La agresión con arma blanca en contra de un conductor del Sitp desató la inconformidad de varios trabajadores del sistema en contra de la alcaldesa Claudia López. La señalan ponerlos en riesgo al exigirles que se encarguen de controlar la evasión en los buses, pese a que no es su función.
Al hacerse viral un video de un bus zonal del sistema en Bogotá en el que la mayoría de los pasajeros salta el torniquete para ingresar sin pagar al transporte, la alcaldesa recriminó la actitud “de me importa cero del conductor y del operador privado”. Al día siguiente un conductor fue apuñalado en el sector de Molinos por un pasajero.
Aunque, inicialmente se dijo que el conductor había sido agredido por tratar de impedir que una persona se colara, el empleado señaló que se trató de un hecho de intolerancia. Por negarse a abrir la puerta en un paradero debido a que ya no cabía más gente en el bus, una persona atacó al conductor y le produjo una herida con arma blanca en un brazo.
La cadena de hechos produjo la inconformidad de los conductores del sistema, quienes protestaron frente a la Alcaldía de Bogotá para plantear una serie de peticiones a la alcaldesa. Además, para manifestar su rechazo a las declaraciones de la mandataria que, consideran, aumenta el riesgo al que ya están expuestos por su labor.
“Recientemente con las declaraciones de la alcaldesa Claudia López, cuando ella pretende que nosotros los conductores seamos los encargados de cobrar el pasaje a aquellas personas que omiten el pago, cuando nos coloca a nosotros es en la picota pública y nos coloca la lápida”, señaló Fernando Gonzáles, director de Sintramucol, un sindicato de conductores, a W Radio.
Según el líder de ese gremio de conductores, ellos no están en condiciones de aceptar la función que de acuerdo a los contratos le corresponde es a los funcionarios del Distrito, debido a que son los encargados de implementar las medidas que eviten la evasión del pago. “Tenemos un promedio de dos conductores diarios que se denuncian, pero desgraciadamente todo queda en el interior de las empresas”, señaló.
John Cepeda, presidente de Ucontransmi, calificó de “nefastas” las declaraciones de la alcaldesa y señaló que demostró un total desconocimiento del funcionamiento del sistema. “Cuando un conductor increpa a un usuario y este realiza un reporte, lo que hace Transmilenio es que de manera inmediata sanciona al conductor sin respetarle el derecho al debido proceso, sin hacer una investigación”.
“Que la alcaldesa Claudia López se retracte porque no somos cobradores, no somos policías, somos operadores conductores que salimos a prestarle un servicio a la ciudad. Nuestros contratos lo dicen, que no somos cobradores, que no debemos estirar la mano, ni siquiera podemos hablar con el usuario”, señaló otro de los conductores, en declaraciones registradas por CityTV, durante las manifestaciones frente a la Alcaldía.
Los conductores señalan que las agresiones verbales, que son las más comunes, no se registran y hacen parte del contexto en el que tienen que ejercer su labor. Por eso radicaron un pliego de peticiones ante la Alcaldía para que atienda sus reclamos y no les exija asumir funciones que podrían agravar su situación.
Las empresas concesionarias del transporte público en Bogotá tampoco están a gusto con la exigencia que les hizo la mandataria para intervenir en la evasión del pasaje. Señalaron que han venido en aumento las deserciones de los conductores por la oleada de inseguridad y que han registrado más de 600 agresiones en contra de los conductores.
Señalaron que poner a los conductores a cobrar el pasaje de los evasores enfrentará a los empleados a enfrentamientos con la ciudadanía que no están dispuestos a asumir. Exigen que se tomen desde la ciudad medidas efectivas en ese sentido. Desde la gerencia de Transmilenio S.A. señalan que implementarán acciones con la Secretaría de Seguridad y la Policía con el fin de brindar garantías a los operarios y usuarios del sistema.