El Ejército Nacional ya no podrá reclutar a personas palenqueras de manera obligatoria, según el fallo de una jueza que le dio la razón a un joven que se había negado a prestar servicio militar por sus creencias, pero lo trasladaron a un batallón en Meta y posteriormente lo procesaron por deserción.
Se trata de un hecho que también estaba bajo estudio de la Corte Constitucional desde 2021, debido a que la ley en el país no contempla que las comunidades raizales, palenqueros y de consejos comunitarios queden exonerados de esta medida junto con los indígenas.
De esta manera, el joven se convirtió en la primera persona afrocolombiana que le gana un pulso al Ejército respecto al servicio militar obligatorio, aunque alcanzó a cumplir siete meses de labores en Villavicencio en medio de sus peticiones para volver a su hogar y mantener a su familia.
Reclutado por no tener un registro civil
Breiner Torres Cassiani era un joven de 19 años que pertenecía a una comunidad en San Basilio de Palenque, de donde era oriundo, tenía en ese momento un bebé recién nacido y sin ninguna intención de prestar el servicio militar obligatorio, como dicta la ley en Colombia.
Sin embargo, un 15 de agosto de 2021, la vida le cambió de un día para otro durante una de las llamadas “batidas” del Ejército, debido a que dos uniformados le preguntaron si había definido su situación militar, les dijo que no y en poco tiempo se lo llevaron para que integrara las Fuerzas Armadas.
Breiner dijo a los soldados que no podía prestar el servicio debido a que era palenquero, pertenecía a una comunidad afro y tenía un hijo, pero su desgracia fue no contar con un registro civil por “no tener los medios económicos para pagarlo”, como citó el periódico El Espectador.
Siete meses sirviendo a una injusticia
El joven palenquero pasó de vivir una vida normal con su comunidad y su familia, a usar un uniforme del Ejército en el Batallón de Ingenieros Carlos Albán Estupiñán en Villavicencio, sin saber qué iba a pasar con su hijo, de qué manera lo podía ayudar económicamente y sin que nadie le pudiera creer en las Fuerzas Militares.
Debieron pasar siete meses hasta el joven tuvo permiso de volver a San Basilio de Palenque, donde debía radicar el registro civil de su bebé para que lo entregara el Ejército, pero jamás volvió a dicho lugar y unos uniformados lo detuvieron para que respondiera ante la Justicia Penal Militar por los delitos de deserción, abandono del puesto y peculado culposo.
Durante pocos días, Breiner Torres estuvo detenido y después fue dejado libre, se declaró inocente de todos los cargos y fue la jueza del Juzgado Promiscuo de Turbaco quien falló a favor del acusado, quien presentó su certificado de que pertenecía a una comunidad afro y las FF. MM. le explicaron los pasos para descargar su libreta.
“Un caso particular”
Fernando Tamayo, abogado de la Universidad de Los Andes, participó en la defensa de Breiner Torres por su situación en el Ejército y explicó el proceso para El Espectador: “Acá hay un caso particular. La ley que regulaba el reclutamiento y control de reservas militares consagra que los pueblos indígenas no pueden ser obligados a prestar el servicio militar obligatorio. Pero no dice nada de la población afro”.
“Casi siempre que se presenta una demanda de inconstitucionalidad se demanda un texto porque este no es compatible con la Constitución. Pero en este caso se presentó que lo que se consagra en la Ley está bien, pero hay un punto que no se consagra en la ley y eso la hace inconstitucional”, dijo el abogado respecto a la sentencia C-433 que ampara a estas comunidades de no prestar el servicio militar obligatorio.
Tamayo finalizó diciendo que “en la medida en que las poblaciones afros no están obligadas en virtud de la sentencia, Breiner Torres no debería de estar llamado a un juicio penal militar. No tenía una obligación en primer lugar. Por eso pusimos una tutela”.