La avalancha de la madrugada del martes 18 de julio en Quetame, Cundinamarca, que arrasó con 20 viviendas y que hasta el momento deja a por lo menos 13 personas fallecidas, mantiene incomunicada la vía a los Llanos Orientales en ambos sentidos. Por tal motivo, los gremios de productores y transportadores comenzaron a encender las alertas no solo por las pérdidas que puedan ocasionar la emergencia, sino por un posible desabastecimiento de algunos alimentos.
Por lo pronto, los transportadores deben buscar nuevas alternativas para llegar del Llano al centro del país y viceversa, aunque eso implicará nuevos retos y costos adicionales. Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, señaló en declaraciones para el diario La República que “prácticamente quedamos desconectados con el Llano. Nos tocaría aumentar la ruta, coger por Boyacá, llegando a Duitama y Sogamoso y bajar por Agua Azul, y esa vía no es que esté muy buena, esto siempre aumenta recorrido y gastos”.
Por su parte, Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), le explicó a ese mismo medio que por la vía que se mantiene incomunicada pasan productos alimenticios como cerdo, pollo y arroz.
El ministro de Transporte, William Camargo, aseguró que desde la cartera se está trabajando conjuntamente con el Instituto Nacional de Vías (Invias), la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y la Dirección de Tránsito y Transportes (Ditra) de la Policía Nacional para restablecer el paso por la vía al Llano en el menor tiempo posible y evitar así más incrementos en los costos de transporte.
En el lugar trabajan unidades de bomberos de Cáqueza, Guayabetal, Chipaque, Fómeque y Ubaque, quienes adelantan trabajos de rescate y evacuación por los peligros que representan las crecientes de varios ríos y quebradas aledañas.
¿Qué dijo Petro sobre la tragedia?
El presidente Gustavo Petro se pronunció desde Bélgica sobre la tragedia ocurrida en Quetame, Cundinamarca, donde las fuertes lluvias causaron una avalancha sobre la vía que conduce de Bogotá a Villavicencio, que por el momento ha dejado a siete personas muertas y varias desaparecidas.
A través de su cuenta de Twitter, el mandatario colombiano envió su sentido pésame a los familiares de las víctimas y, como lo ha en varias ocasiones, hizo un llamado para organizar los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) “alrededor del agua”, teniendo en cuenta que justamente está en la cumbre de Celac-UE para hablar acerca del cambio climático.
“La muerte que llega a Quetame, Cundinamarca, demuestra la imperiosa necesidad de ordenar el territorio alrededor del agua y liberar sus espacios. En los Planes POT de los municipios. Alcaldes y alcaldesas deben priorizar este principio”, escribió el jefe de Estado.
El municipio ya había sufrido por un terremoto
Esta calamidad genera recordación en los habitantes de la región, pues el 24 de mayo del 2008, un terremoto sacudió la zona y dejó más del 60% de las viviendas destrozadas, incluyendo la iglesia principal del municipio.
El sismo se registró a las 2:20 de la tarde, su magnitud fue de 5,7 y tuvo como epicentro un punto a 8 kilómetros de la cabecera municipal de Quetame. Durante ese sábado, la ciudadanía percibió varios temblores de baja magnitud, pues desde las 12:00 p. m. hasta las 12:12 p. m., los servicios sismológicos registraron tres movimientos telúricos: uno de 2,8; otro, de 4,5, y finalmente, uno de más de 2.5 de magnitud.
Los temblores no alertaron a los habitantes de Quetame, pues se presumían como réplicas de otro sismo de mayor magnitud o, simplemente, el efecto del movimiento de tierra provocado por las fallas geológicas que se encuentran en el sector. El terremoto que ocasionó la tragedia llegó pasadas las 2 de la tarde y duró al menos 30 segundos, y aunque se sintió en gran parte del centro del país, el municipio con mayor afectación fue el cundinamarqués.
En su mayoría, las víctimas perecieron tras los derrumbes provocados por el movimiento telúrico, algunas personas quedaron atrapadas y otras simplemente murieron tras el impacto de las rocas que cayeron de las montañas, cobrando la vida de al menos 15 personas en este sector, completando al menos 30 muertos en total en todas las jurisdicciones.
Fueron al menos 65 heridos los que dejó esta tragedia, sumado a 10.000 afectados. El Gobierno nacional estableció un importante presupuesto para la reconstrucción del municipio, y ahora en 2023, una nueva tragedia golpea a los quetamenses.