El docente universitario Porfirio Ruiz Castiblanco fue inhabilitado por 20 años por el Tribunal Superior de la Universidad Nacional, luego de verificar que este sí acosó sexualmente a dos estudiantes entre el 2015 y 2018.
Se trata de dos estudiantes homosexuales, cuyos nombres se mantienen en reserva, los cuales se acercaron hasta la Veeduría Disciplinaria de la entidad educativa para quejarse por las actuaciones y mensajes con insinuaciones sexuales que les estaría enviando Ruiz Castiblanco. Por estas denuncias, la Sala de Procesos de Personal Académico del Tribunal Disciplinario destituyó al docente y lo inhabilitó para ejercer funciones públicas por un periodo de 20 años, sanción que fue confirmada por el Tribunal Superior.
Denuncias instauradas
La primera denuncia se generó en el 2018 cuando se presentó una queja contra el docente Porfirio Ruiz Castiblanco, en la cual se contó que, por medio de una aplicación de citas, el estudiante quedó de encontrarse en un salón de la universidad con un usuario con el que previamente había chateado, sin embargo, al llegar al lugar acordado se percató de la presencia del profesor, quien le pidió disculpas por estar “parolo’’. Luego, al ingresar al salón, el joven vio un colchón y una almohada, espacio que el docente presentó como su oficina.
Luego de varios minutos de incomodidad, el demandante decidió pedirle a sus amigos que estuvieran pendientes en el salón por si le pasaba algo. Según el relato, Porfilio le hizo varias insinuaciones sexuales al estudiante, por lo que la víctima le indicó que debía marcharse y al despedirse el profesor tocó su cabeza sin consentimiento.
Menos de un año después, la universidad recibió otra denuncia por hechos que sucedieron en 2015, cuando Ruiz le escribió a un estudiante por Facebook sobre temas de una materia sobre Aristóteles. Según el relato, los chats tenían un doble sentido e insinuaciones sexuales, por lo que estas palabras habrían afectado incluso la salud mental del denunciante.
Análisis de la institución
Luego de recopilar las quejas el miércoles 22 de septiembre de 2021, la Oficina de Veeduría Disciplinaria de la Universidad profirió dos cargos contra el docente de Filosofía: acoso sexual, proceso en el cual él insistió en su inocencia y que terminó el primero de febrero de este año con un fallo de primera instancia en el que lo destituyeron e inhabilitaron por 20 años.
En uno de los casos, la defensa contó con el apoyo de la organización Colombia Diversa, la cual ayudó a acelerar el trámite que se adelantaba ante la Veeduría.
Según informó la entidad, “nuestro trabajo consistió en aportar un enfoque diferencial a testigos y al investigado. Prestamos atención al comportamiento del profesor, quien se escudaba en la cordialidad, una personalidad desenvuelta y su heterosexualidad para disfrazar su acoso”.
Aunque la sanción de la primera instancia se apeló el 15 de febrero por la defensora judicial del profesor, quien solicitó que se revocara el fallo contra su cliente porque, según mencionó, se requería de un análisis subjetivo de las conductas de Porfirio Ruiz para establecer si actuó con dolo, es decir, con pleno conocimiento de sus actos.
La abogada presentó seis declaraciones que dejaban bien parado al docente universitario, pues mencionaba que el funcionario era una persona agradable y graciosa. Adicional a esto, también compartió un informe de psicología con los que pretendía tumbar la destitución de primera instancia.
Determinación final
El Tribunal analizó los argumentos que se presentaron por la defensa y, al examinarlos, encontró “demostrado que las actuaciones, tal como fueron descritas, sí comportan un hostigamiento por parte del investigado hacia Mario, y en ese orden, este Tribunal compartió lo dicho por el fallador de primera instancia al señalar que el estudiante “fue molestado con diez o más preguntas que a todas luces eran de contenido sexual”.
En el caso de una las víctimas se tuvo en cuenta el chat con el docente acosador, y se concluyó lo mismo que en primera instancia, ‘’que el docente lo asedió con insinuaciones por fuera de su horario laboral con el propósito de obtener un fin sexual’'.
En la decisión el Tribunal recalcó que una cosa es el ámbito penal y otra el disciplinario, y cuestionó el “análisis aislado” de la abogada del profesor, compartiendo la precisión de que el acosador tuvo varias actuaciones “que demostraron una conducta hostigante, invasiva en la privacidad de la persona y con connotaciones sexuales”.
Sobre los testigos presentados por la defensora judicial, el Tribunal afirmó que estos solo se pronunciaron sobre el trato que existía entre el profesor y ellos, y que esto no representaba el actuar de Porfilio Ruiz Castiblanco con la comunidad universitaria en conjunto.
Por todo ello, la sanción contra el profesor quedó en firme por 20 años gracias a la firma de tres personas que hacen parte del Tribunal: la rectora de la universidad, Dolly Montoya; y dos delegadas del Consejo Superior, Verónica Botero y Beatriz Martínez.