La Secretaría de Ambiente, durante la versión 23 de la campaña “Recuperación y liberación de la tingua azul (Porphyrio martinica) en Bogotá”, rescató de más de 1.300 ejemplares silvestres que hacen presencia temporal en diferentes ecosistemas de la ciudad como parte del recorrido migratorio que emprenden desde varias regiones del país, e incluso desde otros países del continente americano.
De acuerdo con la entidad, la recuperación de estas aves se registró, en gran parte de los casos, gracias al llamado de la ciudadanía, quienes alertaron oportunamente sobre la presencia de las tinguas en situaciones de riesgo, desorientación, agotamiento o que estaban heridas en las diferentes localidades de Bogotá.
“Las tinguas son aves que vienen a la ciudad en su patrón migratorio, sobre todo a nuestros humedales. Vienen de los Llanos Orientales y por sus largos recorridos llegan muy cansadas, exhaustas o deshidratadas, por eso, de la mano de la comunidad, hacemos el rescate para permitirles que sigan con su recorrido migratorio. Seguiremos realizando las campañas necesarias para la protección de nuestra fauna”, indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Asimismo, varias de las tinguas fueron trasladadas al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Flora y Fauna Silvestre de la entidad, donde se realizaron los respectivos procesos de recuperación. Posteriormente, la Secretaría de Ambiente logró liberar cerca de 1.100 ejemplares de tinguas con condiciones de salud satisfactorias en las diferentes reservas distritales de humedal de Bogotá como: Córdoba, Jaboque, Conejera, Juan Amarillo, entre otros.
La tingua azul recorre cientos de kilómetros en las épocas migratorias y debido a su alto desgaste energético terminan en tejados, parques o en vía pública, cansadas o desorientadas. Es por eso que la campaña liderada por la Secretaría se realiza desde 2000, con el objetivo de rescatar y rehabilitar todos los individuos de esta especie que suelen sufrir accidentes en su paso por la ciudad o requieren de un corto descanso para continuar su trayecto.
Además, la Secretaría de Ambiente también informó que ya prepara la versión No. 24 de la campaña (2023 -2024) que contará con su lanzamiento oficial en octubre y desde ahora empieza a buscar aliados que se unan a esta iniciativa de protección de fauna silvestre que llega a Bogotá.
¿Dónde reportar casos de riesgo o tráfico de fauna?
La Administración distrital hizo un llamado a la ciudadanía, invitando a reportar de manera oportuna los casos de tenencia ilegal, riesgo o tráfico de fauna silvestre al correo electrónico fauna@ambientebogota.gov.co o a las líneas telefónicas:
- Unidad móvil de Rescate de Fauna Silvestre: 317 4276828
- Terminal de transportes Salitre: 318 8277733
- Oficina Central: 601 377 8854 o 318 7125560
¿Por qué no debe tener animales silvestres como mascotas?
- La tenencia de fauna silvestre es un delito, contemplado por la ley 1333 de 2009. Su reglamentación determina sanciones económicas para quienes incurran en esta práctica, además del decomiso del animal. Cuando se hace con fines de explotación, la persona infractora podría ir a la cárcel.
- Los animales silvestres hacen parte de complejos ecosistemas en los que tienen funciones importantes para su conservación. Interferir en el ecosistema para sacar individuos puede afectar a su especie, generar transformaciones en la población y causar daños al ecosistema.
- Biológicamente, la fauna silvestre está adaptada a unas dinámicas de alimentación, desarrollo y reproducción específicas. Al tener a una especie en cautiverio se afectan directamente sus hábitos de vida, por lo que se le está sometiendo a un trato cruel y estresante. Además, puede ser inviable reintegrarlo a su hábitat natural, ya que es posible que pierdan su capacidad para sobrevivir.
- Las especies exóticas son aquellas que se introducen, por medio del tráfico ilegal, a un ecosistema al que no pertenecen. Estos animales son una potencial amenaza para el equilibrio del ambiente en caso de que se conviertan en especies invasoras. Pueden llegar a afectar a la fauna nativa de ese ecosistema e incluso a producir su extinción.
- Al no ser animales domésticos, significan un peligro potencial para la vida de las personas con las que convivan. Por más que se pueda empatizar con ellos, como mecanismo de defensa o por someterlos a estrés constante, podrían ser agresivos. Además, algunas especies son vectores de enfermedades que afectan a las personas o a otros animales.