El 13 de julio de 2023, se hizo pública una diligencia reservada de versión voluntaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), con Elí Mendoza, alias Martín Sombra, en el que declaró que la sangrienta masacre de Mapiripán no fue cometida por paramilitares apoyados por hombres del Ejército, sino que, en realidad, fue ejecutada por las Farc.
En esa declaración, Martín Sombra o alias El carcelero de las Farc, como también se le conoce, recordó detalles de la masacre ocurrida entre el 15 y el 20 de julio de 1997, donde hombres armados ingresaron a este municipio del Meta y, con lista en mano, asesinaron a medio centenar de campesinos.
La única versión, que existía antes de esta declaración, era que los autores de la masacre habían sido miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Carlos Castaño, quien había contado con el apoyo de integrantes del Ejército para cometer el exterminio. Se argumentaba que en Mapiripán había colaboradores de las Farc.
En entrevista con Semana, Martín Sombra aseguró que el asesinato de los campesinos en Mapiripán fue cometido por Marco Aurelio Buendía, quien tenía bajo su mando a unos 150 guerrilleros.
“Nosotros teníamos comandos capaces de infiltrarse en cualquier parte y allá se despachó a Marco Aurelio Buendía. Era un muchacho que venía de la 86, Juan José Rondón, del Caquetá, y lo habíamos formado militarmente. Era muy bueno, lo mandamos y este güevón se fue e hizo esa cagada”, contó Sombra a la revista.
De acuerdo con la entrevista, le habían dado un listado a Buendía de las personas que tenía que asesinar, pero estas eran, contrario a lo que se ha dicho, colaboradoras de los paramilitares y no de las Farc. También aclaró que la lista “no era un número tan alto como el que se dio en Mapiripán”.
Luego agregó en el medio señalado que, “las Farc se enteraron de que había unos infiltrados de los paramilitares en Mapiripán y, por eso, decidieron enviar un contingente para borrarlos (asesinarlos), porque había que limpiar la región de esa gente. Les mandamos los comandos para que les pintaran las puertas de las casas a ellos y ahí fue cuando se formó un mierdero el hijueputa”.
Martín Sombra reveló a este medio que después de estas masacres, Marco Aurelio Buendía fue sacado del área y llevado a otra región del país, donde finalmente fue asesinado. “Lo recogimos y lo echamos para Yacopí, pa La Palma, por allá, y allá lo sapearon y lo mataron”.
De igual manera, Elí Mendoza agregó que no entiende por qué hay militares que se atribuyeron esa masacre de Mapiripán cuando no tuvieron nada que ver. “Ellos dicen que ellos fueron, y ellos no fueron, pa que se van a atribuir güevonadas que no son”.
La masacre de San Carlos de Guaroa
Del mismo modo, el también llamado Carcelero de las Farc, reconoció que Buendía parecía estar fuera de control, pues para esa misma época fue el perpetrador de la masacre de San Carlos de Guaroa, también en el Meta. En ese hecho fueron asesinados tres investigadores de la Fiscalía, dos agentes del DAS, cinco soldados y un mayor de Ejército, que estaban adelantando un proceso de extinción de dominio.
Al igual que en Mapiripán, se informó en su momento que unos 70 paramilitares los habían asesinado y le habían echado la culpa al grupo conocido en esa época como los Buitragueños, comandado por Héctor Buitrago y sus dos hijos.
“Fue e hizo la otra (masacre), la de San Carlos de Guaroa, que se la achacaron a Héctor Buitrago, a Martín Llanos, y ahí en esa pelea inclusive mataron un poco de gente de la Fiscalía. En esa pelea me mataron a un muchacho comandante de compañía llamado Wilson Rincón, mataron a una comandante de escuadra llamada Mayerli y a un muchacho llamado Carlos”, expresó Martín Sombra a la revista.