El Colegio Médico Colombiano emitió un comunicado de prensa alertando a los gremios de la salud, organizaciones de profesionales médicos y a la sociedad colombiana sobre la “peligrosa” propuesta que se está discutiendo en el Congreso para permitir la convalidación de títulos y el ejercicio profesional en Colombia de los Médicos Integrales Comunitarios (MIC) formados en Venezuela.
El comunicado expresó la preocupación del Colegio Médico Colombiano debido a las mesas de trabajo que se están llevando a cabo en el Congreso de la República con el propósito de permitir que los MIC venezolanos puedan convalidar sus títulos y ejercer en Colombia.
El Colegio Médico advirtió que la formación académica de los MIC es deficiente y precaria, ya que sus currículos no cumplen con los altos estándares formativos y profesionales requeridos para los médicos. Se enfatizó la importancia de una formación adecuada y rigurosa para garantizar la excelencia en la calidad de atención médica en el país.
La alerta del Colegio Médico Colombiano fue dirigida a diversas instituciones y actores relevantes en el ámbito de la salud, incluyendo la Academia Nacional de Medicina, facultades de ciencias de la salud, sociedades científicas de la salud, otros colegios de profesionales de la salud, federaciones y sindicatos médicos, entidades de salud, el Gobierno nacional, la Superintendencia Nacional de Salud, el Congreso de la República, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación, y profesionales de la salud en general, así como al público en general.
Es importante destacar que la formación de estos médicos venezolanos ha sido objeto de críticas en su país de origen. El Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria, creado por el expresidente Hugo Chávez, se enfocó en la medicina preventiva y la atención primaria de salud
. Sin embargo, la oposición en Venezuela ha denunciado en repetidas ocasiones que estos médicos no reciben una formación adecuada, ya que el régimen chavista coordina la formación académica en colaboración con la Misión Médica Cubana, el Ministerio de Educación Universitaria y el Ministerio de Salud.
Mientras que el plan de estudio para los MIC en Venezuela tiene una duración de 4 años, los médicos formados en las universidades públicas venezolanas deben estudiar 6 años y luego realizar especializaciones que pueden durar hasta tres años.
Varios medios venezolanos han cuestionado la suficiencia de la formación recibida por los médicos integrales comunitarios, argumentando que no están debidamente capacitados para ejercer la profesión médica, especialmente en áreas como la cirugía. El Colegio Médico del Perú, por ejemplo, ha rechazado la colegiación de los médicos integrales comunitarios titulados en Venezuela debido a estas preocupaciones.
La reforma a la salud es un ‘Frankenstein’ imposible de arreglar: Fernando Ruiz
El exministro de Salud Fernando Ruiz, a quien destacan como uno de los altos funcionarios más sobresalientes del Gobierno de Iván Duque por el manejo que le dio a la pandemia producida por el covid-19, advirtió que no hay duda en cuanto a que el país atraviesa un momento crucial en todos los aspectos.
Al respecto, Ruiz subrayó: “Nunca el sector salud había estado en una situación tan absolutamente crítica como la de ahora”.
Aunque aclaró que la crisis viene desde el 2007, el exfuncionario hizo énfasis en que lo que ha ocurrido recientemente es que esa crisis, en lugar de encontrar una salida, se ha estado represando y alimentando cada vez más. Para Ruiz es claro que con el Gobierno Petro el panorama es más oscuro de lo que parece.
Fernando Ruiz rindió estas declaraciones durante el foro ‘Reforma a la salud en Colombia, derecho a la salud, ¿Para todos?’, auspiciado por la Clínica Angiosur, la Universidad EIA y organizada por el diario El Colombiano.
El exministro aprovechó el espacio para referirse de nuevo a la reforma a la salud, que comenzará a debatirse en el Congreso de la República después del 20 de julio, y de la cual dijo en su cuenta de Twitter: “Es un anticipo de las colas y listas de espera que tendremos, pero multiplicados muchas veces, si el Congreso aprueba la reforma a la salud. La destrucción de lo existente para construir el desastre”.