En Colombia es común recibir mensajes de texto que resultar ser una estafa, ya sea para robar datos de cuentas bancarias o para tener acceso a las cuentas de redes sociales. Pero, una curiosa historia sucedió con un creador de contenido paisa conocido en el mundo de la internet como Diegodie1 cuando conoció, gracias a uno de estos mensajes de estafa, a una mujer de la que resultó enamora y que terminó por estafarlo.
“Resulta que me llegó un mensaje por WhatsApp que supuestamente me habían bloqueado la cuenta del banco y que para desbloquearla tenía que hacer una transferencia, obviamente eso es una estafa, no caigan en eso”.
Diego dio a conocer su historia a través de un video en su cuenta de Facebook, donde confesó que después de recibir los mensajes los respondió solo para ver hasta donde podía llegar, pero se llevó la sorpresa de que le pidieron que hiciera una recarga a un número de celular, esto con el fin de, supuestamente, no bloquear su cuenta bancaria.
“Yo estaba un poquito aburrido, no tenía nada que hacer y me puse a seguirles la corriente, les escribí que por favor me desbloquearon la cuenta del banco y me dijeron: ‘Bueno, hagamos una cosa, tienes que hacer una recarga de celular a este número”.
En el video, Diego comentó que ese día hizo una recarga de 1.000 pesos, pero que no le puso más cuidado, hasta que subió un estado a WhatsApp y un número que no recordaba por qué tenía guardado le contestó su publicación.
Según WhatsApp, la persona que había respondido la historia era una mujer, pero ahí se dio cuenta que era la línea de la cárcel a la que le hizo la recarga, por lo que pensó que también se trataba de otra estafa. Con lo que no contaba era que la mujer haría lo posible por convencerlo, por lo que lo llamó en varias oportunidades, inclusive, por videollamadas.
“Terminé yo metido en un cuento con esta vieja que yo ya le estaba haciendo la visita, o sea, la iba a visitar, le estaba haciendo la visita privada que yo no sé cómo hizo para registrarme como si yo fuera el esposo”.
Los meses pasaron y las visitas del creador de contenido a la cárcel continuaron, eso hizo que se enamorara de la mujer y que llegara a pensar que quería una vida junto a ella. Con el tiempo llegó la confianza y su nuevo amor le pidió que la ayudara para el momento en que cumpliera su tiempo en la cárcel, pues no tenía a nadie que la apoyara en el momento de dejar el penal.
“Me dijo: ‘Diego yo necesito que tú me ayudes a conseguir un apartamento, mi familia a mí me dio la espalda, yo no quiero saber nada de mi familia’”.
Diego explicó que a la mujer solo le faltaban semanas para cumplir su condena, por lo que quiso conocer los verdaderos motivos por los que estaba pagando tiempo. Lo que sus investigaciones lo llevaron a descubrir era que su amor había sido condenada por estafa junto a otro hombre.
“La verdad es que yo soy un poquito inquieto y dije: ‘Voy a investigar un poquito a esta mujer’, porque yo ya estaba muy enamorado y resulta que esta mujer estaba presa por unos temas de unas estafas y ella y otro man eran los duros de todo ese tema, o sea, eran como las cabecillas de la banda”.
Pero, aunque conocía las razones por las que su enamorada estaba en la cárcel, Diego prefirió seguir adelante con los planes que tenían como pareja, por lo que solicitó un préstamo y rentó un apartamento con varias comodidades como, por ejemplo, una licuadora nueva.
“Yo estaba tan enamorado que me conseguí un préstamo y fui y alquilé un apartamento para estar con ella, para vivir con ella. Lo primero que le compré fue una licuadora que porque a ella le gustaban mucho los juguitos y que quería salir de la cárcel y tomarse un buen juguito”.
Pero, la licuadora no fue lo único que el creador de contenido compró, pues también adquirió otros electrodomésticos como televisor, nevera, lavadora y hasta una cama nueva. El día que la mujer salió de la cárcel Diego fue a recogerla y la llevó hasta su nuevo hogar, por lo que vivieron su primera noche como pareja, pero lo peor pasaría al segundo día de su nueva vida.
“Cuando voy llegando por la noche a la casa y no había nada, parce no había nada, se había llevado todas las cositas, se llevó todo y como es que me doy cuenta que estaba viviendo en un apartamento más abajo con otro muchacho, o sea, estaba allá con mis cositas en la otra casa con otro muchacho”.
Luego del mal momento que vivió, Diego descubrió que la mujer había compartido la información de su nueva vivienda con otro preso, por lo que cuando salió se pusieron de acuerdo para irse a vivir juntos con las pertenencias que había adquirido el creador de contenido.
“Resulta que en la cárcel se pasaban papelitos entre los lados de las mujeres y los hombres y era un man que había salido ese día de la cárcel y yo bien endeudado, aparte que había hecho hasta un préstamo para eso. La verdad es que me rompió el corazón”, concluyó el creador de contenido.
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