En lo corrido del mes de julio del año en curso, se han reportado varios casos de ataques a personas por parte de perros considerados ‘potencialmente peligrosos’. Teniendo en cuenta esta coyuntura, desde la Procuraduría General de la Nación se solicita la ejecución urgente de acciones de seguimiento al Código Nacional de Policía y Convivencia para ver qué hacer con los dueños de animales de ese tipo.
Según detalló la entidad, hay preocupación por los casos más recientes, ocurridos en Bogotá, Santa Marta y Bucaramanga. El llamado de atención por el Ministerio Público fue hecho, específicamente, al director general de la Policía Nacional, el General William Salamanca.
Lo que pide la Procuraduría, de manera textual es “evaluar la situación y adoptar con urgencia estrategias y controles más extremos al Código Nacional de Policía y Convivencia, que referencia a los perros de razas peligrosas y demanda a sus dueños obligaciones frente a su manejo, como el uso de bozal y correa”.
En el comunicado, publicado en el portal web del organismo, se destaca que “la Procuradora Delegada para la Defensa de los Derechos de la Infancia, la Adolescencia, la Familia y la Mujer enfatizó en que, no tiene sentido que lo dispuesto en la normativa no se esté aplicando, por lo que se requiere actuar para prevenir ataques de esta clase de caninos especialmente a los menores de edad, grupo social de especial protección constitucional, y por el que el ente de control propende por la garantía y la protección de sus derechos”.
De acuerdo con lo que explican las autoridades, y con lo que está establecido en la Ley 746 de 2002, los perros que se consideran como potencialmente peligrosos son aquellos que han tenido episodios de agresiones a personas, le hayan causado la muerte a otros perros o los que han sido adiestrados para el ataque y la defensa. Las razas en las que hacen hincapié las autoridades son: american staffordshire terrier, bullmastiff, dóberman, dogo argentino, dogo de Burdeos, fila brasilero, bull terrier, pit bull terrier, american pit bull terrier, rottweiler, presa canario, staffordshire terrier y tosa japonés.
En una entrevista con el diario El Tiempo, el veterinario Gabriel García explicó que “los animales no son agresivos por sí mismos”, y que “la mayoría de los casos de agresiones son realmente comportamientos defensivos”.
Según la Ley 746 de 200, en su artículo 108-A, “la tenencia de ejemplares caninos en las viviendas urbanas y rurales requiere que las circunstancias de su alojamiento en el aspecto higiénico y sanitario, de alimentos y custodia, sean las adecuadas, y que no se produzca ninguna situación de peligro o incomodidad para los vecinos u otras personas en general, o para el propio animal”.
“Se permitirá la presencia de ejemplares caninos en los ascensores de edificios públicos y privados que, como guías acompañen a su propietario o tenedor. Para los demás ejemplares, será deber de la copropiedad reglamentar su permisibilidad”, añade en el artículo 108-B.
Para el momento, lo que dice la ley es que los dueños de animales pueden someterse a multas en caso de no cumplir con las condiciones de tenencia de estos. Aquella persona que lleve a su perro sin correa podría llegar a pagar multas que ascienden a cinco salarios mínimos legales diarios, es decir, unos 190.000 pesos para el año 2023. En caso de que el perro no porte bozal, el dueño tendría que pagar diez salarios mínimos legales diarios, es decir, unos 366.000 pesos.
Por no portar los respectivos permisos para tener a uno de estos ejemplares, el dueño podría tener una multa de 15 salarios mínimos legales diarios, lo que es equivalente a más de 580 mil pesos el 2023.
Mientras se conoce lo que sigue en lo que respecta la problemática, Charlotte Samanta Garzón, una niña de cuatro años atacada en Bogotá, por parte de un pitbull, sigue en recuperación. La menor es una de las más recientes víctimas de este tipo de agresiones. Según se conoció, el canino se le abalanzó cuando ella iba caminando por las afueras de un supermercado en el barrio Las Brisas de la localidad de Bosa, en Bogotá.
“Todo ocurrió en cuestión de segundos (...) Estábamos en el parque, nos dirigimos a comprar algo a una tienda D1, íbamos a entrar por la puerta, pero era la salida. Los trabajadores del lugar nos devuelven y en ese momento, en segundos, el perro muerde a Charlotte (...) yo me quedé en shock”, relató una allegada de la familia de la víctima a CityTv.