Médico colombiano participó en tratamiento pionero contra el cáncer para salvar la vida de un niño de dos años: ¿de quién se trata?

En conversación con Infobae Colombia, Juan Pablo Solano explicó el procedimiento con el que lograron ampliar la esperanza de vida de Noah Langlois

Noah Langlois estuvo 207 días hospitalizado por un tumor en su hígado, que fue tratado con un procedimiento que no había sido probado en niños. Crédito: Jackson Health System

Los desafíos que tuvo que enfrentar Noah Langlois desde su nacimiento lo han convertido en un guerrero de la vida. Nacer casi cuatro meses prematuro, desarrollar un tumor maligno en el hígado y tener que pasar la mayor parte de sus dos años de vida entre las salas de cuidado intensivo y de terapias de dos hospitales en Florida hicieron que la salida del bebé del hospital, tras de 207 días, haya sido celebrado por el cuerpo médico.

Entre los doctores que atendieron a Noah Langlois se encuentra el colombiano Juan Pablo Solano, un médico pediatra graduado de la Universidad Nuestra Señora del Rosario en Bogotá y que luego de hacer su residencia en el Hospital Infantil Lorencita Villegas, decidió trasladarse a Estados Unidos para continuar con sus estudios, pero la vida lo llevaría a hacer del país norteamericano su residencia permanente.

20 años después de su llegada a suelo estadounidense, el doctor Juan Pablo Solano se enfrentó a uno de los casos médicos más complejos que ha tenido en su carrera, pues hizo parte del equipo médico del Hospital Infantil Holtz de Miami que atendió a Noah Langlois y que tuvo que utilizar un tratamiento pionero para tratar el cáncer en el cuerpo del menor luego de que las primeras quimioterapias no hicieran efecto.

El Dr. Juan Pablo Solano en entrevista con Infobae Colombia explicó las complicaciones que tuvo Noah Langlois al nacer. Crédito: Infobae Colombia

En entrevista exclusiva con Infobae Colombia, Solano explicó que Noah Langlois, desde el momento de su nacimiento, se vio enfrentado a varias dificultades, pues fue un bebé prematuro.

“El caso de Noah Langlois un caso bastante complejo. Empezando con el hecho de que él nació bastante prematuro, nació de 25 semanas, un embarazo normal es de 40 semanas. O sea nació casi cuatro meses prematuro”.

La odisea de Noah Langlois en los hospitales comenzó en Fort Myers, una ciudad ubicada al suroeste de la península de la Florida, donde fue atendido hasta que su primer año de edad, cuando su mamá palpó una masa en su abdomen, lo que sería confirmado como un tumor en el hígado.

Juan Pablo Solano es médico pediatra en el Hospital Infantil Holtz en Miami. Hizo parte del equipo de especialistas que atendió el caso de Noah Langlois. Crédito: Miller School of Medicine
“En la Unidad de Cuidados Intensivos, recién nacido su mamá le descubrió una masa en el abdomen que resultó ser un tumor maligno del hígado, un tumor que se llama hepatoblastoma. La forma en que se maneja estos tumores es que se les da quimioterapia para que se encojan y después, si se puede, resecar el tumor o se hace un trasplante”.

Las primeras quimioterapias para Noah Langlois no tuvieron los resultados que se esperaban, pues el menor estuvo muy enfermo, razón por la que lo trasladaron hasta el Hospital Infantil Holtz, donde fue recibido por el equipo de médicos, entre los que se encontraba Juan Pablo Solano.

“Tuvo complicaciones serias de la quimioterapia, tuvo una infección muy severa que realmente puso en peligro su vida. Estuvo en lo que nosotros llamamos sepsis y lo recibimos aquí en la Unidad de Cuidado Intensivo para evaluarlo por el manejo de esta sepsis y para el manejo de sus problemas respiratorios, que ya sabemos que tenía, y para ver si le podíamos ofrecer algo desde el punto de vista de tratamiento del tumor”.
El Dr. Juan Pablo Solano explicó las razones que llevaron a usar las microesferas de itrio. Crédito: Infobae Colombia

Solano explicó a Infobae Colombia que la respuesta negativa de Noah Langlois a las quimioterapias hizo que las expectativas de poder, inclusive, ofrecer la posibilidad de un trasplante de hígado fueran muy bajas, por lo que la solución estuvo en la implementación de un procedimiento que es usado en adultos.

El equipo de especialistas que estaba a cargo del tratamiento del menor planteó que la mejor solución para atacar el tumor en el hígado del menor era emplear unas microesferas de itrio: “Estas esferas son muy pequeñitas, menos del tamaño de un pelo que se introduce un catéter a través de una de las arterias de la pierna, se llega hasta el hígado, se localizan las arterias que irrigan el tumor y ahí se inyectan esas microesferas”.

Utilizar las microesferas en Noah Langlois era un reto porque nunca se había utilizado en menores, pues este tipo de tratamientos es pensado para adultos, por lo que la respuesta positiva de la salud del menor puede abrir toda una posibilidad de tratamientos médicos para niños en un futuro.

“En los niños hay una serie de limitaciones tanto desde el punto de vista técnico, como desde el punto de vista ético, que hacen que ensayar cosas como estas sea más complejo”.

Luego de 207 días el menor logró ser dado de alta del hospital y para Solano la historia de Noah Langlois es una muestra de valentía por todo lo que tuvo que afrontar desde su nacimiento, aunque aún no sea consciente de las dificultades que tuvo que vivir.

Actualmente, Noah Langlois se encuentra con su mamá a la espera de las revisiones médicas y de las recomendaciones de los doctores, pues aún hay una alta posibilidad de que el tumor regrese o que tenga problemas con su trasplante.

“Por ahora, hasta donde permitimos saber, va a necesitar medicinas permanentemente por el resto de su vida, obviamente, va a necesitar revisiones intermitentes o seguidas de la progresión del tumor y estar seguros de que el tumor no regresa. Desafortunadamente, siempre es un riesgo cuando un paciente ha tenido una enfermedad de tipo maligno”