Sobre el aumento mensual al precio de la gasolina las críticas caen sobre el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Si bien el presidente Gustavo Petro dijo a inicios de su mandato que esta alza tenía como objetivo superar el déficit del Fondo de Estabilización, los cuestionamientos son para el jefe de la cartera de crédito público, pues también ha contemplado la opción de modificar la tarifa del diésel.
Sobre esto, el alto funcionario indicó en diálogo con Noticias RCN sostuvo que la medida de subir el valor de los combustibles es impopular, pero que configura una medida necesaria para nivelar el hueco existente en el Fondo que cerrará en 70 billones de pesos; “eso son cuatro reformas tributarias”, explicó.
Ante el medio citado, Bonilla mencionó que no es posible ajustar en paralelo los precios de la gasolina y el diésel, pues esto, según él, generaría un impacto negativo en la inflación. Pese a ese criterio, tanto los taxistas como el gremio de los camioneros han amenazado con paros debido; justamente a ambos sectores envió un mensaje de paciencia mientras se normalizan esas tarifas.
“Al definir las prioridades del gasto social encontramos que no era pagar el subsidio de los combustibles. Y si yo me dedico a pagar la plata para pagar el subsidio de los combustibles con estos niveles le tengo que quitar plata a la educación, a la salud y a los niños”, expuso el ministro Bonilla.
En ese sentido, ratificó que esa medida es ajena a decisiones políticas o relacionadas con la época electoral a pesar del congelamiento de los precios en octubre, mes en que se llevarán a cabo las elecciones locales y regionales. Incluso, defendió el precio de la gasolina (en algunas ciudades el galón supera los 13 mil pesos) y dijo que, a pesar de los incrementos es una de las más baratas de América Latina.
Tema aparte, el ministro Bonilla habló de la extracción de petróleo y gas. Al respecto, indicó que no hay un frenazo en la exploración, pues hay 202 contratos vigentes en el país, los cuales no se van a levantar. Sobre el Ministerio de la Igualdad y las críticas por el gasto y la creación de cinco viceministerios, señaló que estos tienen por objetivo “llegar a la otra Colombia, a la profunda”.
A pesar de eso, dijo que se debe evaluar la forma en que la cartera liderada por la vicepresidenta Francia Márquez avanza en el tiempo en materia de presupuesto y funcionamiento.
Respecto a las reformas que serán tramitadas en el Congreso y las alianzas que debe reacondicionar el Gobierno, manifestó que la pensional es la que tiene mayores niveles de consensos.
“Hay necesidad de terminar el arbitraje entre los fondos de pensiones y Colpensiones, en eso no hay discusión; la discusión es ¿Cuál es el umbral?” Cuestionó Ricardo Bonilla. En ese orden, aseguró que en el Gobierno Petro no será presentado un nuevo proyecto de reforma tributaria.
El ministro habló de la laboral y dijo que, de acuerdo a lo conversado con Gloria Inés Ramírez, jefa de la cartera de Trabajo, será radicado ante el Congreso un articulado distinto al expuesto en la primera legislatura y que terminó hundido. Dentro de las principales razones de esa ‘derrota’ del Ejecutivo están el riesgo que esa reforma presentaba para la generación de empleo en el país y los costos de despido que pudo generar de haberse aprobado.
Finalmente, Ricardo Bonilla defendió el programa ‘Jóvenes en paz’ implementado por Gustavo Petro cuando fue alcalde de Bogotá y sostuvo que sí están los recursos disponibles para sostener esa iniciativa a nivel nacional. Esto con relación a lo planteado por el presidente de “pagar para no matar” a los jóvenes que decidan abandonar estructuras criminales y se inclinen a estudiar.