Deserción universitaria sigue creciendo: cinco de cada diez estudiantes no concluyen sus estudios

La cifra es inquietante y Antioquia lidera como la región del país con la mayor cantidad de casos

Las universidades, tanto públicas como privadas, están creando un esfuerzo por transformar sus programas académicos y evitar la deserción. Foto: Universidad Nacional de Colombia

En el inicio de un nuevo ciclo académico, el sector de educación superior en el país se encuentra preocupado por el aumento en la deserción que se refleja en la disminución de matrículas en algunas carreras y programas universitarios.

De acuerdo con las últimas cifras del Ministerio de Educación de deserción, aproximadamente 350.000 estudiantes han abandonado el sistema educativo en todos los niveles académicos en los últimos dos años, lo que representa una tasa de deserción cercana al 3.58% en la actualidad.

Además, las autoridades revelaron a Noticias Caracol que alrededor de 223.000 jóvenes que fueron aceptados en instituciones de educación superior no se inscribieron finalmente, y se estima que la mitad de los estudiantes que comienzan sus semestres abandonan sus carreras a mitad de camino.

En el país, las regiones con mayor deserción en la educación superior son Medellín y algunos sectores de Antioquia, debido a esta situación, la prioridad en este nuevo ciclo académico ha sido reformular el currículo o plan de estudios.

Las universidades y los rectores de las instituciones de educación superior se suman a esta preocupación, ya que identificaron una pérdida de interés por parte de los jóvenes en cursar al menos un pregrado. Algunos de los estudiantes que actualmente estudian enfrentan dificultades para mantenerse en el sistema y finalizar sus programas académicos.

En un esfuerzo por abordar esta situación, las universidades, tanto públicas como privadas, están creando un esfuerzo por transformar sus programas académicos para adaptarse a los intereses de los jóvenes y a la situación económica del país.

Imagen referencial. Alrededor de 223.000 jóvenes que fueron aceptados en instituciones de educación superior no se inscribieron finalmente. Foto: Infobae

El reto es cada vez mayor, ya que factores como la tecnología, la visión de la vida, la falta de recursos y los efectos de la pandemia dejaron una huella significativa en las nuevas generaciones.

Algunas de las preocupaciones se relacionan con la automatización de ciertas profesiones y la necesidad de preparar a los estudiantes para un mundo en constante cambio, puesto que también se están implementando cursos no formales de corta duración, que ofrecen competencias específicas y flexibilidad para adaptarse a las necesidades del mercado laboral.

“La facultad de Derecho esta modificando sus programas, la facultad de ciencias sociales está transformando sus programas para actualizarlos y así integrar materias que generen en los jóvenes atracción”, de acuerdo con Hernando Parra, rector de la Universidad Externado de Colombia, para Noticias Caracol.

De igual manera, la rectora de la Universidad de los Andes, Raquel Bernal, expresó que: “Los cursos no formales entre 24 y 60 horas significan una competencia, como por ejemplo, programar en Python, salud mental, evolución social y económica de programas de inversión y programas de 8 meses o unos 24 créditos académicos”.

“De alguna manera, de algunas de las ocupaciones, algunas se automatizarán. Entonces, el estudiante debe estar preparado para ese mundo donde las cosas se hacen distintas”, agregó Raquel Bernal.

Imagen de referencia. Algunos académicos reportan al medio en mención que algunos programas están teniendo menos demanda. Foto vía: ICETEX

Aunque aún no hay un balance específico sobre la deserción en este nuevo período académico, los académicos reportaron al medio en mención que algunos programas están teniendo menos demanda. Por esta razón, las instituciones buscan apoyo del Gobierno para ofrecer alternativas más factibles y rápidas, como microcertificaciones, sin la necesidad de trámites engorrosos.

El panorama actual presenta desafíos importantes para el sector de educación superior, y se espera que las instituciones y el Gobierno trabajen en conjunto para encontrar soluciones que permitan reducir la deserción y ofrecer oportunidades más atractivas y accesibles a los jóvenes.

“Qué las normas nos permitan a las universidades tramitar muy rápidamente registros y ofrecer cursos que expidan microcertificaciones, por ejemplo, sin necesidad de tener que adelantar un trámite”, mencionó el rector de la Universidad del Externado.