Aunque llevan trabajando únicamente seis días luego del receso legislativo de casi un mes, los senadores y representantes colombianos volverán a tomarse un descanso casi que por una semana para ponerse en modo electoral. Varios de ellos, no todos, se enfocarán en la campaña electoral que se avecina en Colombia.
El 20 de julio, el presidente Gustavo Petro instaló el segundo año de legislatura. Desde allí, los nuevos presidentes de Senado y Cámara, Iván Name y Andrés Calle, respectivamente, empezaron a fraguar cómo estarían adelantando las nuevas sesiones. Dentro de sus decisiones estuvo que vuelven a trabajar el próximo 1 de agosto.
Esto le permitirá a los legisladores enfocarse, junto a sus partidos, en los comicios del 29 de octubre cuando se definirán a los nuevos alcaldes, gobernadores, ediles, concejales, asambleístas, entre otros cargos de elección popular que podría marcar un nuevo rumbo para la política colombiana en los próximos años.
Name y Calle, que liderarán al Congreso de la República hasta el 20 de julio del 2024, se pusieron de acuerdo para que tanto senadores como representantes no tengan que asistir al Capitolio Nacional y así puedan aglutinarse con sus copartidarios.
La decisión de los dirigentes del legislativo colombiano, además, se da porque el sábado 29 de julio se vence el plazo para la inscripción de los colombianos que aspirarán a los cargos de elección popular de octubre.
El nuevo receso que tendrán los llamados padres de la patria coincide con el millonario aumento que recibirán de salario de ahora en adelante, que fue firmado y aprobado por el presidente Gustavo Petro y su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
Los congresistas quedarán ganando $43.418.152 mensuales, que quedó estipulado en el decreto que oficializa el nuevo millonario salario, cuyo reajuste salarial fue aprobado por el Departamento Administrativo de la Función Pública.
En esa línea, los honorables representantes de la Rama Legislativa colombiana recibieron un incremento del 14,62% en sus honorarios mensuales. Así lo determinó el Gobierno nacional en consonancia con el decreto 1219 del 2023. Es decir que su retroactivo iniciará a partir del primero de enero de 2023.
“La asignación mensual de los miembros del Congreso de la República se reajustará en catorce punto sesenta y dos por ciento (14.62%)”, reza el documento conocido en las últimas horas.}
El salario de los congresistas, como dicta la ley, se divide en tres asignaciones que van desde el sueldo normal como trabajadores del Congreso de la República, los gastos de representación (viáticos y otros beneficios), así como la prima por prestación de servicios que les entrega el Estado colombiano.
Tal y como ocurre con el salario mínimo para la clase obrera en Colombia, el salario de los llamados ‘padres de la patria’ también aumenta anualmente. En el caso de senadores y representantes su incremento empieza a partir del primer día del octavo mes del año: agosto.
En 2022, el salario que aprobó el Gobierno de Iván Duque para los congresistas fue de $ 37′880.084. Es decir que ahora, en el Gobierno Petro, los integrantes legislativos tuvieron un incremento de $5′538.068, que representan casi tres salarios mínimos que recibe un colombiano de a pie en el país.
Aunque el salario de los 43 millones llegará en enero, desde el primero de agosto, según ordena el documento firmado por el director de Función Pública, César Augusto Manrique, tendrán un retroactivo de 7 meses; es decir que les llegarán 38 millones de retroactivo.
A pesar de que desde varias orillas políticas, como el oficialista Pacto Histórico y el opositor Centro Democrático, han adelantado proyectos para que el sueldo de los congresistas disminuya o se congele como máximo de 25 salarios mínimos legales vigentes, ninguna de esas iniciativas ha logrado salir adelante, por lo que año a año los colombianos ven con sorpresa cómo sus senadores y representantes se llenan los bolsillos de los impuestos de la ciudadanía.