“Si no cumplimos el Acuerdo Final de Paz, el mensaje que se le entrega a la sociedad es de violencia”, advirtió el presidente Gustavo Petro en su primer discurso ante el Congreso de la República en medio de la instalación de la primera legislatura de su Gobierno.
El jefe de Estado no solo habló de la crisis climática, la necesidad de electrificar los medios de transporte y el proyecto de ley para modificar la actividad minera en el país; también se refirió a la implementación de lo firmado entre el Estado y las extintas Farc y su primer punto: la Reforma Rural Integral (RRI).
Sobre este tema se remitió a la reforma agraria propuesta por Alfonso López Pumarejo, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y el conflicto armado interno “que no para hoy”. En ese sentido, enfatizó en que la primera problemática a nivel nacional tiene que ver con el acceso a la tierra.
“El problema de Colombia es la tierra”, sostuvo Petro. Dijo que históricamente se han presentado trabas para democratizar el acceso y tenencia de la tierra y la violencia perpetuada desde el siglo pasado y hasta aseguró que ese problema generó “un raquitismo del capitalismo”.
“No se ha podido desarrollar el capitalismo en Colombia por no hacer la reforma agraria”, añadió el jefe de Estado.
Bajo ese panorama, sostuvo que es “terriblemente irracional” la alta concentración de tierra, por lo que –agregó– que se debe aprovechar toda la tierra fértil existente en el país para volverla productiva. Resaltó la aprobación en el Congreso del proyecto de ley que reconoce al campesinado como sujeto de derechos y la reforma constitucional que establece la creación de la jurisdicción agraria y rural.
También tuvo tiempo para resaltar la gestión hecha con el gremio ganadero para la compra de tierras. Al respecto, las previsiones del actual Gobierno es la adquisición de tres millones en un plazo de ocho años para cumplir en su totalidad con el primer punto del Acuerdo Final.
“En alianza con –José Félix– Lafaurie, incluso, hemos titulado tierra (...) En ese tema se habló en el Acuerdo con las Farc de titular siete millones de hectáreas y nosotros, este Gobierno ha titulado un millón. 756 mil han sido para indígenas 175 mil para campesinos”. Explicó que 7.945 hectáreas han sido entregadas a comunidades negras y que las zonas tituladas a indígenas son selva, lo cual busca proteger la Amazonía colombiana.
El respaldo a la Paz Total y la ‘tercera fase’ de pacificación nacional
“La paz no es una negociación entre grupos armados, la paz es un acuerdo nacional de toda la sociedad”, sostuvo el primer mandatario sobre la apuesta planteada desde su campaña presidencial. Dijo que, si bien esas iniciativas son “discutibles”, destacó avances como la reanudación de los diálogos con el ELN y el cese al fuego bilateral de carácter temporal y nacional.
Sugirió que una de las fases de la guerra en Colombia fue la época de La Violencia bipartidista entre liberales y conservadores. Aquella, según su extensa intervención, finalizó, pero dio paso a una nueva etapa de conflicto en el país: la iniciada entre guerrillas (Farc y ELN) después de la década de 1950.
En ese orden, la tercera fase es aquella que enfrenta a diferentes sectores “por la codicia y la riqueza” generada por las economías ilícitas entre diversos actores al margen de la ley que genera, entre otras problemáticas, el control territorial y de las poblaciones.
Por ello, se refirió a la reducción de los envíos de cargamentos de cocaína a Estados Unidos y el auge del fentanilo, droga que, de acuerdo con cálculos del Gobierno nacional, ya llegó al país. Sobre esta sustancia lamentó otro escenario adverso para el Estado, empezando por el hambre en zonas cocaleras que ya no tienen demanda de esta planta.
“Colombia parece no tener capacidad competitiva en el fentanilo; incluso se nos abre una ventana de oportunidad para hacer la paz en Colombia, la de la tercera fase”, sentenció Petro sobre la lucha contra el narcotráfico y la pacificación nacional.