Gustavo Petro aceptó, entre líneas, error de nombrar a León Freddy Muñoz como embajador de Colombia en Nicaragua

Las declaraciones del presidente de la República, Gustavo Petro, quien desde San Andrés se adjudicó el éxito del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que negó las pretensiones de Nicaragua de extender su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas, causaron un “remezón” en las redes sociales.

El jefe de Estado, además de cuestionar el papel de los gobiernos de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque en la defensa de la soberanía marítima ante el país centroamericano y de hacer énfasis en el fallo negativo de noviembre de 2012, en el que país perdió 75.000 kilómetros de mar territorial en esta disputa, también se refirió a la posición diplomática de su Gobierno ante este país.

Además de anunciar una serie de diálogos con el régimen de Daniel Ortega, en pro de garantizar los derechos de los raizales de San Andrés y Providencia de ejercer actividades pesqueras en esta zona, también dejó en el aire una reflexión que fue entendida como el reconocimiento de un error: el de haber nombrado embajador en Nicaragua a León Fredy Muñoz, quien se ha visto inmerso en una serie de polémicas por su desempeño diplomático, que iría en contra de los intereses nacionales.

En su intervención, que se dio en la celebración de la Fiesta de la Soberanía, Petro habló de la presencia de Muñoz en la embajada colombiana en el país centroamericano y dejó ver, entre líneas, que, en ese cargo, que ocupa el excongresista antioqueño desde el 30 de septiembre de 2022, debió designar a un raizal, como parte de “demostrar la existencia de un pueblo con identidad cultural”.

Según Petro, fue un acierto incluir a esta población en la intención de “demostrar la existencia de un pueblo con identidad cultural, al cual no se le había escuchado ni tenido en cuenta”, estratega en la que basó el éxito ante el CIJ. “El Gobierno nombró embajadores y embajadoras hijas de esta isla, de esta cultura, para que fueran nuestros embajadores en las islas antillanas”, agregó el jefe de Estado.

Y, acto seguido, se refirió a la designación del diplomático en el país vecino, con un claro mea culpa, pues en su concepto era mejor elegir a alguien que entendiera las problemáticas del pueblo raizal en el archipiélago. “Quizá debimos nombrar uno en Nicaragua”.

El actual embajador de Colombia de Nicaragua fue blanco de duras críticas en las últimas dos semanas, luego de que el 7 de julio de 2023 se conociera de su participación de la marcha del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido del régimen de Ortega, en la conmemoración de la Revolución Sandinista; en la que apareció acompañado de Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional.

“Esto es admirable, lo que yo he sentido desde el 30 de septiembre que llegué a Nicaragua, aquí estoy de embajador. Es un pueblo alegre, bonito, amable y sobre todo un pueblo que está convencido de su revolución”, se le escuchó al embajador en un video difundido por La Prensa Nicaragua.

Este aparte de Petro en su intervención daría pensar que se podría avecinar un cambio en este cargo, con el fin de darle un viraje en la relación entre ambas naciones.

Y es que, por este incidente, Muñoz –quien tiene en curso un proceso penal en la Corte Suprema por presunto tráfico de estupefacientes, luego de ser detenido en mayo de 2018 con 145 gramos de cocaína en su poder– tuvo que viajar de urgencia a Colombia a dar las respectivas explicaciones ante el ministro de Relaciones Exteriores y, por ende, su jefe, Álvaro Leyva Durán.