La salida de Irene Vélez del Ministerio de Minas y Energía es el resultado de varios escándalos en los que se vio envuelta desde el momento en el que fue nombrada para ejercer el cargo.
El primero de estos cuestionamientos se dio por haber dado cifras imprecisas acerca de las reservas de gas y petróleo en el país.
Este caso se registró en el mes de enero cuando la ministra dio a conocer el informe “Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa”, que de inmediato desató críticas por las aparentes cifras erradas que incluía.
Irene Vélez defendió a capa y espada todos los conceptos que el reporte incluía, sin embargo, los gremios y los expertos contradijeron dichas cifras que fueron expuestas por la entonces ministra. Debido a esto, se dijo en su momento que había errores metodológicos los cuales habrían causado las equivocaciones y las malas interpretaciones en las proyecciones emitidas en el informe y en las que se afirmó que el país tendría una reserva de gas natural únicamente hasta el año 2042.
Así mismo, por sus declaraciones se le hicieron dos debates de moción de censura en el Congreso de la República, sin que ninguno de ellos haya progresado.
Además, se le señaló de haber presentado informes técnicos con cifras falsas. En este escándalo, la ministra Vélez chocó su viceministra de Energía, Belizza Ruiz, quien en el momento de apartarse de su cargo a finales de enero por petición de la jefe de gabinete, destapó una serie de irregularidades dentro del ministerio.
En ellas, la exviceministra acusó a Vélez de haber sacado a la luz publica los resultados de presuntos informes con datos imprecisos y también de poner a algunos funcionarios ‘a dedo’ en las juntas directivas de las electrificadoras.
“Había situaciones que yo no comparto, que no voy a aceptar y mucho menos a pasar por encima de mi moral como profesional o los principios que establezco para mi vida (...) Aunque suene un poco fuerte, yo sentía que eran prácticas que venían de mi jefe inmediata, que era la ministra. Yo hablé con ella y le reporté directamente que no estaba de acuerdo”, aseguró Ruiz a Cambio.
También se le suma a esta lista el escándalo protagonizado por la exministra de Minas por la propuesta hecha en el Congreso Nacional de Minería 2022, en la que decía que todos los países debían decrecer en sus economías.
“Necesitamos exigirles también en el marco de esta geopolítica global a los otros países que comiencen a decrecer en sus modelos económicos (...) De ese decrecimiento depende que logremos un equilibrio mayor y que los impactos del cambio climático nos afecten menos”, aseguró Vélez.
Después de sus declaraciones Irene Vélez pidió de una forma poco peculiar que se guardara silencio sobre este tema. “Como yo le diría a mis estudiantes, por favor en la segunda fila, los de la mano derecha, si nos hacen silencio para poder seguir, gracias”, manifestó la ministra de Minas.
Unas horas después haber desatado esta polémica, la ministra sin mediar palabras cortó una rueda de prensa de manera abrupta diciendo: “Esto se acaba aquí”, manifestó la exministra.
Ante sus declaraciones del día anterior, los comunicadores le preguntaron sobre la invitación que ella hizo a que los países “decrezcan económicamente” y sobre cuál era el plan del Gobierno para combatir la minería ilegal en el país, pero no hubo más que un silencio abrumador.
“Son como 50 preguntas en una. Entonces yo te, yo te... me dejas hablar, ¿por favor? Bueno, entonces esto se acaba aquí. Muchas gracias a los que alcanzaron a escuchar”, dijo la entonces ministra de Minas y abandonó la sala.
Debido a la magnitud de las críticas la ya exministra ofreció disculpas a los periodistas y medios de comunicación por la actitud que tuvo y aseguró que esta experiencia era parte de su aprendizaje y que no se volvería a repetir.
Otra de las polémicas en las que se vio envuelta la exministra fue por haber usado tenis en pleno acto protocolario con los reyes de España. Al punto que varios de los medios asistentes al evento, tanto nacionales como internacionales, hablaron de la jefe de la cartera de Minas y Energía como el lunar o la mancha en la pared, de la primera visita de Estado del presidente Petro al país ibérico.
Por su parte, recientemente se conoció que el esposo de Vélez, el ciudadano neerlandés Sjoerd Van Grootheest, había suscrito un jugoso contrato por $128 millones que el Gobierno le entregó, a través del el Fondo Colombia en Paz, sin que ella hubiese manifestado que en este caso existía un evidente conflicto de intereses.
Unas horas después, Vélez tuvo que enfrentar una nueva polémica que la involucró con un presunto tráfico de influencias por parte de ella, en el momento que habría movido sus fichas para que Migración Colombia permitiera la salida de su hijo fuera del país.
A pesar de no contar con los respectivos permisos, el menor finalmente salió del aeropuerto de la ciudad de Cali, luego que la exministra enviara varios correos electrónicos con los cuales intercedió para que el funcionario de Migración, que estaba a cargo del caso, lo dejara viajar.
Posteriormente, la Procuraduría General de la Nación le abrió un proceso disciplinario y la Fiscalía una indagación preliminar para tratar de determinar si se trató de un hecho de tráfico de influencias.
Así mismo, luego de algo más de 11 meses en el cargo como ministra de Minas, Irene Vélez, fue la protagonista estelar de varias polémicas, en las que el jefe de Estado, siempre la respaldó.