Con este tuit el expresidente Álvaro Uribe Vélez se refirió al fallo de La Haya en el que se declinaron las intenciones de Nicaragua en litigio por límites marinos: “Debe insistirse en una consulta nacional para reafirmar que los límites con Nicaragua, sean de espacio aéreo, nivel del mar o submarinos, están en el Meridiano 82, señalado por el Tratado Esguerra-Bárcenas, de acuerdo con la costumbre de la época. No puede aplicarse la sentencia de 2012. Es mejor una tensión diplomática de 50 años que entregar un pedazo del mar de Colombia”.
Esta propuesta nació luego de que este jueves 13 de julio, la Corte Internacional de Justicia de La Haya que le diera la victoria a Colombia y negara las pretensiones de Nicaragua que pretendía con esta demanda ampliar su plataforma continental.
Uribe manifestó que con el país centroamericano se deben mantener en el meridiano 82, como se encontraba establecido hasta aquel fallo de la misma Corte emitido en 2012, el cual otorgó a Nicaragua varios kilómetros de mar. Ante eso el expresidente Uribe manifestó que esa sentencia no puede aplicarse.
“Es la mayor victoria de nuestro país en las últimas décadas”: declaró el agente de Colombia ante la Corte Internacional de Justicia, Eduardo Valencia, tras fallo de Corte de La Haya.
El agente además aseguró que la resolución de la Corte es “la mayor victoria de nuestro país en las últimas décadas” y que esta también pone fin a dos décadas en la que se disputó con el país centroamericano sobre los límites que tienen los dos países en el mar Caribe.
“Sin duda alguna, hoy es un día de inmensa celebración para Colombia. Estamos complacidos con la decisión de la Corte de aceptar los argumentos de nuestra defensa jurídica y cerrar definitivamente el tercer y último caso y, con ello, la saga de más de 20 años que ha enfrentado a Colombia con Nicaragua. Esta es la mayor victoria judicial internacional de nuestro país en las últimas décadas. Es un hecho notable, victorias completas son poco frecuentes en la Corte”, manifestó Eduardo Valencia.
Y también agregó que: “La corte ha decidido que Nicaragua no puede reclamar una plataforma continental extendida dentro de las 200 millas marinas de la Zona Económica Exclusiva. En consecuencia, la Corte rechazó todas las pretensiones presentadas por Nicaragua al final de sus alegatos. Esta es la decisión que Colombia mantuvo durante el proceso judicial y eso significa que no se puede hacer la delimitación propuesta por Nicaragua”.
“El fallo no solo reivindica la posición de Colombia sobre el fondo de la controversia sino también la política de Estado de Colombia de emplear el derecho como medio idóneo para la solución pacífica de las controversias, privilegiando el imperio de la ley y fortaleciendo los mecanismos judiciales”, afirmó.
El agente también indicó que el fallo a favor de Colombia, llena los grandes vacíos que había sobre el derecho al mar y con este se evitará que surjan nuevas controversias entre diferentes países del planeta.
Una demanda con más de 20 años de historia
El pleito entre Nicaragua y Colombia empezó su fase final en diciembre de 2001, cuando el gobierno de Managua hizo una demanda formal en contra de nuestro país ante el alto tribunal.
Esto se dio en el afán de Nicaragua por proyectarse en el mar caribe y la necesidad de Colombia por ocupar su lugar en el Caribe Occidental.
Sin embargo, las razones más importantes para entablar esta demanda fue la negativa de Colombia para negociar la soberanía del archipiélago de San Andrés y los cayos, además que la frontera marítima entre los dos países se había establecido en 1930 por el meridiano 82°.
Debido esto Nicaragua consideró que no era justificable que una serie de islas que por su ubicación estaban seis veces más cerca a su territorio que al de Colombia no les pertenecieran.
Posteriormente durante la administración de Andrés Pastrana, cuando ya la demanda era inminente, este retiró la declaración por la que había aceptado la jurisdicción de la Corte en 1936, sin embargo, el Pacto de Bogotá que también establecía la misma obligación quedó vigente .
Colombia afirmó que la controversia había sido resuelta en 1930 con la entrada en vigor del tratado Esguerra-Bárcenas y que esa condición impedía al tribunal asumir la competencia por el Pacto de Bogotá.
Entre tanto, el 13 de diciembre de 2007 falló la Corte con saldo positivo para Colombia. En este se ratificó que el archipiélago de San Andrés y todos sus cayos pertenecían a Colombia y que el tratado firmado en 1928 era válido y estaba vigente.
En noviembre de 2012, nuevamente falló la Corte sobre algunos asuntos que habían quedado pendientes. En esa ocasión el tribunal trazó su propia delimitación de acuerdo con las normas vigentes del derecho internacional.
Este nuevo fallo de la Corte reconoció la soberanía de Colombia sobre todos los cayos y asignó al archipiélago una considerable extensión de espacios marítimos. Entre tanto, enclavó dos de ellos, Serrana y Quitasueño, afectando otros tratados que se habían concertado entre Colombia y otros Estados.
Juan Manuel Santos, en su calidad de presidente, afirmó que el país no podía aplicar el fallo de la Corte hasta el momento que se concertara un tratado bilateral con Nicaragua en el que se incorporara lo establecido sobre la delimitación marítima en el fallo de 2012.
Por su parte el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, luego de perder su principal aspiración sobre los cayos y la delimitación marítima, se aprovechó del desconcierto en nuestro país y demandó nuevamente a Colombia, reclamando por la misma línea que la Corte le negó en el fallo de 2012.
Desde entonces se presentaron una serie de incidentes jurídicos en los que el país centroamericano trató de que la Corte Internacional de Justicia lo respaldara con una jurisdicción marítima que estuviera en los espacios generados por la costa continental de Colombia.