Irene Vélez y su polémico manejo interno del Ministerio de Minas y Energía: las decisiones que marcaron su gestión

La saliente funcionaria dio de qué hablar por sus enfrentamientos con los miembros de su cartera y las confrontaciones con los empresarios, que denotaron su falta de experiencia en el sector público

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Irene Vélez Torres, exministra de Minas y Energía. Foto Colprensa
Irene Vélez Torres, exministra de Minas y Energía. Foto Colprensa

Filósofa, con un doctorado en geografía y geología de la Universidad Nacional, la saliente ministra de Minas y Energía, Irene Vélez Torres, a sus 40 años, fue designada por el presidente de la República, Gustavo Petro, como una funcionaria clave para liderar la transición energética en Colombia, durante el cuatrienio de su Gobierno (2022-2026), enfocado a convertir al país en Potencia mundial de la vida.

Una transición que había empezado a gestarse desde el gobierno de Iván Duque Márquez, y que pretende continuar el actual mandatario, quien se ha mostrado preocupado por el cambio climático y ha adjudicado al uso de energías no renovables el impacto de fenómenos como el del Niño.

Aunque su objetivo primario era reducir la dependencia del país en la economía extractivista y, a su turno, promover el uso de energías limpias que reemplacen en un futuro no muy lejano al petróleo y sus derivados, su gestión se caracterizó por múltiples escándalos: tanto en su ejercicio profesional como personal, que finalmente la llevaron a renunciar, luego de 341 días en el cargo.

Una decisión que, según se pudo saber, le pidió que tomara el mandatario antes del 20 de julio de 2023, y que terminó haciéndose efectiva, tras la tormenta mediática que desataron hechos ajenos a su gestión.

Como, por ejemplo, el que involucró a su esposo: el ciudadano neerlandés Sjoerd Van Grootheest, beneficiado por un millonario contrato con el Estado: el Fondo Colombia Paz, por el orden de los 128 millones de pesos, para servicios audiovisuales. O el que la señala de haber utilizado su influencia como ministra para pedirle a un funcionario de Migración Colombia que facilitara la salida del país de su hijo menor de edad sin la documentación necesariao debe en enero de 2023.

“Han buscado desmoralizarnos y deslegitimarnos para evitar que cambiemos las estructuras de poder dominante y rompamos los círculos excluyentes de acumulación que nos han sumido en la pobreza y la violencia”, señaló en la carta con la que oficializó su salida del ministerio.
La saliente ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, y su esposo, el cineasta neerlandés Sjoerd van Grootheest. Foto archivo
La saliente ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, y su esposo, el cineasta neerlandés Sjoerd van Grootheest. Foto archivo

Los choques de Irene Vélez por su paso por el Ministerio de Minas

Desde el principio de su mandato en el Ministerio de Minas, Vélez enfrentó dificultades internas que minaron su estancia en la cartera.

La primera de ellas se debió, principalmente, a la falta de experiencia en un sector que se caracteriza por su tecnicidad; la cual se hizo evidente cuando redujo, según denuncias, los estándares para contratar personal en el Ministerio, por lo que se rodeó de personas inexpertas y prescindió de otras con conocimientos en la materia.

Y es que históricamente esta dependencia había sido dirigida por personas con una amplia experiencia en la industria, por lo que este viraje causó controversia. Y la llevó a ganarse acérrimas opositoras, como la exviceministra de Energía Belizza Ruiz, quien salió a menos de cuatro meses de haber tomado posesión de su cargo; por contradecir la visión de Vélez en temas cruciales como nombramientos y reportes del sector.

‘’Había situaciones que yo no comparto, que no voy a aceptar y mucho menos a pasar por encima de mi moral como profesional o los principios que establezco para mi vida. Aunque suene un poco fuerte, yo sentía que eran prácticas que venían de mi jefe inmediata, que era la ministra. Yo hablé con ella y le reporté directamente que no estaba de acuerdo”, dijo en su momento a la revista Cambio.
La saliente ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, quien se convirtió en la funcionaria número 11 en abandonar el gabinete de Gustavo Petro. Foto Carlos Ortega/EFE
La saliente ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, quien se convirtió en la funcionaria número 11 en abandonar el gabinete de Gustavo Petro. Foto Carlos Ortega/EFE

A las controversias se sumó el nombramiento de Álvaro Prado como presidente de la Agencia Nacional de Minería (ANM), reconocido como un férreo crítico a la actividad minera, lo que causó controversia y dudas sobre su capacidad para liderar la entidad encargada de avalar los permisos de extracción en el territorio nacional.

Asimismo, el nombramiento de Julio Fierro como director del Servicio Geológico Colombiano (SGC) generó otro escándalo. Poco después de asumir el cargo, el funcionario protagonizó una conversación polémica en la que defendió una postura ideológica en contra de los intereses empresariales; lo que aumentó la percepción de que Vélez estaba promoviendo una agenda con tintes ideológicos.

“A este Gobierno lo eligieron para un cambio, lo eligieron las comunidades afectadas por el extractivismo, lo eligieron las comunidades marginadas, lo eligieron fundamentalmente los afectados. Así que nosotros no vamos a seguir trabajando en función de lo que las empresas quieran y lo ratifico aquí”, se le escuchó a Ferro en declaraciones que replicó el diario El País de Cali.

Y, como si fuera poco, también causó polémica que le pidiera la renuncia a Clara Guatame, expresidenta de la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Justo después de que un informe de su dependencia indicara la percepción de autosuficiencia del Gobierno en la exploración de petróleo y gas.

Se peleó con los gremios y con miembros del Gabinete

En su corta gestión, Vélez también protagonizó tensos rifirrafes con diversos gremios, algunos miembros del gabinete, como el hoy exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo y expertos en el sector. A juicio de algunos de ellos, fue su sesgo ideológico el que prevaleció sobre la solidez técnica en la toma de decisiones; como el anunciar que Colombia no otorgaría más permisos de exploración, al dar a conocer el Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa.

El 19 de julio de 2023, finalmente, Irene Vélez presentó su renuncia, en una decisión que se veía venir. A pesar de su compromiso con la transición energética y su intento de promover el uso de energías limpias, al menos a juzgar por sus palabras, las decisiones controvertidas afectaron su capacidad de liderazgo y generaron desconfianza en su gestión; la misma que se destacó por sus desaciertos técnicos y de liderazgo.

Piden que su reemplazo no sea Fernando Vargas

En una carta dirigida al presidente de la República, un grupo de personalidades de Santander le expresaron sus preocupaciones al mandatario por la posible designación del exalcalde de Bucaramanga Fernando Vargas como nuevo ministro de Minas y Energía. Un nombramiento que parece “cantado”, dada la cercanía entre el exmandatario local y el jefe de Estado y su hoja de vida.

“No es la persona más idónea. Es un político, de negocios, nos preocupa que él esté en disposición de apoyar la explotación minera en el páramo y pone en alto riesgo la única fuente hídrica que tienen 30 municipios de los santanderes. Es una alerta respetuosa que analice la postulación, es una persona que ha tenido problemas por corrupción y los antecedentes no le permiten tener dignidad en el gobierno del cambio”, indicó Jorge Castellanos Pulido, vocero del movimiento cívico Conciencia Ciudadana, a Caracol Radio.

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