Venta de vivienda nueva en el país cayó 53,3% en el primer semestre del año

Respecto a la generación de empleo, de acuerdo con Camacol, en solo Bogotá, 531 proyectos generaron 223.000

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Según Edwin Chivirí, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, se espera cerrar el año con 50.000 unidades vendidas.
Según Edwin Chivirí, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, se espera cerrar el año con 50.000 unidades vendidas.

En 2023, el sector de la construcción y vivienda a nivel nacional ha tenido unas bajas importantes que han generado incertidumbre. Bogotá y Cundinamarca no son la excepción, pues las ventas se contrajeron en un 57% en el primer trimestre de 2023, en comparación con 2022.

Sin embargo, aunque la caída persistió, Edwin Chiriví, gerente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) Bogotá y Cundinamarca, le dijo a El Tiempo que finalizando el segundo trimestre del año, en junio, la demanda (es decir, la intención de compra) aumentó. Esto genera expectativas de que el próximo semestre será mejor. Se espera cerrar el año con 50.000 unidades vendidas.

“Actualmente, tenemos en ejecución 531 proyectos, que más o menos son 6,7 millones de metros cuadrados”, tal y como le comentó al medio.

Respecto a la generación de empleo, Chiriví dijo que: “En Bogotá, 531 proyectos nos generan 223.000 empleos, la capital tiene cuatro millones de ocupados, por lo que este número podría ser superior al 6% del empleo directo. En Cundinamarca, los 320 proyectos de los 23 municipios que monitoreamos generan 152.000″.

Según las más recientes cifras sobre el mercado de vivienda nueva en el país, reveladas por Camacol, dejan ver que las ventas siguen sin poder superar el mal momento que están atravesando.

La comercialización de vivienda nueva durante el primer semestre de 2023 fue de 64.266 unidades, una caída del 53,3% respecto a las 137.531 comercializadas en el mismo periodo de 2022.

Esta contracción estuvo jalonada por la reducción del 56,5% que se registró en las ventas de Vivienda de Interés Social (VIS).

Sin embargo, en un comunicado, Camacol aseguró que a pesar de la tendencia reciente de las ventas, existen señales positivas para la compra de vivienda en el mediano plazo en Colombia.

”Estas caídas se explican por las condiciones macroeconómicas adversas a nivel global e incrementos en las tasas de interés para mitigar los efectos de la inflación”, manifestó el presidente de Camacol, Guillermo Herrera.

A esto se suma una política de vivienda que ha tardado en responder a la coyuntura. No obstante, la entidad espera que la inflación se siga desacelerando, lo que permitirá paulatinamente la reducción en las tasas de interés para compra de vivienda, y así aliviar la carga financiera de los hogares que podrán acceder a créditos con cuotas más bajas.

”Para el segundo semestre de 2024, las tasas hipotecarias podrían volver a niveles promedio. De esta manera, los hogares que hoy compren sobre planos se beneficiarían de mejores tasas al momento de la entrega de su vivienda”, manifestó Herrera.

La adición presupuestal, que le inyecta recursos al programa Mi Casa Ya, representa un avance muy importante para que el programa pueda ponerse al día en sus pagos y que, de esta manera, los hogares puedan recibir sus viviendas.

Pero la mayor parte de esos recursos están comprometidos en la entrega de cerca de 57.000 viviendas ya terminadas. Al respecto, el presidente de Camacol indicó que “el impulso contracíclico requiere recursos adicionales enfocados en la iniciación de nuevos proyectos, lo cual activará los encadenamientos productivos del sector y estimulará la generación de empleo en la construcción de edificaciones”.

De acuerdo con las cifras del censo de edificaciones de Camacol, a través de Coordenada Urbana, actualmente 107.339 viviendas de interés social se encuentran en proyectos con más del 70% de la oferta comercializada.

Estas son unidades que pueden iniciar en el corto plazo, impulsando cerca de 200.000 empleos y reactivando la demanda intermedia. Al respecto, las industrias encadenadas ya sienten los efectos de la desaceleración en la dinámica de las edificaciones, particularmente en los micronegocios asociados a ferreterías, producción de caucho y madera.

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