La participación de León Fredy Muñoz, embajador de Colombia en Nicaragua, en una manifestación en la que se conmemoró el aniversario número 44 del inicio de la Revolución Sandinista, con la que se puso fin al gobierno del dictador Anastasio Somoza, y su público respaldo al régimen que gobierna a este país, causó revuelo en las redes sociales. Y la indignación de diferentes sectores políticos no solo de Colombia, sino en el exterior
En la manifestación, el diplomático lució los símbolos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), organización política de origen insurgente, de la que hace parte el líder del régimen nicaragüense, Daniel Ortega, que completó 16 años en el poder. Y no solo eso: apoyó el régimen de Ortega, denunciado por flagrantes violaciones a los derechos humanos.
“Esto es admirable, lo que yo he sentido desde el 30 de septiembre que llegué a Nicaragua, aquí estoy de embajador. Es un pueblo alegre, bonito, amable y sobre todo un pueblo que está convencido de su revolución”, se le escuchó al embajador en un video difundido por LA PRENSA Nicaragua.
Fuertes reacciones
Ante esta polémica aparición, Juan Carlos Pinzón, exembajador de Colombia en los Estados Unidos, y exministro de Defensa, lanzó duras críticas contra el papel de Muñoz, sobre quien cursa un proceso en la Corte Suprema de Justicia por narcotráfico: luego de ser detenido el 31 de mayo de 2018 en el aeropuerto de Rionegro con 146,3 gramos de cocaína, cuando era representante electo por el partido Alianza Verde.
“Una vergüenza la representación diplomática del país en el exterior. Este funcionario es indigno, ofende a víctimas de la dictadura y afecta los intereses del país. El régimen de Ortega es cuestionado por crímenes. Colombia tiene una controversia muy seria con Nicaragua”, comentó en su perfil de Twitter Pinzón.
A su vez, el senador estadounidense Marco Rubio, que hace parte del Partido Republicano y es cercano a la oposición en Colombia, en especial al Centro Democrático, también criticó el público apoyo de Muñoz, que es la representación colombiana en Nicaragua.
“Es inconcebible que el embajador del Gobierno Petro aplauda la revolución marxista y sangrienta. Es un grave insulto a todos los nicaragüenses y exiliados que aún sufren las repercusiones de los sandinistas”, expresó Rubio, que mostró así su indignación por este controversial suceso.
A su turno, el excandidato presidencial Sergio Fajardo comparó este suceso con lo que aconteció con el aún embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, que pese al escándalo en el que está salpicado junto a la ex jefa de Gabinete de la presidencia Laura Sarabia, y los señalamientos en su contra del canciller Álvaro Leyva Durán, que lo calificó de “drogadicto”, continúan en el cargo.
Todo esto pese a que el 2 de junio de 2023 el presidente de la República, Gustavo Petro, anunció la salida de Benedetti. Para Fajardo, tras este incidente, Muñoz “puede dormir tranquilo”, pues cree que no recibirá ningún tipo de reconvención por parte de Leyva, que es su jefe.
“Si Benedetti sigue de embajador después de que el canciller lo desacreditara por ‘borracho y drogadicto’, León Fredy puede dormir tranquilo en Nicaragua. Qué vergüenza de embajador: gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo (esposa de Ortega) es una atrocidad global. Y él celebrando”, afirmó Fajardo.
La respuesta de Muñoz
Tras la polémica que generó su presencia en esta manifestación oficialista del régimen de Ortega, Muñoz se pronunció. Y con un comunicado de dos páginas defendió su presencia en este evento y destacó lo que, según él, son los logros más importantes de su gestión desde su arribo al país centroamericano, en septiembre de 2022.
“El relacionamiento del Embajador con el gobierno de Nicaragua debe ser estratégico para poder llevar a cabo la mejor representación de Colombia, la cual tiene que dejar de ser vista únicamente como un símbolo o una figura decorativa”, remarcó Muñoz.
Recordó que los intereses nacionales sensibles que el Estado promueve desde la embajada pasan por velar por los connacionales colombianos residentes en Nicaragua; promover el comercio y el turismo entre las dos nacionales y dar a conocer la cultura colombiana materializada en artes y la academia en forma de poder blando.
Y destacó que gracias a su gestión más de 20 connacionales en estado de vulnerabilidad han podido regresar al país; aunque hay otros que siguen presos en las cárceles de este régimen. Y que ha entregado más de 500 visas para que los nicaragüenses conozcan territorio colombiano.
“Es mi obligación como Embajador, participar en reuniones y/o actividades importantes para el Gobierno Sandinista, ya que debo hacer presencia estratégica para cuidar los intereses nacionales de Colombia en Nicaragua”, agregó.
No obstante, esta polémica se conoce días antes de que se conozca el fallo de la Corte Penal Internacional de La Haya, que pondrá fin al diferendo en los límites marítimos en el archipiélago de San Andrés; en un pleito que ya completa 11 años y en el que podrían salir perjudicados los intereses nacionales.