Desde que inicio esta semana se están reportando fuertes combates entre grupos disidentes de la extinta guerrilla de las FARC en límites entre los departamentos de Caquetá y Putumayo lo que ha producido la muerte de varios integrantes de estas organizaciones armadas ilegales en esta zona del sur del país.
Los enfrentamientos los estarían protagonizando el frente Carolina Ramírez del Estado Mayor Central (EMC) y los autodenominados Comandos de la Frontera y los decesos podrían ascender a 20, según indicaron las autoridades en el informativo de televisión Noticentro Uno CM&.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó el miércoles 19 de julio que el día anterior realizó las labores de recuperación de siete cuerpos en una zona rural de este departamento “en el contexto de los recientes enfrentamientos entre grupos armados presentes en la zona” y que fueron entregados a las autoridades en el vecino departamento de Caquetá para su identificación.
“Realizamos la labor estrictamente humanitaria de recuperar y trasladar los cuerpos de estas personas fallecidas para que sus familias puedan recibirlos y darles sepultura digna”, indicó Hugo Fiz, jefe de la subdelegación del CICR en Florencia (Caquetá).
Según las autoridades locales, los combates entre el Frente Carolina Ramírez, del EMC, la mayor disidencia del desaparecido grupo insurgente, y los Comandos de la Frontera, un grupo criminal que supuestamente está alineado con las disidencias de la Segunda Marquetalia, comenzaron hace unos días en el municipio de Puerto Guzmán en Putumayo.
El alcalde de este municipio, Edison Rojas, informó de que se habla de 10 muertos, pero que la comunidad habría sacado 8 cuerpos que dejó a la orilla del río Caquetá para que fueran trasladados a la funeraria.
El CICR insistió en su labor neutral para que esas personas, aunque pertenecieran a grupos armados, fueran rescatadas para que no se conviertan en personas desaparecidas y porque el Derecho Internacional Humanitario (DIH) establece que los cuerpos de personas fallecidas en combate deben ser tratados con dignidad, así como buscados, identificados, recogidos y evacuados.
Por el momento no hay un pronunciamiento oficial de la Fuerza Pública, que estaría intentando ingresar a la zona para poder controlar esta complicada situación de orden público.
Precisamente, el pasado domingo 16 de julio en Doncello (Caquetá) murieron dos militares: el subteniente Andrés Felipe Ochoa y el soldado profesional Henry Muñoz, luego de que sostuvieran combates con la disidencia Rodrigo Cadete, donde también falleció un insurgente.
“Producto de los combates se registró la muerte en desarrollo de operaciones militares de un sujeto quien sería integrante de esta estructura, así como la incautación del material de guerra e intendencia que tenía en su poder. El material fue puesto a disposición de las autoridades competentes, quienes también realizaron los actos urgentes en el lugar”, señalaron en un comunicado.
La institución mandó un mensaje de condolencias a los familiares de los uniformados que fallecieron en los enfrentamientos, quienes están recibiendo apoyo psicosocial.
“Este Comando envía un mensaje de condolencias a los familiares, compañeros y amigos de nuestro oficial y soldado fallecidos. A su vez, se activó el protocolo de acompañamiento interdisciplinario establecido para la atención integral de sus familias”, señalaron.
La Defensoría del Pueblo emitió en 2021 una alerta temprana que aún sigue vigente para varios municipios fronterizos con Ecuador, entre ellos Puerto Guzmán (con 36.665 habitantes) por la disputa del territorio entre estos grupos.
Esto pone a la población en riesgo de ser señalada de colaboración con los otros grupos y también quedan a expensas de las pautas de comportamiento y normas que dicten las disidencias, además de amenazas, asesinatos selectivos y reclutamientos forzosos.
(Con información de EFE)