La decisión de Estados Unidos de suspender la supervisión de datos correspondientes a los cultivos de coca en Colombia no se tomó durante el Gobierno del presidente Gustavo Petro. Así lo confirmaron desde el país norteamericano el jueves 27 de julio.
De acuerdo con el subsecretario adjunto del Departamento de Estado encargado de la Oficina de Asuntos Occidentales, Mark Wells, esta determinación fue anunciada en el gobierno anterior y no en el actual, como se había afirmado, sobre todo en sectores de la oposición.
“La decisión de no tener este año estimaciones de coca y de cocaína se tomó hace un par de años, antes de la elección de Gustavo Petro como presidente. Tengo entendido que se tomó en 2020”, sostuvo el alto funcionario ante el subcommité de Asuntos Occiedentales del Comité de Exteriores de la Cámara de Representantes.
En esa comparecencia, Wills también aseguró que la Casa Blanca aún no ha determinado una fecha de reanudación de este monitoreo a los cultivos de coca y otros de uso ilícito en el país. En cambio, detalló que el Gobierno estadounidense tiene otros mecanismos para acceder a las cifras de cultivos sembrados en el país, como los informes elaborados por la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
La declaración del subsecretario adjunto del Departamento de Estado fue hecha en medio de la audiencia denominada ‘El descenso de Colombia hacia el socialismo bajo la presidencia de Gustavo Petro’ y liderada por los republicanos en la Cámara Baja, entre ellos María Elvira Salazar, representante de Florida.
Además de Wells, fue citado a declarar Peter Natiello, diputado asistente para América Latina de la agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid). Sin embargo, en un primer momento se habló de que la administración Biden iba a enviar a los segundos al mando de esas dependencias, Brian Nichols y Marcela Escobari; pero el titular de la Oficina de Asuntos Occidentales rindió testimonio ante el Congreso.
A mediados de julio se conoció que Washington había suspendido las labores de monitoreo empleadas durante décadas por vía satelital.
Ante esto, el presidente Petro indicó que “las cosas cambian” con referencia a lo planteado en la nueva política de drogas del actual Gobierno y las medidas que ordenó para combatir el narcotráfico, como el aumento en las labores de interdicción, la sustitución de cultivos y la prohibición de aspersiones aéreas con glifosato.
El conocimiento de este anuncio, dos años después de la decisión, también tuvo eco en el país norteamericano. Justamente, Salazar cuestionó la suspensión y habló de un supuesto “favorcito” hecho por Biden a Petro. Pero teniendo en cuenta lo dicho por Wills el jueves 27 de julio, la determinación de pausar la recolección de datos fue durante la presidencia de Donald Trump (enero de 2017- enero de 2021).
Antes de 2020, la dependencia encargada de rastrear el comportamiento de los cultivos de uso ilícito en Colombia era la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca. Esta elaboraba informes anuales con estimaciones de cultivos y la producción potencial de cocaína en este país, Perú y Bolivia.
El último reporte, publicado en julio de 2022 (con datos de 2021) indicó dentro de sus principales hallazgos una reducción en las hectáreas con cultivo de hoja de coca como de producción del narcótico. En esa medida, Unodc reportó en su último balance, publicado en octubre de 2022, un incremento del 43% en el área sembrada con esta planta en el país. Mientras que en 2020 fueron detectadas 143 mil hectáreas cultivadas, para 2021 se encontraron 204 mil.
Ante las cifras y a pesar de la suspensión del monitoreo, Wills enfatizó en su declaración que Estados Unidos continúa “ampliando e intensificando la cooperación bilateral en inteligencia y prohibición para desmantelar las redes criminales transnacionales y contrarrestar las actividades ilícitas que desplazan a las comunidades rurales”.
*Con información de EFE.