Qué es fentanilo: la mal llamada “droga zombie” que tiene en alerta a Colombia

Un experto en farmacología habló con Infobae Colombia sobre los riesgos que tiene este opioide en las personas que lo adquieren en el mercado negro o en quienes, bajo prescripción médica, han desarrollado una adicción al mismo

Qué es el fentanilo: se trata de un opioide sintético que, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina - crédito Foto: Guardia Nacional.

El ministro de Justicia y del Derecho, Néstor Osuna, confirmó que el fentanilo, un opioide sintético que, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina, ya se consume en Colombia y que, además, va en aumento. Por eso, se ha prendido las alarmas en el territorio.

Ante esta situación, el médico, doctor en Farmacología y profesor de la Universidad de Los Andes, Ricardo Peña, habló con Infobae y explicó las consecuencias que puede tener la mal llamada “droga zombie”, la cual cobra la vida de 100.000 estadounidenses cada año.

De acuerdo con Peña, el fentanilo es un opioide utilizado como fármaco en procedimientos quirúrgicos que requieren de sedación. También, es usado bajo prescripción médica para controlar el dolor en los pacientes. Sin embargo, esta sustancia también se vende en el mercado negro, por personas que la fabrican de manera ilícita.

En ese sentido, hay tres problemas con el fentanilo. El primero recae en el uso excesivo que se le ha dado desde la medicina en algunos países; el segundo, en la venta del mismo en el mercado negro; y, el tercero, en la fabricación y comercialización de fentanilo en laboratorios clandestinos.

El uso del fentanilo como fármaco en la medicina

De acuerdo con el farmacólogo, el fentanilo que ahora alerta al Gobierno colombiano ya tiene en vilo a Estados Unidos, donde hubo más de 70.000 muertes por sobredosis por opioides sintéticos en 2021, según datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud, en los que el fentanilo es la sustancia principal. La gravedad de la situación se debe al uso excesivo que se le ha dado a los opioides como analgésicos.

“El problema ha sido que muchas personas llegaron a los opioides en Estados Unidos, principalmente, o en otros países, por prescripción médica. Entonces, no llegaron a estos opioides por un uso ilícito, recreacional, sino porque la persona llegó con dolor a un consultorio (...). Los opioides se prescribieron, digamos, más de lo que era recomendado, entonces no cumplieron con eso que llamamos como la escalera analgésica, sino que para algunos dolores que no eran tan intensos, de una vez iban a los opioides y los opioides tienen un alto riesgo de dependencia, de generar adicción”, explicó el experto a Infobae.

Ante la exposición continua del fármaco y por tiempos prolongados, las personas generaron una adicción al mismo y, por ende, lo requerían con mayor frecuencia. Pues, además de calmar el dolor, también produce una sensación de placer en las personas.

“Este opioide genera mucho placer y como que reajusta los neurotransmisores y los sistemas de interpretación de esos neurotransmisores en el cerebro, entonces ahora un estímulo normal que te generaría placer, ya no te lo da”, explicó Peña.

Para qué es el fentanilo: es un opioide sintético similar a la morfina, por eso los resultados que puede generar se logran con menores dosis de la sustancia - crédito 10 REUTERS/Joshua Lott

Lo mismo pasa con el dolor; las personas que recibieron prescripciones largas y que luego suspendieron el tratamiento, se volvieron más sensibles al dolor y, por tanto, requirieron de los opioides con mayor intensidad.

Ahora, un mayor control regulatorio de la prescripción hizo que cayera la formulación de opioides. Luego, el camino que les quedó a los pacientes con dependencia fue adentrarse en los mercados clandestinos para adquirir la sustancia.

La comercialización en el mercado negro

Según el profesional en medicina, el fármaco de uso hospitalario puede llegar a manos de delincuentes que lo venden sin prescripción médica. Esto es ilegal porque opioides como el fentanilo tienen una regulación especial y únicamente se pueden adquirir con una fórmula médica.

“En alguna parte del mundo lo sintetizaron (el fentanilo) como el producto hospitalario, simplemente, estando por fuera de una prescripción, que eso es ilegal porque todos estos son sustancias de control. Por ejemplo, para formularlos generalmente uno requiere dos fórmulas, no es una sola fórmula, sino dos, porque son medicamentos mucho más controlados”, puntualizó el experto.

Por otro lado, los opioides que son fabricados de manera clandestina representan un riesgo muy alto para los consumidores, incluso de muerte, puesto que se desconoce la concentración de fentanilo a la que se exponen.

“Es muy fácil que en este tipo de preparaciones quede más de la sustancia (fentanilo) y, por lo tanto, va a tener más efectos y va a tener un mayor riesgo de toxicidad. Entonces, ese es uno de los problemas, que al ser más potente y su fabricación no estar controlada, pues la persona se puede exponer a dosis mucho más altas de las normales”, señaló.

¿El fentanilo es una droga zombie?

De acuerdo con Ricardo Peña, el término “droga zombie” está mal empleado. Se ha usado desde hace más de una década para caracterizar a personas que presuntamente consumen drogas.

“Decían que había personas que andaban como zombies, como que estaban idas, eran lentas. En algunos casos decían que incluso atacaban a otras personas y que hicieron daño, no exactamente canibalismo, pero de hecho en algún evento, sí, pero digamos que eso pasó una vez”, sostuvo el experto.

El fentanilo vendido en el mercado negro no cuenta con control en cantidades, por lo que representa un alto riesgo de sobredosis para los consumidores.

Sin embargo, se desconoce qué tipo de sustancias habían consumido. Por tanto, no se podría adjudicar el término a un opioide en específico, de hecho, hay otras sustancias que no son opioides y que podrían generar efectos similares.

“En algunos casos eran cannabinoides sintéticos, o sea, como productos similares a la marihuana, pero también producidos en un laboratorio y con otras características. En algunos casos pueden ser sustancias parecidas más como a un LSD”, añadió Peña en conversación con Infoabe.

Por eso, el concepto de “droga zombie” “puede ser una definición muy amplia, no es precisa, entonces no ayuda como a al manejo de la situación”, explicó.

La alerta en Colombia

El fentanilo es una sustancia muy potente, por eso los resultados que puede generar se logran con menores dosis de la sustancia. En consecuencia, los riesgos para los consumidores que llegan al mercado negro en su búsqueda son muy altos.

“El fentanilo es más potente (...) no significa necesariamente que sea más eficaz, logra el mismo efecto, pero requiere una dosis mucho menor que otros tipos de sustancias”, señaló Peña.

Sin embargo, en Colombia la situación podría no ser tan grave debido a que, en primera medida, los opioides no se formulan tanto como en otros países. Esto, reduce las probabilidades de generar adicción en los pacientes, lo cual desincentivaría su consumo en el mercado negro.

“El problema en Colombia podría no ser tan intenso porque aquí no tenemos la cultura de prescripción, sí se prescribe, pero bajo mayor control, no en ciclos largos, entonces el riesgo de que una persona llegue a ser dependiente por formulación médica es menor”, aseguró el experto.