Prometedora jugadora colombiana de fútbol murió en Estados Unidos por culpa de carro fantasma

Tras ser arrollada por un vehículo, la joven luchó por su vida 12 días en una clínica de ese país

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Adriana Suárez Saavedra | Foto: Vía Twitter
Adriana Suárez Saavedra | Foto: Vía Twitter

Adriana Suárez Saavedra, de 26 años de edad, una brillante egresada de Derecho de la Universidad Industrial de Santander (UIS) y destacada integrante del equipo de fútbol de la institución, encontró una trágica muerte a raíz de un accidente de tránsito ocurrido en Maryland, Estados Unidos.

El fatal incidente ocurrió el pasado 8 de julio cuando Adriana se dirigía en monopatín hacia su lugar de trabajo, siendo víctima de un atropellamiento por parte de un vehículo desconocido que se dio a la fuga. Sufrió múltiples heridas y luchó por su vida durante doce días, pero lamentablemente su deceso ocurrió el 19 de julio.

Desde hacía tres meses, Adriana se encontraba viviendo en Estados Unidos junto a su pareja. Su familia exige justicia por el responsable del accidente, pero la falta de cámaras de seguridad ha dificultado la identificación del conductor.

Óscar Acero, compañero sentimental de Adriana, realizó una emotiva transmisión en vivo a través de Instagram en la que compartió los sueños y planes de la joven. Adriana tenía el deseo de viajar a España para reunirse con su madre y ya tenía en mente un emocionante viaje a París.

En los primeros días posteriores al accidente, Adriana mostraba signos de mejora y se mantenía consciente, pero tras someterse a una cirugía, sufrió una severa presión cerebral a causa del impacto, lo que finalmente la llevó a un estado de muerte cerebral.

Durante los últimos meses, la pareja había estado trabajando como salvavidas en Estados Unidos, disfrutando de su tiempo juntos y construyendo planes para el futuro. Sin embargo, el estreno de un monopatín eléctrico acabó con la felicidad de ese momento, convirtiéndose en el trágico evento que cambió todo.

La hermana de Adriana, Karol, compartió la dura experiencia de ver a su ser querido en el hospital y la difícil decisión de decirle adiós ante la situación irreversible. “El amor también es dejar ir, me despedí, fue un proceso duro de despedirme de ella, saber dejar ir es muy doloroso”, expresó, reflejando el profundo pesar por la pérdida.

La comunidad cercana a Adriana y sus familiares se encuentra en duelo por la partida de una joven talentosa y llena de vida, mientras persisten los esfuerzos por encontrar al responsable del accidente y rendir un sentido homenaje a su memoria.

Joven deportista perdió una pierna tras ser arrollada por un carro fantasma en Bogotá

Un nuevo accidente en el que se vio involucrado un vehículo fantasma se registró el jueves 6 de julio, en horas de la mañana, cuando un automóvil arrolló a un joven de 25 años que se desplazaba en moto hacia su trabajo, a la altura de la avenida Boyacá con Primera de Mayo.

Testigos intentaron tomar las placas del vehículo, pero este logró darse a la huida. Así que optaron por quedarse en el lugar y ayudar al joven, mientras se presentaban los organismos de socorro.

El herido rápidamente fue trasladado a un centro hospitalario, pero por la gravedad de sus heridas los médicos se vieron obligados a amputarle un pie.

Édgar Morato, padre de la víctima, denunció en una entrevista concedida para el matutino de Arriba Bogotá que el vehículo “lo chocó y se fugó. Hay varios testigos que lo increparon, pero, lamentablemente, con todo lo rápido que sucedió, no le alcanzaron a tomar las placas”.

En el hospital programaron una intervención quirúrgica, pero no lograron salvar su extremidad a pesar de los esfuerzos del personal médico.

“Yo me vine pues para la clínica y fue cuando el testigo me dijo cómo había quedado el muchacho, me dijo que estaba mal... que la pierna. Bueno. También fue, de pronto, un poco la demora que no le alcanzaron a salvar la pierna y le quitaron el pie, lamentablemente, y todo por causa de gente irresponsable”, lamentó.

Su vida giraba en torno al deporte, pero, de momento, aunque se encuentra fuera de peligro, su futuro es incierto, mientras logra acoplarse a sus nuevas limitaciones.

“Es un entrenador personalizado y es deportista y, lamentablemente, eso es lo que le duele a uno. Es una persona muy activa, es muy correcto en sus cosas. Hemos hablado y es tan duro que él mismo también nos da mucha moral”, comentó don Édgar, afligido por los daños ocasionados tras el accidente.

Sin embargo, no todo está perdido. El joven se encuentra fuera de peligro y su familia guarda la esperanza de que, en algún momento, aparezca el conductor para responder por sus daños.

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