Hace aproximadamente dos meses la multinacional portuguesa, Jerónimo Martins, propietaria de Tiendas Ara, envió una solicitud formal a las directivas de Corabastos con el fin de subarrendar seis bodegas dobles para así poder abrir una serie de puntos de su formato mayorista llamado “Bodega El Canasto”.
La comunicación ocasionó que se generara una polémica en el interior de la central mayorista, ya que al finalizar el 2022 fue aprobada una modificación al reglamento interno de Corabastos que impedía la entrada de cualquier gran superficie, lo que significaría que esta decisión podría violar el régimen de libre competencia.
Sin embargo, el temor más grande para los comerciantes tradicionales del sector es que el gigantesco músculo financiero de la multinacional, Jerónimo Martins, termine sacándolos del mercado.
“Ellos no van a tener con quién competir, porque nosotros somos capitales de pymes y minipymes que estamos en Corabastos y ellos son capitales internacionales inmensos, casi infinitos (...) No es justo que vengan esos hard discount y esas grandes competencias a competir con mini capitales. No es justo que estos grandes tiburones vengan a comerse a estos pececitos tan poquitos”, aseguró a Blu Radio Carlos Andrés Celis, quien heredó el negocio que iniciaron sus abuelos.
Entre tanto, la comerciante Carolina García indicó que: “Lo que quiere el presidente Gustavo Petro es que bajen los precios de la comida, pero los precios de la comida no bajan porque se le de toda la comercialización aun solo oferente, eso sí es un monopolio”.
El medio citado anteriormente dio a conocer detalles del acta emitida por la junta directiva de Corabastos, la cual fue aprobada el pasado 15 de noviembre de 2022. En esta se aprobó una modificación al reglamento interno y se prohibía la entrada de grandes superficies.
“Prohibiendo la cesión, arrendamiento, subarriendo o adjudicación en subasta pública de locales de Corabastos en arriendo a todo gran almacén definidos como establecimientos de comercio que venda bienes de consumo masivo al detal y cuyos ingresos brutos bimestrales sean iguales o mayores a los 3.000 salarios mínimos legales vigentes”, se indica en el documento.
Entre tanto, el día en el que se tomó la decisión, varios de los miembros de la junta se manifestaron acerca de la posibilidad de que la Corporación de Abastos de Bogotá (Corabastos) termine demandada ante la Superintendencia de Industria y Comercio por una posible violación al régimen de libre competencia al restringir la entrada al mercado de este tipo de empresas. Sin embargo, al final del día y después de un acalorado debate, la propuesta se aprobó.
Así mismo, las dudas sobre la legalidad que tiene esta decisión fueron revividas en los últimos dos meses. A raíz de esto, fue convocada una junta directiva que buscará analizar la legalidad de la decisión tomada con anterioridad. Entre tanto, la reunión que se realizará no pretende que se modifique el reglamento de inmediato, ya que la decisión que se tome será la de dejar el tema en manos de la Superintendencia de Industria y Comercio para que se pronuncie.
Además, al interior de Corabastos se dice que hay dos argumentos a favor de levantar la prohibición de entrada de grandes superficies a Corabastos. El primero es que en la central de abastos ya operan dos compañías gigantescas: la multinacional Frubana y la colombiana Su Despensa. Y la segunda que hoy la Bodega El Canasto ya está otras centrales mayoristas del país como las de Valledupar, Neiva, Pereira, Cúcuta y Bucaramanga.
Por su parte ,algunos de los pequeños comerciantes de Corabastos están convencidos de que esta estrategia empresarial de la multinacional Jerónimo Martins, está relacionada con la reunión que sostuvieron sus directivas con el presidente Gustavo Petro en Portugal a principios de mayo. Sin embargo, según fuentes en el Gobierno consultadas por el medio citado, la empresa y la misma central negaron esa versión.