocido local al norte de Bogotá dedicado a la comercialización de automóviles. Dentro de su inventario tenía ejemplares de Porsche, Maserati, BMW y Mercedes. ¿Quéhay detrás del fallecimiento del hombre? ¿Por qué se habla de la existencia de negocios turbios?

De acuerdo con lo que señala la investigación, al menos de manera preliminar, es que la muerte de Cortés Hernández, causada por un presunto suicidio, estaría relacionada a su negocio de carros, a un enredo con criptomonedas y a la denuncia de extorsión que hizo antes de su deceso. Los hostigamientos en su contra, según reveló, habrían sido hechos por parte de la Oficina de San Andresito de la 38.

El fallecido ciudadano había manifestado, ante la Fiscalía General de la Nación, que un hombre con el alias de El africano lo estaba amenazando en nombre de la Oficina. Aquel señalado delincuente le aseguraba que era un sicario que trabajaba para aquella organización. Cortés, entonces, interpuso una denuncia en la que destacó que estaba siendo víctima de extorsión agravada, estafa y amenazas.

Dentro de ese proceso entra el nombre de Leonardo Zapata Peláez, un consultor financiero que desempeñaba sus labores dentro del sector de las criptomonedas y de los carros de lujo. Este hombre habría adquirido una deuda con Cortés Hernández, por lo que, como prenda de la obligación financiera, le dio cuatro carros de alta gama. La deuda, según destaca la investigación, ascendía a los 2.500 millones de pesos, aproximadamente.

Aunque los vehículos de alta gama que le había dado eran de alto valor, no alcanzaban a saldar toda la deuda. La Land Rover Defender, una Mercedes Benz G63, un Porsche 911 y una BMW X5 alcanzaban a saldar solamente 2.370 millones de pesos.

Fue entonces que las amenazas empezaron a llegar a la vida de Carlos Mauricio Cortés Hernández. La primera de ellas llegó el 17 de noviembre del año 2022. “Estoy en portería, mijo (...) te llamo y no contestas. Sr. Mauricio lo sigo esperando”, se lee en los mensajes de texto que le enviaba El africano al comerciante al lado de fotografías de su casa. Al ciudadano le exigían devolver los carros, de lo contrario, amenazaban con matarlo a él y a su familia.

El fallecido ciudadano había asegurado,
El fallecido ciudadano había asegurado, ante la Fiscalía General de la Nación, que un hombre con el alias de El africano lo había amenazado de muerte en nombre de la Oficina de San Andresito de la 38

Fue tal la presión que el comerciante decidió devolver los carros.

Días antes de que las amenazas empezarán a hacerse en contra de Carlos Mauricio Cortés, exactamente el 11 de noviembre, Leonardo Zapata Peláez se fue del país. El hombre, en medio de la investigación, decidió otorgar una entrevista al diario El Tiempo. Según dijo, su deuda con Cortés no era tan alta, y que realmente era de 1.800 millones de pesos.

“En octubre 2021 conocí a la gente de Dailycop (criptomoneda colombiana), e invertí 3.150 millones de pesos. Me fue bien y otras personas, al ver el éxito, me buscaron, pero les decía que era un negocio de riesgo. Meses después, esa moneda se desplomó (...) Me llamaban para extorsionarme desde la ‘Oficina de envigado’, ‘San Andresito de la 38′ y miembros de ‘la Cordillera’. Por eso salí del país”, reveló en su conversación con el medio de comunicación nacional.

De acuerdo con lo que explicó, estando fuera del país decidió contactarse con Cortés Hernández para intentar comprar los carros que le había dado como prenda. “Buscaba que Carlos recuperara el dinero que invirtió y me diera el restante”, dijo al detallar que el empresario también habría invertido en aquel negocio.

Así mismo, decidió interponer acciones legales en contra de Cortés Hernández pues, según él, el comerciante había estado falsificando su firma para vender los carros que le había dado a modo de pago. Denunció, entonces, que los carros habían sido robados. Lo que determinó la investigación en ese caso es que no se había presentado un hurto, pero sí un abuso de confianza.

El final de la vida del empresario Carlos Mauricio Cortés Hernández ocurrió en medio de la continuación de amenazas en su contra. El caso sigue siendo materia de investigación.

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