En las últimas horas, se vivió una de las escenas más desgarradoras en el país, cuando un militar luchó por revivir a Harlin Salomé Usa Mosquera, la niña de cuatro años herida gravemente durante los enfrentamientos entre el Ejército y las disidencias de las Farc.
La angustiosa situación fue registrada en videos captados por uno de los soldados presentes, quien denunció que estaban siendo atacados con armas de alto calibre.
“Mataron a mi hija”, “no, la niña no está muerta”, fueron las palabras del padre de la niña, en un video difundido en redes sociales cuando la menor cayó durante el combate.
En medio de la angustia, el soldado (P) Carlos Manuel Pamplona Galeano, perteneciente a la Novena Brigada del Ejército, realizó maniobras de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar, mientras el padre de la niña lloraba desconsoladamente, suplicándole que hiciera todo lo posible por salvarla.
La situación ocurrió en la zona rural del municipio de La Plata (Huila), un lugar crítico en términos de orden público, por eso, el testimonio del militar revela la dificultad y el impacto emocional que este tipo de eventos tienen en quienes están en el terreno.
Así las cosas, el soldado Pamplona habló para Noticias Caracol y expresó todo lo que ocurrió cuando la menor de cuatro años fue herida.
“Cuando yo llegué, la niña estaba en el suelo, empecé a controlar la hemorragia, cuando miré, estaba ya pálida, procedí a controlar el sangrado y ahí controlé vía oral porque la lengüita se le estaba relajando y se la estaba tragando. Y ahí traté lo más posible de canalizarla, pero por más que traté no pude por la vena y ahí revisé signos vitales y estaba muy débil, entonces procedí a hacer reanimación”.
Luego de esto, el soldado expresó: “Es un sentimiento que no se lo deseo a nadie la verdad, sentir cómo la vida de una niña pequeña dependa de las manos de uno es algo desgarrante, porque literal el papá estaba pidiendo que la salvara, literal le destroza a uno el corazón”.
Añadió para Noticias Caracol: “En esos momentos, el padre me decía: ‘sálvala, por favor sálvala, por favor ayúdala’ y yo le decía, ‘por favor estamos tratando lo más posible, sé que vamos a poder salvarla’”.
Acto seguido, el integrante militar contó la manera en la que se sintió tras tener a la pequeña Salomé en sus brazos:
“Mi corazón se destrozaba, la impotencia me destruye el sentido de no haber podido salvar la niña, pero recordar ese momento es algo duro. Me queda ese trate de hacer lo mejor posible, dar toda por esa pequeña para que sus padres pudieran disfrutar de ella por mucho tiempo”, dijo para el medio en mención.
Y su relató finalizó: “Pero gente sin escrúpulos, que la verdad le está haciendo mucho daño a este país, acabó con la vida de esa pequeña, la verdad es algo injusto. La verdad hubiera dado todo por ser yo y no ella”.
Finalmente, la menor fue llevada hasta el hospital San Antonio de Padua, donde se confirmó el deceso producto de las heridas que presentaba tras haber sido impactada por uno de los disparos durante los enfrentamientos.
La mamá de Salomé se despidió de su pequeña
En la vereda La Esperanza, del centro poblado San Miguel, en la Plata (Huila), una tragedia sacudió a la comunidad cuando Harlin Salomé Usa Mosquera, una niña de tan solo cuatro años, fue alcanzada por las balas durante un enfrentamiento entre el Ejército Nacional y las disidencias de las Farc
La familia de la menor y a la comunidad se sumieron en una profunda tristeza, de hecho, la madre de Salomé, Marly Mosquera, habló para Blu Radio y en medio de las lágrimas expresó: “Me quitaron una parte de mi corazón”
La mujer relató que mientras se encontraba en La Plata gestionando los trámites para el bautizo de su otro hijo, recibió una llamada de este informándole sobre un enfrentamiento en la zona. Su hijo le comunicó que se dirigía a casa de su abuela para resguardarse de la situación.
Un tiempo después, un residente de la zona se aproximó a la mujer y le dio la devastadora noticia: su hija había sido alcanzada por un disparo. Llena de confusión y desesperación, la madre corrió hacia su hogar.
“La niña venía todavía con signos, pero lastimosamente la ambulancia no podía llegar a tiempo”.
La madre compartió que su hija era una niña alegre a la que le encantaba cantar, bailar y jugar. La pequeña había tenido el sueño de practicar baloncesto, pero su verdadera pasión era el canto.
“Una parte de mi corazón se fue con ella”, añadió entre lágrimas, para le medio en mención.