Cuando se piensa en Liliana Salazar se viene a la mente la sonrisa característica que aparece en sus fotos. Había quedado en conversar el lunes, pero en conversar un lunes a las cinco de la tarde. Cuando se le solicitó un horario respondió de inmediato. Al ser una de las periodistas deportivas más reconocidas en Colombia, sorprendió que fuera tan sencilla y no tuviera problema de hablar con alguien que aún estudiaba en la universidad, también periodismo.
Me recibió vestida con un saco grande y con unas gafas de montura roja, ya relajada después de un día laboral normal en Win Sports. En muchas partes de su casa predomina el ladrillo, sin pintura. Una lámpara grande colgaba en el comedor y alumbraba todo el espacio. Saludó con tono de presentadora. Hablaba con la seguridad de una periodista, lo cual me intimidó un poco.
“Fui la primera mujer que se consolidó presentando deportes en este país. Como todo en la vida pienso que las limitaciones están en la cabeza, más cuando te dicen que no puede. Siempre tienes que preguntarte: ¿Por qué no? Siempre trabajé a la par con los hombres, entonces no puedo hablar de discriminación porque nunca la viví”, afirmó Salazar.
Entre los momentos que más la han marcado están cubrir la Copa Mundial de Fútbol. “Definitivamente, mi primer Mundial en Corea y Japón, que fue en 2002, fue mi favorito. Estaba muy jovencita; además, lo hice para Univisión. Fue inolvidable. El último, el de Qatar 2022, por ser en un mes atípico y tener esa final Argentina y Francia, también está en mi corazón”, narró.
En la charla había un poco de intriga por los jugadores que Salazar había conocido a lo largo de su carrera. Ella miró hacia arriba tratando de recordar y mencionó, como si fueran personas con las que se tuviera la oportunidad de ver todos los días, a Zinadine Zidane, Iker Casillas, Gerard Piqué, Carles Puyol, Andrés Iniesta, Xavi Hernández y, por supuesto, Leonel Messi. Sintió tristeza por no ver a Cristiano Ronaldo alzar la Copa pero aceptó que cada campeonato tiene su estrella.
“Estoy en el lugar que es. Soy muy feliz porque he vivido etapas muy diferentes en mi carrera como profesional. Primero fue el proceso en RCN, trabajando para un noticiero en una labor única y exclusiva de periodista y reportera. En Win Sports ya han sido 10 años trabajando en un rol de conductora. Estoy en el lugar soñado”. Me dijo que su sueño cumplido es que hubiera un canal especializado en deportes en Colombia y que es muy bueno estar ahí. Su sonrisa volvió a aparecer.
Su hermano mayor vive orgulloso de ella porque, hace 20 años, ver a una mujer en el periodismo deportivo era muy diferente y nuevo. En el pasado, cuando Salazar era menor, ella lo seguía a los estadios y, desde ahí, empezó a desarrollar un gusto hacia los deportes, específicamente al fútbol.
Habla mucho del esfuerzo y la disciplina, esenciales para el éxito y para superar estereotipos de género o prejuicios. Ella lo compara con un partido de fútbol, donde las periodistas son las jugadoras y hay un técnico que decide si jugarán o no.
Con tono más bajo cuenta lo difícil que fue dar noticias como la caída del avión del equipo brasileño de fútbol Chapecoense y la muerte de su amigo Freddy Rincón. “Hay que respirar profundo, hay que seguir por encima de todo. El show debe continuar, te tienes que calmar y saber que estás comunicando e informando, así tú estés sintiendo dolor”.
Juan Carlos Prieto, camarógrafo que trabaja con ella, manifiesta que “ella es muy querida pero también es muy analítica. Tiene su carácter y personalidad para hacer las cosas bien. Debes ser muy serio con ella”.
Además de cubrir la información deportiva, lo que más le gusta a Salazar es estar con su esposo, Issa Bendeck, los dos han viajado seguido y, de hecho, ya solo les falta ir a un continente, Oceanía.
Salazar sigue vigente y apasionada. Ahora, apoyándose en las experiencias que la hicieron una periodista valiente en ambientes machistas como lo son la industria mediática y la deportiva, quiere que otras mujeres se inspiren con su rol frente a las cámaras.