La Secretaría de Ambiente advirtió que en el transcurso de julio y agosto la ciudad presentará fuertes temporadas de vientos y lloviznas sectorizadas, además de, encharcamientos, fisuras entre otras causas, lo que puede ocasionar emergencias en varios puntos de la ciudad.
Con base en lo anterior, la dependencia indicó que varias de esas causas provocan el volcamiento de árboles, lo cuales pueden causar daños tanto en personas, animales y estructuras públicas-privadas de Bogotá.
Por tal razón, la Secretaría de Ambiente invitó a toda la ciudadanía a conocer el estado de las coberturas vegetales, sus características y sus posibles riegos para que las personas entiendan en qué momento pueden comunicarse con las autoridades competentes y prevenir accidentes.
“Julio y agosto es una época que se incrementan los vientos, además de presentarse lluvias que pueden ocasionar eventos con los árboles”, precisó la dependencia. Además, agregó que en lo corrido del séptimo mes del año se han reportado 161 emergencias, de las cuales 46 son de individuos arbóreos que se han caído y 115 que presentan algún tipo de riesgo.
Con el fin de evitar emergencias en la ciudad y en sus residentes, la dependencia dispuso una atención específica en la línea de Emergencia del 123 para tratar inmediatamente dichos casos. Una vez las autoridades respondan el llamado harán una valoración del estado del individuo, si este representa un peligro para la integridad de las personas se autorizará la tala y el acopio del árbol.
Cómo identificar el estado de un árbol en riesgo de colapsar
La Secretaría de Ambiente resaltó que los funcionarios de la entidad realizan constantemente evaluaciones de arbolado en el perímetro urbano, en espacios públicos o en predios privados, con el fin de evaluar el estado de los individuos arbóreos y conceptuar los árboles que puedan presentar un riesgo para la comunidad.
Cabe destacar que, la entidad señaló que varios de los factores conceptualizados que se generan al momento de evaluar a los individuos; su posibilidad de volcamiento, pudrición en sus troncos o ramas, deteriores en la base o si cuentan con inclinaciones en su altura “y así posteriormente poder autorizar el respectivo tratamiento silvicultural”.
En cuanto a qué es un tratamiento silvicultural, la dependencia explicó que es una intervención que se lleva a cabo para darle manejo al arbolado por medio de diferentes procesos que buscan mantener las condiciones “fitosanitarias” de los individuos. Entre las actividades que se realizan destacan: podas, podas radiculares y tala como última opción.
Así puede la ciudadanía identificar un árbol en riesgo:
- Tiene encharcamientos permanentes en la base del árbol.
- Tiene ramas muertas.
- Presenta inclinación, tiene grietas o rajaduras en el tronco.
- Muestra cavidades, hongos o pudrición en el tronco o en las ramas.
- Presenta daños considerables por causa de un choque.
- Hay árboles caídos y/o muertos alrededor.
- Se observa presencia de roedores en la base del árbol.
A su vez, la Secretaría de Ambiente enfatizó una serie de puntos que destacan la importancia de por qué proteger los árboles, no solo en temporadas de altas precipitaciones y vientos, sino en todo el año:
- Protegen las cuencas y cuerpos de agua.
- Previenen la erosión y estabilizan taludes.
- Regulan el clima.
- Embellecen el paisaje.
- Son elementos de interés cultural y simbólico.
- Son hábitat para la avifauna.
Finalmente, el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) añadió una lista de pasos a tener presente para prevenir emergencias por motivo de los fuertes vientos de mitad de año en la ciudad, sobre todo en la zona de los cerros orientales:
- Mantener la calma en todo momento.
- Cerrar las puertas y ventanas.
- Asegurar techos y elementos que estén sueltos en espacios como balcones.
- Aléjese de árboles, postes o cables de luz.
- Haga revisión y mantenimiento a las cubiertas.
- Fije los elementos sueltos en terrazas y balcones.