Panchito, ‘el travieso’: la historia del chimpancé que salió del circo de los Hermanos Gasca y terminó muerto por la Policía en Pereira

El primate de unos 30 años fue abatido por un uniformado de la Policía de Pereira. Este no fue su primer escape, ya que en 2007 paralizó el tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional Matecaña de Pereira

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Foto de Pancho cuando estaba
Foto de Pancho cuando estaba en el circo de los Hermanos Gasca. Instagram

Luego de conocerse la noticia de la muerte de Pancho y Chita, dos chimpancés que se escaparon del bioparque Ukumarí el domingo 23 de julio y que fueron abatidos por miembros de la Policía de Pereira y el Ejército Nacional, son cada vez más los detalles que se conocen de esta pareja, que era muy apreciada en el parque temático.

Pancho resultó ser todo un genio del escape, mientras que Chita era feliz comiendo manzanas y mantequilla de maní. “Panchito”, como le decían de cariño sus primeros cuidadores, que resultaron ser los famosos hermanos Gasca, era una animal que desbordaba ternura y siempre se caracterizó por ser muy juguetón y amable.

Así mismo, Raúl Gasca contó las travesuras de este pequeño, que fue criado en medio de los reflectores y aplausos en la carpa del circo. “Puedo decir que era como hijo mío, yo lo crié”, expresó Gasca en entrevista con Blu Radio.

Según indicó el líder del circo, Panchito siempre estuvo a su lado hasta el 2003, cuando las leyes colombianas ordenaron retirar a todos los animales de cualquier espectáculo de entretenimiento. Durante ese tiempo, el animal aprendió a abrir puertas, a compartir con humanos, a saltar y hasta a abrir candados, por lo que su curiosidad lo llevó a protagonizar las primeras planas de los diarios del país en más de una ocasión.

Pancho dejó el circo de los Hermanos Gasca para vivir en el zoológico Matecaña de Pereira, donde se adaptó rápidamente y empezó a hacer de las suyas al poco tiempo. Su espíritu alegre y aventurero lo llevó a escaparse del zoológico el 3 de diciembre de 2007, cuando encontró la manera de llegar hasta el Aeropuerto Internacional Matecaña de la capital risaraldense, ocasionando una parálisis del tráfico aéreo y divirtiendo a quienes lograron tomarse fotos con el animal.

Foto de pancho. Instagram
Foto de pancho. Instagram

Ese día, sobre las 8 a. m., los viajeros y trabajadores de la terminal aérea lo vieron cruzar la valla de seguridad y caminar tranquilamente, incluso dando brincos y sonriendo por la travesura que estaba cometiendo. Minutos después, a pesar de la ternura que causó entre los que presenciaron el momento, obligó a la torre de control a suspender todas sus operaciones mientras encontraban la forma de recapturar al primate.

Según versiones dadas en ese momento, el chimpancé se sentó a un costado de la pista para ver despegar una aeronave, mientras sonreía y aplaudía por el show que estaba presenciando, hasta que vio a lo lejos a uno de sus cuidadores y se lanzó a abrazarlo, como era costumbre en él.

El tiempo fue más que suficiente para que Panchito también se paseara entre los pasillos de la terminal, donde algunos curiosos decidieron acercarse para tomarse fotos y acariciar al animal. Según los testigos del momento, el chimpancé nunca mostró señales de agresividad con ninguno de los viajeros.

En ese momento, el personal del zoológico logró suministrarle un tranquilizante y regresarlo a su zona de cautiverio, y el suceso solo dejó momentos de risa y algunos retrasos en los itinerarios de los viajeros, que pasaron desapercibidos entre el espectáculo que dio el chimpancé.

Un año más tarde, en diciembre de 2008, Pancho fue sorprendido con una nueva compañera de hábitat, Chita, una chimpancé que casi le doblaba la edad, y que estuvo durante cinco años en el zoológico Santa Fe de Medellín.

La pareja convivió durante varios años en el zoológico Matecaña hasta el 2015, cuando fueron transferidos al bioparque Ukumarí, donde recibieron a Karla, una chimpancé que fue rescatada de un circo en Bogotá y que estaba a la espera de ser llevada a Londres, aunque ese viaje nunca se dio, como lo confirmó el mismo Raúl Gasca, que dijo que en el hábitat de Panchito convivían los tres animales.

Con el paso de los años, Pancho empezó a adoptar una actitud más agresiva con personas que no eran cercanas a él, como es natural en esa especie. “Ellos cuando van creciendo se van volviendo agresivos con la gente que no conocen”, indicó Gasca al medio citado.

Pancho era como hijo para
Pancho era como hijo para Raúl Gasca. Instagram

Los años de Panchito y sus compañeras de cautiverio pasaron de forma tranquila, incluso el animal era visitado a menudo por Raúl y siempre era recibido de la forma más amorosa, haciendo piruetas y sacando la lengua. Pero su vida se vio opacada en la madrugada del 24 de julio, cuando fue sacrificado por un uniformado de la Policía de Pereira, cuando intentó atacar a su cuidador.

Gasca, a pesar de aceptar que el animal podía representar un riesgo para los humanos, criticó el actuar de quienes lideraron la búsqueda de los animales. “Actualmente, sí es un animal muy peligroso, porque ellos cuando van creciendo son muy peligrosos, pero viene la otra parte. Tú no vas a ir a metértele a un chimpancé así de frente si no lo conoces. Tenían que, de lejos, dormirlo”, expresó el empresario.

Las directivas del parque también expresaron su tristeza por la muerte del animal, aunque aseguraron que la actitud de pancho se había vuelto agresiva en los últimos años, por lo que tuvieron que emitir el código rojo cuando se enteraron de la fuga.

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