El ministro de Transporte, William Camargo, explicó la controvertida propuesta para descongestionar las vías del país, la cual establece que los vehículos particulares no puedan movilizarse en horas pico. Aseguró que es una medida importante teniendo en cuenta que de 100 vehículos que caben en una vía, el 90% son particulares, mientras que el 10% restante corresponde al trasporte público.
El funcionario, en entrevista con El Tiempo, señaló que la iniciativa no es nueva. Ya se ha aplicado en varias ciudades y, además, dijo que “así funciona la movilidad a nivel global”.
“Cuando destinamos la infraestructura pública en horas pico para que sea utilizada por vehículos particulares, transporte público y motocicletas, estamos también perjudicando la operación del transporte público. Varias ciudades en el pasado ya han demostrado que esto puede mejorar con restricciones en horas pico. El mismo concepto de un ‘día sin carro’ es una invitación para que prioricemos modos alternativos de transporte, con el transporte público como eje principal”, expuso Camargo para el medio.
Según el ministro, esta medida funcionaría de manera autónoma para cada municipio, es decir, las administraciones toman la decisión de implementarla o rechazarla. La tarea de la cartera sería allegar el dinero necesario para ello y dar incentivos. Así las cosas, el Ministerio busca “entregar recursos para que la seguridad vial, la logística y la movilidad sostenible se puedan materializar”, explicó Camargo en la entrevista.
Asimismo, aseguró que se entregarán incentivos a los municipios que presenten otras iniciativas cuyo objetivo sea mejorar las prácticas de movilidad. Ellos tendrán una mayor prioridad en la entrega de recursos o contarán se les entregará más dinero para poder ejecutar sus proyectos. También contarán con acompañamiento del Ministerio en los diferentes procesos.
Las propuestas de los municipios pueden enfocarse en varias vertientes: promover el uso del transporte público, disminuir la siniestralidad, modificar horarios de circulación, mejorar la logística urbana y los tiempos de viaje, entre otros.
“Si los ciudadanos no asumen una conciencia racional frente al uso de la infraestructura vial, que es limitada, frente al crecimiento del parque automotor y el uso, cada vez más alto, de vehículos privados, estamos haciendo un ejercicio al contrario”, puntualizó el funcionario.
De acuerdo con el ministro, entrevistado en Semana, la cartera ya ha invertido casi 100 billones de pesos en los sistemas integrados de transporte masivo. Sin embargo, han ido perdiendo sus usuarios debido a que cada vez hay más vehículos particulares. Esto hace que los tiempos de espera para tomar el transporte público sean más largos y al igual que los ciclos de las flotas. Por eso, las personas prefieren movilizarse en vehículos particulares que terminan aumentando el congestionamiento vial.
En diferentes zonas del país se han implementado otras estrategias para descongestionar las vías, como por ejemplo el pago de impuestos pigouvianos. Estos, según explicó el ministro en Semana, establecen un monto mínimo que deben pagar las personas por contaminar o por usar el espacio público de manera privilegiada en horarios restringidos.
Ahora bien, la medida que ahora propone el Ministerio de Transporte busca que las entidades territoriales prioricen el uso del transporte público mediante la modificación de horarios. Aseguró entonces que no se trata necesariamente de “prohibir”.
“Es un ejercicio de pedagogía, que yo sé que cuesta, pero alguien tiene que decirlo, porque además allí es donde se traducen los problemas de la congestión, de la siniestralidad y de los mayores tiempos de viaje, y al Ministerio de Transporte es al que más le reclaman que no está haciendo la tarea”, expuso el jefe de cartera para El Tiempo.
Opositores de la propuesta han manifestado que no contempla la realidad del país en materia de transporte público. “La propuesta del señor ministro de Transporte de desestimular o restringir el transporte de los vehículos privados para estimular el uso del transporte del servicio público no corresponde a la realidad de lo que sucede con el transporte público. Si bien ha mejorado muchísimo en los últimos años, es insuficiente y altamente inseguro. En la medida en que no se trabaje en masificarlo aún más y en generar seguridad, va a ser muy difícil que la gente se suba a él”, puntualizó Eduardo Visbal, vicepresidente de comercio exterior de Fenalco, para Noticias Caracol.