La senadora María José Pizarro, del Pacto Histórico, que el pasado 20 de julio se consagró como la primera mujer de izquierda en ser vicepresidenta del Senado de la República, hizo una radiografía de lo que enfrentará el Gobierno con una mesa directiva que, en buena medida, no es del ala petrista.
Pizarro señaló a su copartidario, el senador Paulino Riascos, de haber sido artífice, en parte, de la derrota de Angélica Lozano frente a Iván Name, los dos congresistas verdes que buscaban convertirse en el reemplazo de Alexánder López en el cargo más importante del Legislativo.
— Infobae: ¿Qué representa para el Gobierno que usted sea la única representante del Pacto Histórico en la mesa directiva del Congreso?
— María José Pizarro: En primer lugar, una inmensa responsabilidad. No solamente por ser del Pacto Histórico, sino porque ante el escenario de la elección de la Mesa Directiva, por lo menos en el Senado, soy una persona que definitivamente va a defender no solamente la agenda progresista, sino también la agenda que presente el Gobierno. Así que la responsabilidad es total.
— Usted es la primera mujer de izquierda en Colombia que llega a la vicepresidencia del Senado. ¿Qué representa para usted ese logro?
—No solamente el hecho de ser la única mujer y la única persona de izquierda en las mesas directivas tanto del Senado como de Cámara, sino por supuesto, como tú bien dices, ser la primera mujer que llega de izquierda a una dignidad tan alta. Eso quiere decir que no solamente en lo personal me llena de alegría, sino también la enorme responsabilidad de responder a un ideario, a un proyecto político y a unas apuestas en las que en este momento estamos abocados. Así que es un gran reconocimiento y un gran reto.
—¿Por qué cree que logró ganar la vicepresidencia, siendo del Pacto histórico, y Angélica Lozano, que es de centro y tiene más afinidad con las demás fuerzas políticas, no ganó la presidencia de esa corporación?
—Yo creo que ahora es muy pronto para aventurarse, el margen de votación fue realmente pequeño, estamos hablando de cinco votos de diferencia entre Angélica Lozano y yo que, por supuesto, podrían tratarse de algunos senadores o senadoras de los partidos tradicionales, podría tratarse también de un mayor apoyo por parte de los sectores progresistas, pero también de amistades que uno construye, inclusive, en algunas otras bancadas y que hayan decantado ese apoyo.
No estamos hablando de una enorme diferencia, sino de los afectos y la legitimidad que muy seguramente también se han construido. Creo que el margen es tan pequeño que se puede entrar a cualquier tipo de especulación.
— En esa línea de la especulación dicen que fueron los mismos congresistas del Verde y del Pacto que decidieron votar por Name y no por Angélica. ¿Usted cómo ve eso?
— En primer lugar, yo no lo veo y no lo daría por sentado. No sería esta mi primera hipótesis porque yo creo que Angélica se ha consolidado al interior de la bancada del Verde con un ideario. Inclusive aquellos que son de ideario progresista son personas muy leales, como lo expresó el mismo Inti Asprilla en su discurso.
Salvo Paulino (Riascos, senador del Pacto Histórico), por ejemplo, que definitivamente sorprende en cada una de las elecciones o deja de sorprender, más bien, en cada una de las elecciones. Por supuesto estaríamos hablando de dos votos no más.
— En su intervención después de que ganó la vicepresidencia usted le dejó varios mensajes a Iván Name. ¿Qué espera de él en su próximo año dirigiendo al Senado?
— (...) Espero que él (Iván Name), como miembro de una bancada de gobierno, porque él hace parte del Partido Verde, declarado partido de gobierno, también defienda los intereses del Gobierno y actúe con absoluta ponderación en su ejercicio como presidente. Yo espero que ese sea el balance y la lectura que se tenga de su paso por la presidencia del Congreso de la República.
Lamento el hecho de que hubiésemos tenido la oportunidad de tener la primera mesa directiva compuesta por mujeres, cosa que no se pudo dar. Siguen existiendo, no solamente intereses de partidos políticos e idearios, sino también una masculinización muy arraigada en quienes componen el Congreso de la República.
—Ya que menciona el machismo, usted, que fue presidenta de la Comisión de la Mujer en el Congreso, ¿qué cree que va a pasar con las mujeres bajo la presidencia de Name? Usted será su principal coequipera.
—Como dije, tengo la enorme responsabilidad de dejar muy en alto, no solamente el nombre de las mujeres, sino de garantizar y fortalecer su participación en un Congreso liderado casi que exclusivamente por hombres. Es una enorme responsabilidad. Tampoco es un secreto que he defendido con muchísima fuerza y vehemencia la participación política de las mujeres, y espero poderlo hacer sin violencia y con plenas garantías.
— Usted mencionaba hace un momento que lamentaba que la mesa directiva del Senado no quedara compuesta completamente por mujeres. ¿Qué habría pasado y cómo habría sido una eventual administración de Angélica Lozano como presidenta y usted como vicepresidenta?
—Yo creo que el Congreso habría cambiado, y mucho. Inclusive, hasta en la misma rigurosidad en términos de ejecución de recursos de liderazgo de las sesiones plenarias. Yo creo que hay un cuidado, no solamente por la institución, sino por el país, y por los intereses de los ciudadanos.
Así que creo que el país se perdió de mucho, y hablo también en el caso de la oposición. Fíjate tú que el Estatuto de la Oposición es muy claro, establece que tiene que haber alternancia de género y partido, y por lo tanto le correspondía este año (la segunda vicepresidencia) a Ana María Castañeda, que es la única senadora del partido Cambio Radical. Mediante una argumentación que, en mi criterio es un poco acomodada a las circunstancias, terminan favoreciendo a uno de los hombres y no el derecho de una de sus mujeres. Finalmente, ella tiene que esperar hasta el último año, cosa que pudo haber pasado de una manera contraria, que quien hubiese tenido que esperar fuese el hombre, no la mujer.
*Pizarro se refiere a la decisión de Cambio Radical de nombrar a Didier Lobo Chinchilla como segundo vicepresidente, y no a la senadora Ana María Castaño, quien asumirá esa dignidad en el último año de legislatura.
— Angélica Lozano no ha hablado mucho después de esa derrota, pero en lo poco que dijo fue que no se respetaron los acuerdos al interior de la Alianza Verde. ¿Cómo analiza que llega esa colectividad a la nueva legislatura? Ese partido hace parte de la coalición del Gobierno Petro.
— Dentro de la Alianza Verde, como ella (Angélica Lozano) bien dijo en su intervención de ayer, hay pluralidades, hay distintas tendencias y voces de la oposición absolutamente visibles. Yo creo que este también es un ejercicio de reflexión al interior del Partido Verde sobre las diferencias; por supuesto está bien, en términos democráticos, tener un partido que acepta y que acoge esas diferencias, pero tiene que haber un ideario sólido al interior de las fuerzas políticas. Por eso nosotros hemos hablado de reorganizar las fuerzas políticas, de darle fuerza a los partidos.
Además, que quienes voten saben que están votando por un partido que representa esos ideales y no por personas que representan ideales contrarios; que de alguna manera logran colarse en los partidos progresistas o en partidos de visión amplia como es el Partido Verde, para terminar defendiendo los intereses de los sectores de oposición. Yo creo que al Partido Verde le queda una enorme reflexión y ojalá tengan la madurez y la capacidad de hacer ese tipo de reflexiones para fortalecer su propio partido.
—Senadora, ¿cuáles van a ser sus apuestas para que las reformas del Gobierno vean la luz y no se cuelguen como pasó en el primer año de legislatura?
— Este es un llamado que va más allá de mi función y de mi labor, es un mensaje a los congresistas: las reformas deben ser debatidas y deben ser argumentos en defensa, o inclusive en oposición o en contraposición a esas mismas reformas.
Lo que no puede ser es que sea mediante argucias, como no ponerlos en el orden del día, como la no configuración del quórum, etcétera, que terminen hundiéndose o no esas reformas. Me parece que ahí hay una reflexión al ejercicio legislativo y a la necesidad de debatir con argumentos, de no tenerle miedo a exponer los argumentos de manera pública, sino hacerlo y asumir las consecuencias.
—Angélica Lozano era la ungida del Gobierno. ¿Cree que bajo la presidencia de Iván Name las reformas del presidente Petro estén en riesgo?
—Yo espero que él actúe como un senador de una bancada de gobierno, que actúe con autonomía e independencia en el sentido de que estamos hablando de uno de los tres poderes. Él fue muy claro en decir que el Congreso no iba a ser apéndice del Gobierno. Yo considero y respeto la autonomía del Congreso. No me parece una afirmación peligrosa. Lo que sí me entristece demasiado es que haya ganado precisamente con los votos de la oposición porque la oposición se quiere llevar ese triunfo cuando él, por supuesto, es un senador de un partido declarado de gobierno. Así que esperemos que actúe con toda la altura, con toda la grandeza, con toda la ponderación y poniendo por delante el buen manejo de un Congreso de la República, con un buen clima que lo necesita el país, sobre todo.
— María José, el país vio sus enfrentamientos con el senador verde Jota Pe Hernández. ¿Usted cree, como dicen otros líderes políticos, que él es el nuevo manguito de las fuerzas alternativas del Congreso?
— Yo no he tenido enfrentamientos con el senador Jota Pe Hernández. Si acaso él ha tenido enfrentamientos conmigo, yo no con él. Así que yo creo que esa pregunta tendrías que hacérsela a él. Yo no voy a entrar en ningún tipo de valoración sobre el senador.
— Usted hace unos meses hizo un llamado de atención tras el triunfo de la derecha en Chile. ¿Considera que el progresismo está haciendo las cosas bien acá, en el gobierno de Colombia?
—Creo que tenemos un líder (el presidente Petro) con una talla y una experiencia probada. Estamos hablando de un hombre con una formación y con una trayectoria impecable en el ejercicio democrático. En los últimos 30 o 40 años ha sido, no solamente uno de los mejores senadores o congresistas que haya conocido el país, sino que además tuvo un paso, por supuesto no exento de críticas, pero sí un desempeño muy loable y muy en línea con su propio ideario político, por la Alcaldía de Bogotá.
Estamos hablando de un líder político, ya no de talla nacional, sino de talla internacional. Para eso solo tendríamos que ver la misma visibilidad que ha adquirido Colombia en el panorama internacional y el reconocimiento que tiene él como líder político latinoamericano. Yo creo que ahí hay unas diferencias y los demás sectores progresistas tenemos que actuar en consecuencia, prepararnos, defender la posibilidad de lo que en democracia hemos ganado, y por supuesto que al final las puertas siempre queden abiertas en el país para que los sectores progresistas, en democracia, puedan gobernar, y no como ha sucedido antes, que nunca pudieron gobernar porque fueron asesinados, perseguidos y exiliados, sus liderazgos políticos.
— El 20 de julio, como primer proyecto de esta legislatura, se radicó la regulación del consumo de cannabis adulto. ¿Esta vez sí se va a poder lograr con dos alternativos al frente del Senado? Alexánder López no lo logró.
— Yo espero que sí se logre. Ahí tenemos un bache y es que el mismo senador Name votó en contra, o no votó lo del cannabis. Él también dio unas palabras en ese sentido, pero es una iniciativa presentada por 70 congresistas, que ha sido debatida en los medios de comunicación, que han jugado un papel fundamental en ayudar a socializar una iniciativa de este tipo.
Creemos que podemos sacar adelante la iniciativa con los ajustes que se han hecho y que incorporan, entre otras recomendaciones, las propuestas de la oposición. Así que creemos que tenemos un consenso, hemos recogido la experiencia después de estos ocho debates y tenemos un texto que puede recoger las mayorías.
— En las elecciones del 2022 las Águilas Negras amenazaron a varios líderes del Pacto Histórico, usted incluida. ¿Siguen ocurriendo esos hechos?
— Yo lo he denunciado en repetidas ocasiones. No cesan las amenazas, llegan inclusive a los teléfonos personales míos, de mi equipo. Efectivamente sí, ya no solamente de las Águilas Negras. Pero bueno, no vamos a poner el énfasis en esto. Tenemos, por supuesto, la exigencia a que se garantice la seguridad y el derecho a la vida y bueno, esperamos no repetir nunca la historia.
— ¿Qué le dijo el presidente Petro tras su designación como vicepresidenta del Senado?
— Hemos estado hablando y haciendo análisis, como creo que los están haciendo todos, incluidos los medios de comunicación, en relación con los resultados de las votaciones.
— ¿La felicitó, le envió algún mensaje, alguna recomendación?
—Yo voy a hacer, en el Senado de la República, la persona que va a cuidar y representar los intereses del Gobierno y, por supuesto, entre nosotros hay afecto y respeto.
—Éxitos en su nuevo cargo, senadora.