Por qué los miembros de una familia colombiana pasaron de desplazados a celebridades protagonistas de un documental en EE.UU.

La vida les devolvió parte de lo que la violencia en nuestro país les quitó. Un documental que narra la historia de los inmigrantes en Estados Unidos y su lucha por aprender un nuevo idioma

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Familia barranquillera protagoniza documental

Fuente: Familia Altamar
Familia barranquillera protagoniza documental Fuente: Familia Altamar

Felix Altamar, un técnico en aires acondicionados de 40 años de edad, tuvo que salir de su natal Barranquilla debido a una serie de amenazas de muerte que recibió hace cuatro años por parte de grupos de extorsionistas en esa ciudad.

Junto con su esposa Katherine Eguis, de 35 años, y su hija Harye, de 10 años, pudo conseguir asilo político en Estados Unidos; sin embargo, la vida les tenía una sorpresa preparada cuatro años después de su exílio.

Presas del miedo, la incertidumbre y la zozobra, esta familia residente en Tampa (Florida) se convirtió en protagonista de una producción documental que les permitió asumir una serie de retos y desafíos que tienen que enfrentar los inmigrantes que llegan a Estados Unidos con la barrera del idioma como un nuevo desafío.

La familia Altamar Eguis tuvo la oportunidad de ser elegida para protagonizar el documental Translator, que detalla cómo los niños de una familia de inmigrantes sirven como traductores de inglés a sus padres, y cómo estos deben convertirse en el apoyo fundamental para ellos.

Esta producción de 20 minutos fue financiada por el U.S Bank y dirigida por Rudy Valdez, con la producción de Andrea Córdoba. En el documental la pequeña Harye tiene el papel de traductora de sus padres en el momento que ellos tienen que enfrentarse a la cotidianidad de una ciudad: en diligencias de bancos, citas médicas o en sus visitas a inmigración.

Cuando Katherine conoció de la convocatoria que se estaba haciendo para la grabación de un documental que trataba de unos jóvenes traductores de familias inmigrantes, tomó la decisión de aplicar “a ver qué sucedía”.

Lo que no esperaba la mujer era que ese día la buena fortuna la acompañaría, al ser seleccionada junto con otras dos familias, que también forman parte de la historia.

Se estima que en Estados Unidos hay unos 11 millones de niños que sirven de traductores a sus padres. La grabación de este documental se realizó los meses de noviembre y diciembre de 2022. En total se invirtieron 12 días en el rodaje, en los cuales las cámaras perseguían todo el día a sus protagonistas.

”Grabaron todo lo que hacemos en el día, nuestras conversaciones, las visitas a los médicos, al banco, todo, fue muy interesante”, dijo Harye a El Tiempo.

“Así como nos muestra el documental somos. Una familia unida, llena de amor”, afirmó Katherine.

Familia Altamar protagoniza documental Translators

Fuente: Familia Altamar
Familia Altamar protagoniza documental Translators Fuente: Familia Altamar

Para Harye fue una “responsabilidad muy grande”, ya que según ella le da mucho temor llegar a equivocarse cuando le hace traducciones a sus padres. “Como un adulto no entiende el inglés tan fácil como un niño, entonces la única manera que muchos padres inmigrantes tienen para poder salir adelante en trabajos es que los niños aprendan inglés rápido y los ayuden a traducir”, manifiesta Harye.

El momento de más recordación para esta familia fue cuando el pasado 13 de junio se hizo el lanzamiento del documental en New York.

En la alfombra roja estuvieron junto al actor colombo-estadounidense John Leguizamo, quien fue elegido para hacer la presentación de este trabajo y también sirvió como conductor del conversatorio. Cabe resaltar que durante esta primera presentación se ganaron un concurso de documentales.

Luego, el 29 de junio, nuevamente se presentaron en Hollywood, lugar en el que fueron presentados en una tarde, para ellos majestuosa, por los reflectores, las fotos y las cámaras, que hicieron que prensa norteamericana y latina se fijara en ellos y en su documental.

La familia Altamar guarda la esperanza que su documental sea presentado en Cannes, lugar donde se realiza la evaluación de esta posibilidad. ”Pudimos mostrar cómo vivimos y somos los inmigrantes, en un país que ofrece muchas oportunidades”, dijo Katherine, quien en la actualidad se desempeña como trabajadora en el servicio de aseo a hoteles.

Por su parte, su esposo Félix lo hace en la construcción y Harye se encuentra estudiando en el colegio y tiene planes de ingresar a estudiar en una academia de actuación.

El idioma nunca fue una barrera

Katherine, quien se desempeñaba como administradora de empresas en Barranquilla trabajando para una tienda de equipos de tecnología, tuvo que salir desplazada, junto con su esposo y su hija de 10 años a los Estados Unidos, más exactamente a Tampa. El inconveniente para ellos era que no sabían inglés.

”Se metió la pandemia y la situación fue más complicada. Ella se angustiaba porque recibía las clases virtuales. Luego sí pudo ir al colegio de forma presencial y en seis meses aprendió hablar inglés”, recuerda.

Luego de esto, Harye se convirtió desde ese momento en la traductora de sus padres. “Nos ayuda a leer la correspondencia, a las citas médicas o trámites con inmigración, cuando vamos al supermercado. Es una gran ayuda”, manifestó Katherine.

Por lo pronto, ellos continúan su vida en los Estados Unidos recogiendo los frutos de una segunda oportunidad que les dio la vida.

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