En Colombia, especialmente en Cali, las personas mayores de 50 años conocen o han oído el nombre del ‘Monstruo de los mangones’, un misterio que puede ser un sádico caso que quedó en la impunidad o tan solo una leyenda urbana creada para generar pánico en los niños durante la década del 60 y 70.
En la capital del Valle del Cauca entre 1963 y 1967 se reportaron más de 20 hallazgos de menores de edad sin vida, con signos de tortura, algunos con señales de abuso sexual e inclusive algunos cuerpos fueron encontrados sin órganos. El factor en común entre los macabros asesinatos es el denominado asesino serial ‘Monstruo de los mangones’, una persona a la que se le atribuyen los sádicos homicidios que se tomaron toda Cali durante los 60.
En 1963, fueron cinco perturbadores hallazgos los que realizaron las autoridades, que empezaron el 5 de noviembre con el cuerpo de un niño de 10 años que se desempeñaba como voceador de prensa y que fue encontrado en el barrio Santa Rita al oeste de la capital caleña. En lo restante del mes de noviembre y diciembre se registraron otros cuatro cuerpos de niños abandonados en la capital vallecaucana, los signos de tortura y el tono blanco de los cadáveres a los que presuntamente les habían drenado la sangre, crearon el ambiente perfecto para que la prensa relatara los misterios del asesino que denominaron Monstruo de los mangones.
Durante 1964 aumentaron a 13 los registros de los cuerpos de infantes con signos de agresiones y abuso abandonados en toda Cali, los macabros signos de tortura en los cadáveres hallados incluían heridas con una aguja en el tórax, cuerpos sin ojos y hasta momificados.
No fue sino hasta 1967 cuando se dejaron de registrar los hallazgos de cadáveres de niños en las zonas verdes y mangones de la ciudad caleña, aunque no fue por la acción de las autoridades, ya que en la actualidad los homicidios atribuidos en contra del señalado asesino serial están en completa impunidad.
Una de las versiones preliminares que hicieron las autoridades del Valle del Cauca era la posibilidad de que los cadáveres hubiesen sido sacados de los cementerios y puestos en los diversos sectores de Cali, aunque ampliamente la opinión general junto a la prensa reprochaban esta hipótesis.
Otro de los rumores que circulaban era que el denominado monstruo de lo Mangones era el propietario de un importante hotel de Cali. De acuerdo con algunas versiones, el reconocido empresario era sospechoso debido a su orientación sexual y condición mental por lo que fue señalado como el responsable de los macabros homicidios, aunque ha sido ampliamente descartada esta hipótesis acreditada más a una leyenda urbana.
Precisamente algunos caleños recuerdan con impacto las historias de desapariciones y hallazgos de inocentes niños que caían en las fauces del señalado asesino serial. Mercedes Hurtado, una mujer que tuvo su infancia en las décadas mencionadas en la capital vallecaucana indicó:
“Fueron muchos niños más yo recuerdo que en ese entonces el barrio Villa Nueva era más extenso y del barrio se perdieron varios niños en especial recuerdo un vecino de nombre Rafael. y tenía problema mental y no se volvió a saber nada de él y otros más que no salió a la luz la demanda de las madres que cabeza de hogar la policía en ese tiempo no ponía mucha atención a ciertas demás reportaban los que aparecía los cuerpos no más”.
En 1982, casi 20 años después del primer homicidio el cineasta Luis Ospina junto a la otra leyenda del cine caleño, Carlos Mayolo, realizaron la película ‘Pura sangre’, un film de terror que mostraba la historia del monstruo de lo Mangones, un empresario sobrenatural con comportamientos de vampiro quien drenaba la sangre de sus jóvenes víctimas. La película fue ampliamente reconocida a nivel internacional como la primera producción audiovisual de calidad de terror del país.
El misterio que involucra los asesinatos del Monstruo de los mangones aún está sin resolver, los sádicos homicidios de los niños caleños quedaron en la impunidad y él único registro que tiene la historia del enigmático asesino serial son los relatos contados por la prensa o en películas y cuentos sobre el sádico homicida que convive entre la realidad y ficción.