El exministro Fabio Valencia Cossio será uno de los representantes del Gobierno nacional en la mesa de conversaciones con las disidencias de Iván Mordisco, llamadas Estado Mayor Central de las Farc. Dice que fue elegido por Álvaro Uribe para esa labor, defiende su experiencia y mantiene críticas al acuerdo de La Habana que desconocieron los guerrilleros con los que ahora negociará.
Valencia Cossio se encontraba retirado del servicio público, asegura que dedicado a sus nietos, en el exterior. Pero recibió la llamada del expresidente Uribe, a quien acompañó en su gobierno como ministro del Interior y de Justicia, para que fuera el miembro del partido en la mesa de conversaciones para acoger una propuesta del presidente Gustavo Petro.
“El presidente Petro quería que un miembro del partido Centro Democrático estuviera en la mesa de negociación. Cuando le expresaron eso al presidente Uribe, él me llamó, me dijo que consideraba que la persona con más conocimientos, experiencia y que podía prestar un buen servicio al país era yo”, señaló Valencia a El Tiempo.
El exministro de Uribe le dijo al exmandatario que solo aceptaba su participación en la mesa de diálogos en nombre del partido y no a título personal, según aclaró a Semana. Se describe como un “convencido de que un acuerdo es entre desiguales y lo que se busca es la aproximación para llegar a una visión de país más unificada” por lo que espera que las diferencias de sus posturas se puedan conciliar.
Valencia Cossio inició su carrera política como militante del Partido Conservador por el que fue uno de los senadores más votados en 1998. Sin embargo, en ese año renunció a su curul para ser delegado en los diálogos de paz que adelantó el Gobierno de Andrés Pastrana con la guerrilla de las Farc. Esa es la experiencia que aportará para este nuevo acercamiento con parte de los miembros que no dejaron las armas con el acuerdo de 2016, para el que aún conserva varias críticas.
Bajo esas lecciones también considera que se debe negociar en medio de un cese al fuego y no durante el conflicto activo, porque señala que ese fue uno de los errores que impidieron avances durante los diálogos del Caguán. Además, comparte la postura de acuerdos parciales o “victorias tempranas” que muestren avances durante la negociación.
Valencia Cossio sostiene que el proceso de La Habana que permitió el desarme de la mayor parte de la guerrilla de las Farc fue engañoso: “Cómo sería engañoso que hoy estamos negociando con unas disidencias que no participaron en esas conversaciones, que hoy suman más de 3.000 miembros”, sostuvo a El Tiempo en referencia a la disidencia del EMC Farc. “Si se hace un balance del acuerdo de La Habana, la conclusión es que esa negociación fue un fracaso, entonces, lo que no queremos es que eso se repita”, agregó el exministro.
Es el único miembro de derecha y conservador en la mesa de negociaciones, que justifica porque son los gobiernos de ese sector los que han adelantado los acuerdos con grupos armados en el pasado. Además, con ese componente el presidente Gustavo Petro se juega una representación amplia de sectores en las negociaciones, como es el caso de José Félix Lafaurie en la negociación con el ELN.
El jefe de la delegación sería Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz). Junto a ellos estarían Feliciano Valencia, indígena nasa y exsenador del Mais; Yesid Arteta, exmiembro de las Farc; el líder del proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano Óscar Salazar y el exministro de Agricultura Carlos Murgas Guerrero.