La Corte Internacional de Justicia definirá el jueves 13 de julio, el futuro de la disputa territorial entre Colombia y Nicaragua por el área marítima que circunda sobre el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Durante más de 10 años ha tomado mayor fuerza esta controversia entre dos países que mantienen sus relaciones desde hace casi dos siglos, en donde se ha creado una importante agenda de trabajo bilateral.
El 28 de marzo de 1928 se suscribió en Managua, Nicaragua un acuerdo de manejo territorial entre los ministros Manuel Esguerra de Colombia y José Bárcenas Meneses de Nicaragua, quienes firmaron el Acta de Canje de Ratificaciones del Tratado de 1930. Con el paso de los años y entrando a la década de los 90, desde el país centroamericano se consideró como nula la negociación, argumentando cambios políticos y nuevamente reclamando espacio dentro de la plataforma continental.
2001: denuncia de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia
En aquel entonces el presidente de este país, Arnoldo Alemán Lacayo se dirigió a La Haya e impuso la respectiva denuncia contra Colombia, pidiendo a la corte solucionar la disputa y nuevamente delimitar el territorio entre los países. Incluso, en 2007 en territorio nicaragüense se instó a la Fuerza Pública a estar al tanto de cualquier movimiento colombiano, exponiendo que estaban listos para cualquier disputa, sin embargo, en tierras cafeteras se pasó por alto dicha afrenta y se esperó únicamente a la decisión del ente involucrado.
Con el paso del tiempo, los señalamientos entre ambos países tomaron fuerza, hasta que llegó 2012, año en donde La Haya falló a favor de Colombia con relación a la permanencia de las islas y los cayos, sin embargo, se extendió la plataforma de Nicaragua en lo que corresponde a las aguas de Quitasueño y Serrana, cayos que entraron en disputa.
Durante varios años la discusión se basó en términos de lógica, en donde Nicaragua explicaba que por cercanía, el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina hacía parte de su territorio, mientras tanto, Colombia exponía que la modificación de la delimitación marítima ponía en riesgo la economía de las poblaciones nativas y raizales.
2022: empate entre Colombia y Nicaragua
Así las cosas, por ahora hay un empate entre Colombia y Nicaragua en lo que corresponde al veredicto de La Haya, teniendo en cuenta que, de los seis puntos tratados en la corte en 2022, dos fueron a favor de Colombia, dos para Nicaragua y uno igualado. Inicialmente, el ente rector señaló que el país centroamericano no había podido probar que los cafeteros habían violado los derechos establecidos con la supuesta incursión militar en su territorio.
A su vez, Colombia habría violado la zona económica exclusiva de Nicaragua y no acató el fallo inicial, añadiendo que aunque se puede establecer un área limítrofe alrededor de San Andrés, esta no puede violar los espacios territoriales del otro país. Uno de los argumentos de mayor fuerza para los colombianos tiene que ver con el aprovechamiento de la pesca para los grupos raizales, en donde se alegó que estos no podían gozar de dichos derechos, sin embargo, la corte desestimó la iniciativa por la falta de pruebas.
Cabe resaltar que, en el marco del gobierno del expresidente Iván Duque la tensión entre este y Daniel Ortega fue alta y llegó a temerse una eventual confrontación armada.
A grandes rasgos, teniendo en cuenta antecedentes como el Acuerdo de Bogotá, se le ha pedido a ambos países recurrir al diálogo y solucionar la problemática sin extenderse tanto, es decir, organizando nuevamente un tratado o acuerdo de delimitación entre los dos países, sin embargo, aparentemente tanto Nicaragua como Colombia están esperando al fallo de la corte y así poder tomar medidas con miras al futuro.