Candidato a la Alcaldía de Cali insistió en que habrá dos cárceles al estilo Bukele en Colombia

Jaime Arizabaleta y Diego Molano comparten la propuesta de construir megacárceles para combatir la inseguridad en las ciudades

Nayib Bukele se ha convertido en referente para un sector de la derecha en Colombia. EFE/Miguel Lemus

Varios candidatos que aspiran a competir por ser alcaldes en ciudades de Colombia han coincidido con el modelo de lucha contra la delincuencia del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Pese a que no es de su competencia la política carcelaria e ignorando las denuncias de violación de los derechos humanos del modelo de Bukele, han lanzado propuestas en ese sentido.

Uno de ellos es el precandidato a la Alcaldía de Cali, Jaime Arizabaleta, quien ha propuesto como segunda meta de su campaña adaptar la política de seguridad del presidente salvadoreño en la ciudad. “Hay que asesorarse de los que saben, por eso me acercaré al Gobierno de Bukele, para mirar qué podemos adaptar aquí de su modelo de seguridad y que los bandidos, los ladrones y los sicarios tengan su merecido”, dijo en un video de sus redes sociales.

Jaime Arizabaleta imita propuesta de Bukele para ganar votos en Cali

Diego Molano, precandidato a la Alcaldía de Bogotá, también tiene ideas similares. Aunque evita mencionar el mandatario de El Salvador, también cuenta entre sus planes de gobierno la construcción de al menos una “mega cárcel” que se ha hecho popular a partir del sistema penitenciario de Nayib Bukele.

“Yo voy a hacer una mega cárcel con toda la tecnología y el respeto de los derechos humanos, no los tendremos en calzoncillos como los presenta pero por lo menos si en overol trabajando por la ciudad”, señaló el exministro de Defensa en la emisora Blu Radio cuando fue consultado si se había inspirado en el modelo centroamericano.

Diego Molano quiere implementar algunas estrategias del presidente Nayib Bukele en temas de seguridad. Foto: ProBogotá.

Molano ha manifestado que esta cárcel contaría con un importante avance tecnológico para custodiar a diversos delincuentes, especialmente a los reincidentes. Aunque no mencionó cuánto tiempo podría llevarle al Distrito la construcción de este tipo de prisión, aseguró que se podría hacer un proceso transitorio con cárceles modulares.

“Hoy en día, tenemos estaciones de Policía llenas de ladrones y delincuentes que hacen llamadas extorsivas y coordinan daños o robos (…) Las estaciones tienen un hacinamiento del 170%, por eso se necesita una mega cárcel de al menos 3.000 personas para poder desocupar las estaciones. Debemos pensar en grande”, añadió.

Ante una pregunta de un radioescucha sobre si Molano se considera un “Bukele bogotano”, haciendo referencia a la mega cárcel construida por el presidente de El Salvador, el exministro respondió que él solo quiere ser el alcalde de Bogotá.

Jaime Arizabaleta celebra el modelo Bukele en Colombia

Para Arizabaleta, ambos se inspiran en el mismo modelo y, como no oculta su admiración por el presidente salvadoreño, celebró a través de sus redes sociales que de ser elegidos alcaldes en octubre, podría importarse a Colombia las gigantescas prisiones.

“Habrá dos megacárceles al estilo Bukele en Colombia, una en Bogotá y otra en Cali que construiré para delincuentes y corruptos Bien ex ministro Diego Molano”, escribió Arizabaleta.

La seguridad será uno de los puntos centrales de las propuestas para los gobiernos locales, debido al deterioro que se ha evidenciado en ese aspecto en las ciudades. Sin embargo, esa política no depende netamente de las administraciones municipales o distritales, sino que es encabezada por el Gobierno nacional.

Este es el que dicta la disposición de los cuerpos policiales así como la administración de las cárceles en cuanto es el responsable de las personas condenadas. Los detenidos y sindicados que son recluidos en estaciones de policía y unidades de reacción inmediata dependen de las alcaldías.

El Gobierno nacional, en cambio, no comparte la política de Bukele y su propuesta se centra en una “humanización carcelaria” que priorice la resocialización y la justicia restaurativa. Sin desconocer que, como lo ha dicho la Corte Constitucional, el sistema penitenciario se encuentra en un estado de cosas inconstitucional en la actualidad.