Las autoridades ambientales del departamento de Risaralda recuperaron un ocelote que vivía como mascota en una casa campestre en la zona rural de Pereira. El pequeño felino ahora tendrá una nueva oportunidad de vida.
Julio César Gómez, director de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder), explicó en un video de la institución, que dieron con el paradero del ocelote gracias a las grabaciones de una cámara oculta entregadas en una denuncia ciudadana.
Se pudo recolectar información que permitió dar con el decomiso efectivo del animal, el cual fue llevado al Carder para ser recuperado y posteriormente, poder introducirlo a su ecosistema nativo.
El ocelote estaba aislado en una jaula que no le permitía interacción con otras especies ni espacio suficiente para desarrollar actividades inherentes a su naturaleza.
Este animal, también conocido como tigrillo o manigordo, pertenece a la familia de los felinos nativos de América. Estos tienen un aspecto similar al de un leopardo pequeño, con un cuerpo robusto, patas cortas y cola larga y espesa.
Se determinó que el animal recuperado tiene cuatro años de edad y vivió durante años en cautiverio, luego de ser separado de su madre, asesinada por cazadores, que suelen comercializar estos especímenes como mascotas después de quitarles los dientes.
Especialistas en el tema explican que los ocelotes cumplen la importante función dentro del ecosistema de controlar la sobrepoblación de roedores y otras especies.
La resolución 1912 del 2017, emitida por el Ministerio de Ambiente, establece al ocelote como una de las especies silvestres amenazadas en Colombia, por lo cual debe se debe velar por su protección plena.
Así mismo, la médica veterinaria zootecnista, Eliana Cañas Vélez, aseguró en el mismo video que este cautiverio pone en un mayor peligro a la especie, debido a que el no cuidado de las poblaciones puede terminar causando la extinción de la misma con el paso del tiempo.
Mediante diferentes operativos, la Carder continúa visitando diferentes fincas campestres y lugares turísticos de la zona, debido a que se tienen indicios de que hay más animales en estado de cautiverio en el territorio.
En febrero de 2023, grupos animalistas y personas de la comunidad del departamento de Santander denunciaron la atroz muerte de un ocelote en la zona. Esteban Payán, líder senior de Grandes Felinos en WCS Colombia, dijo a Caracol Noticias que el animal “sufrió mucho porque le volvieron nada la cara y tenía una cantidad de huecos y mordiscos en el cuerpo”.
La hipótesis preliminar apuntó a que el animal fue cazado por campesinos de la zona, debido a que estaba atacando a algunas gallinas del territorio.
Luis Fernando Cáceres Gómez, biólogo, especialista en preservación y conservación, dijo a Noticias Caracol que:
“Desafortunadamente, por aspectos de ampliación de la frontera agropecuaria, estas especies han visto como se ha venido reduciendo de una manera muy acelerada los hábitats. Por esta razón han empezado a existir conflictos entre las comunidades y los felinos”.
Los principales problemas con estos felinos se dan porque cazan animales de corral, entre ellos conejos, gallinas y otros roedores para alimentarse, algo típico de su naturaleza depredadora. Cáceres también explicó al medio que:
“La preservación de estos animales es importante en el ecosistema debido a que ellos depuran especies abundantes o que pueden ser plaga. Si esto no se da, el ecosistema podría sufrir un desequilibrio importante”.
El biólogo agregó que “es una tragedia perder un individuo de esa manera y es un acto que se traduce en una pérdida en términos de biodiversidad”.
A pesar de que esta especie es de distribución alta en el país, sus poblaciones están fragmentadas. En Colombia los ocelotes están a un paso de ser una especie amenazada.