En días anteriores, el presidente Gustavo Petro había prometido estar en la isla de San Andrés para escuchar junto con los isleños el fallo de Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, respecto al litigio que sostiene Colombia con Nicaragua; sin embargo, llegado el día, no se presentó.
Incluso, en la agenda oficial estaba previsto que el Presidente llegara al archipiélago: “Agenda del presidente Gustavo Petro: Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Recibimiento fallo de La Haya. 9:00 a.m.”.
No obstante, según informaron algunos periodistas, el mandatario todavía no había salido de la base militar de Catam a las 8:30 a.m., por lo que el fallo lo pudo haber escuchado en Bogotá.
De todas formas, sí se tenía previsto que Petro llegara a la isla más tarde, así ya el tribunal de La Haya hubiese dado su veredicto final. Pero desde Presidencia informaron sobre el mediodía que el jefe de Estado había cancelado su visita, sin dar más explicaciones al respecto.
“Partimos a un segundo hecho que nos empieza a demandar nuevos retos y que ya estaban en la cabeza de varias personas, pero son retos que surgen a través de los procesos de la historia. Mañana vamos a estar en San Andrés, el objetivo allí con toda a cúpula militar es esperar las decisiones de una instancia judicial que fue convocada hace décadas por un gobierno colombiano y que ha venido fallando en contra del concepto territorial de Colombia”, había dicho Petro el miércoles desde Antioquia.
Y luego sentenció: “Mañana hay una decisión de ese estilo, no sabemos su contenido, no somos nosotros los que produjimos ese espacio de decisión, que, en nuestra opinión fue equivocada, pero que ahí está. Y vamos a responderla desde San Andrés, cualquiera que sean sus contenidos”.
A pesar de no haberse presentado en San Andrés, el Presidente celebró la noticia a través de su cuenta de Twitter:
“Gran victoria para Colombia en La Haya. La CIJ no accedió a las pretensiones de Nicaragua sobre expandir su plataforma continental. Esperamos con este fallo cerrar la controversia limítrofe y abocarnos a llevar desarrollo sostenible a nuestro archipiélago”.
El veredicto final de la CIJ fue que Nicaragua no puede extender su plataforma continental más allá de 200 millas náuticas que delimitan su frontera con Colombia. “La Corte, por 13 votos a 4, rechaza la petición de la República de Nicaragua”, precisó Joan Donoghue, jueza y presidenta del Tribunal.
La lectura del fallo comenzó sobre las 8 de la mañana con una contextualización sobre el litigio. Posteriormente, se mencionaron los argumentos de cada país y los aspectos a ser discutidos y los precedentes similares, aunque la Corte dijo no haber tratado nunca un caso igual.
Este fallo es definitivo y no se podrá presentar ningún recurso para apelarlo. Si bien nunca estuvo en riesgo la zona económica de Colombia, la plataforma continental extendida de Nicaragua sí se habría sobrepuesto con el área colombiana.
Antecedentes al fallo
El 19 de noviembre de 2012, la CIJ falló a favor de Nicaragua y le ordenó a Colombia cederle al país centroamericano cerca de 75.000 kilómetros cuadrados de su soberanía en el mar Caribe. La respuesta del entonces Gobierno de Juan Manuel Santos fue acatar la decisión, pero no aplicarla por el ordenamiento constitucional del país para el establecimiento marítimo y terrestre de sus fronteras (artículo 101, Constitución Política de Colombia de 1991).
Al año siguiente, Nicaragua presentó dos nuevas demandas contra Colombia ante la CIJ: la primera, pidiendo extender su plataforma continental más allá de 200 millas náuticas (septiembre de 2013) y la segunda, reclamando por el supuesto incumplimiento del Gobierno colombiano del fallo de 2012 (noviembre de 2013). Por su parte, Santos anunció en noviembre de ese año que Colombia se retiraría de la jurisdicción del tribunal.
Solamente hasta el 21 de abril de 2022, la Corte leyó el fallo sobre las violaciones e incumplimiento de Colombia frente a la decisión de 2012. Dijo que el Gobierno colombiano violó derechos de Nicaragua en el mar Caribe en materia de investigación científica y pesca e instó al país a dejar de interferir en la zona, además de hacer un llamado de atención a ambos gobiernos para que lleguen a un acuerdo bilateral sobre sus fronteras.
Y recién hoy, 13 de julio, el tribunal leyó su fallo sobre el reclamo de Nicaragua de una plataforma continental extendida que sobrepasa las 200 millas náuticas contadas desde su costa. “Nicaragua no tiene derecho a una línea extendida dentro de las 200 millas de la línea base de Colombia. Dentro de la línea base de las millas náuticas de San Andrés y Providencia, Nicaragua no tiene derechos a una plataforma extendida”, leyó la jueza.
¿Por qué se generó el conflicto?
El conflicto marítimo entre Nicaragua y Colombia se remonta al año 1928, cuando ambos países firmaron el Tratado Esguerra-Bárcenas, que establecía que la Costa de Mosquitos y las islas de los alrededores pertenecerían al Gobierno de Managua, mientras que el Archipiélago de San Andrés y Providencia serían de propiedad colombiana.
Sin embargo, el límite que había tomado como referencia el meridiano 82 se convirtió en motivo de controversia en 1980. La Junta Sandinista que gobernaba en ese entonces en Nicaragua declaró nulo el acuerdo y exigió la soberanía sobre San Andrés y Providencia, alegando que 50 años antes no estaba reconocido el derecho al mar y que la adhesión al tratado fue bajo la intervención de los Estados Unidos en el país.
En diciembre de 2001, Nicaragua presentó formalmente ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, una demanda contra Colombia por los territorios, que incluía también a Santa Catalina. Desde Colombia, el Gobierno de Álvaro Uribe consideró que la declaración de nulidad del pacto fue unilateral y, por lo tanto, violatoria de la legislación internacional. Sobre este argumento presentó su apelación ante la Corte.
En 2007, se realizaron las primeras audiencias en La Haya, aunque Uribe se negó a reconocer la competencia de la CIJ para tratar el asunto. El 20 de julio, con un desfile militar celebrado por el presidente colombiano en San Andrés, con motivo del Día de la Independencia, elevó la tensión a su punto máximo. El mandatario nicaragüense Daniel Ortega lo consideró una “provocación”. Al año siguiente, ambos países romperían relaciones.
Luego del fallo de la CIJ en 2012, el presidente Juan Manuel Santos estableció que la decisión no se acataría hasta firmar un nuevo tratado con Managua. Sin embargo, antes de que Colombia reclamara por la decisión de la Corte, Nicaragua fue el primero en creer que la CIJ se había equivocado.