El pasado domingo 16 de julio, no solo fue el estreno del América de Cali en el segundo semestre de la Liga Betplay II 2023, sino para el cuerpo técnico liderado por Lucas González y para varios de los jugadores, entre ellos, el juvenil Maicol Valencia.
Aunque el joven de 19 años arrancó con ímpetu, una mala entrada lo privó de terminar el partido con el que había soñado toda su vida.
Valencia, que ese día tenía el acompañamiento desde la tribuna de su familia entera y varios de sus amigos que llegaron al Pascual Guerrero desde su natal Guachené (Cauca), vio la tarjeta roja luego de una exhaustiva revisión del árbitro ante el llamado del VAR, y la amarilla que había recibido, de la nada cambió de color transformándose en una tarjeta roja.
Ante el acontecimiento el canterano del América, rompió en llanto recibiendo de inmediato el apoyo no solo de sus compañeros de equipo sino de los jugadores del Tolima, que también lo respaldaron luego de su expulsión del campo de juego.
Sin embargo, la hinchada de cuadro escarlata lo alentó con un sonoro aplauso en el que estuvieron las más de 15 mil almas que se dieron cita en este encuentro.
Maicol Valencia fue entrevistado por El País donde además de hablar de lo sucedido en la cancha también se refirió a sus inicios en el fútbol y a cómo fue que materializó su sueño de ser futbolista.
El joven recordó el momento en que Carlos Darwin Quintero le dijo que disfrutara el momento, una vez se enteró que iba a ser titular y que recordara todos los sacrificios que tuvo que hacer para ir a entrenar.
“Gracias a Dios los más experimentados me hablaron, Carlos Darwin Quintero me dijo que lo disfrutara, que pensara en los viajes que me pegaba todos los días desde el pueblo para ir a entrenar, que pensara en mi familia. El Presidente me llamó y me dijo que tenía el respaldo de todos. Yo sentí la confianza del equipo”, indicó Valencia
“Para mi eran muy difíciles porque si entrenábamos a las 7:00 de la mañana, yo salía de Guachené a las 4:00 a. m., porque me tocaba esperar que los carros piratas se llenaran para poder arrancar; otras veces me tocaba ir hasta el puente a la entrada del Puerto para esperar transporte, en otras ocasiones tenía que caminar hasta las canchas de la Candela. Y varias veces los profes de la Sub 20, Hárold Viáfara y Pineda, cuando pasaban por la vía, nos traían porque había otro muchacho del pueblo que también juega”, agregó el joven futbolista.
Su historia fue muy similar a la experimentada por Yerri Mina, quien también es oriundo de Gauchené (Cauca), el asegura que para regresarse a su casa también le tocaba vivir toda una odisea ya que el transporte para esta población es muy escaso y sus recursos eran muy limitados.
“Sí, bastante; de regreso al pueblo me tocaba montarme en alguna volqueta porque muchas veces no tenía para el pasaje. En otras ocasiones debía tirar dedo en la vía a ver quién nos llevaba. Muchas veces nos paraban las motos o los camiones y así llegábamos a Guachené. Con Yerri somos muy cercanos, él vivió lo mismo cuando empezaba. Su hermano Juan José, que está en el Cali, me llamó y me dijo que estuviera tranquilo, que siguiera para adelante”, recalcó el jugador escarlata.
Todo esto porque la situación en su hogar era demasiado difícil y sus padres lo que conseguían prácticamente solo les alcanzaba para sobrevivir y para tratar de sacar adelante a sus hijos.
“Muy difícil. Mi mamá es ama de casa y mi papá trabaja, pero no alcanza para todos. Ha valido la pena el sacrificio, siempre he dicho que Dios es grande y no se queda con nada. Por eso quiero darle con todo al fútbol porque arriba hay un Dios que todo lo ve y él tarde que temprano premia”, aseguró el defensa.
Valencia ve en el fútbol la posibilidad perfecta para darle sustento a su familia y ayudarla para que no les falte nada. “Mi sueño es regalarle una casa a mi mamá, verla contenta. Ayudarle también a mi hermano mayor que es Policía y ha dejado de comer o de comprarle cosas a su hija por darme por lo menos para el pasaje de ida. Con lo que me da he podido comprarme unos guayos. Yo siento que puedo retribuirles a todos ellos tantos sacrificios que han hecho por mi. Mi mamá y mi papá se levantaban a las 3 y 30 de la mañana para prepararme el desayuno, para que no me fuera a entrenar con la barriga vacía” dijo.
Y no dudó en manifestar su más anhelado sueño que es “seguir creciendo y aprendiendo; me gustaría jugar en el Manchester City, ser el primer guacheneseño en jugar allí. El profesor Lucas González me ha inculcado ser ganador, él está muy cerca de ser el segundo Pep Guardiola. Me gusta el estilo del profe porque hace ver el fútbol muy fácil. Da los conceptos que uno necesita... y eso es lo que maneja Guardiola”, concluyó Maicol Valencia.